¡Viva SUPERBIGOTE, carajo! ¡Mueran Spider-Man, Batman, American Captain,… crujan…!

José Sant Roz

Llevamos décadas con navidades abarrotadas de juguetes gringos, con los que llenamos de ilusiones a nuestros pobres, escarnecidos y estupidizados niños. Me acuerdo, cuando se desató aquella monstruosa locura de las mascotas digitales de los TAMAGOTCHIS, que llevaron al suicidio a tantos niños en el mundo, y recuerdo que, llegaron un día mis niñas llorando a casa porque todas sus compañeras en la escuela tenían una TAMAGOTCHI, y querían que yo saliera corriendo como un pendejo a comprarles una para cada una. Cuando me lo pidieron cogí una ARRECHERA de padre y señor nuestro. Pero luego vi con horror, entre los buhoneros de los alrededores del Nuevo Circo, como madres muy pobres contaban sus lochas para ver si satisfacían las exigencias de sus hijas que les reclamaban con locura la fulana mierda de las TAMAGOTCHIS…
¿Recuerdan, cuando el diputado Freddy Guevara, en plena Asamblea Nacional, jugaba POKÉMON? ¿El jueguito aquel que empezó a popularizarse causando epilepsias, cargado de mensajes satánicos y que también llevó al suicidio a tantos niños? ¡Ah!, pero ahora les resulta, a algunos exquisitos de la cultura occidental, que SUPERBIGOTE es una “falta de respeto”.
Aquí nunca les dimos de regalos a nuestros niños historietas que relatasen las glorias de los libertadores latinoamericanos, que fueron gestas grandiosas, sino que les metíamos como una cosa maravillosa las barbies catiritas, estilizadas, de pelos lizos y amarillos, de ojos azules; les compramos los muñecos arrechos del Capitán America, de Batman, Superman o Spider-Man. Los Rangers, los Robocops o los Incredibles Hulks…
Durante las terroríficas GUARIMBAS, hubo un cura en Mérida, en la iglesia de la Parroquia, en la que le dio por estar acompañado en sus homilías por un Capitán America, y eso a los feligreses los llenaba de coraje y de alegría. Les parecía incluso de lo más natural, nunca se vio a alguien decir que eso fuese propaganda gringa o ideologización de derecha.
Toda mi generación se formó leyendo los comics o suplementos del Pato Donald, de Mickey Mouse, El Llanero Solitario, El Halcón Negro, Superman, Batman, Dick Tracy, Roy Rogers, El Zorro, Gene Autry, Tarzan, Tom y Jerry, El Fantasma,…
A nadie se le ocurrió que nosotros teníamos verdaderos héroes a los cuales emular y amar, y ser leídos con devoción sincera, y ser llevados a esos tebeos, como Bolívar, Sucre, Simón Rodríguez, Rafael Urdaneta, … Pero hoy estoy seguro, que si alguien se hubiera atrevido a hacerlo habría sido ridiculizado, escarnecido e incluso odiado a muerte. Hasta lo hubiesen asesinado o llevado a la cárcel.
Una prueba apabullante de cómo fuimos moralmente destrozados por esos comics gringos en América Latina, lo pudimos ver en Porky, el ex presidente de Colombia (alías Iván Duque), cuando en un acto dijo que los padres fundadores de la independencia y la democracia neogranadina habían sido Thomas Jefferson, Benjamín Franklin, John Adams, Andrew Jackson y Mickey Mouse, coño ni siquiera su ídolo Francisco de Paula Santander (que a fin de cuentas era la misma vaina).
Ahora bien, resulta que en este 24 de diciembre, en algunos lugares fueron entregados unos juguetes a nuestros niños, entre los cuales se encontraban el ya famoso Superbigote y SuperCilita, y como era de esperarse muchos opositores y no tanto, pegaron el grito al cielo: “¡Bicho, qué feos!, ¡Qué falta de respeto!, ¡Cómo le van a hacer esos a nuestros niños metiéndoles el comunismo y el chavismo a la fuerza!”. Coño, pero si les hubiesen dado en cambio un Spider-Man, una barbie o un Capitán America, eso sí hubiera estado lindo y bello, y nadie hubiera protestado. ¡IMBÉCILES!
Resulta que si de héroes se trata, hay que reconocer que tanto el presidente Nicolás Maduro como su esposa Cilia Flores se merecen ese título con creces. Al presidente Maduro los gringos le han hecho la guerra más atroz, y hay que reconocer que se los ha echado en regla. Primero le mataron a su gran líder, el Comandante Chávez; seguidamente le lanzaron la ARRECHERITA aquella de Capriles que se llevó a varios muertos; luego el terror de la SALIDA encabezado por Leopoldo López con el resultado de otra mortandad; comenzó la solapada GUERRA ECONÓMICA, los abominables DECRETOS DE OBAMA, las monstruosas GUARIMBAS, luego las implacables e incesantes SANCIONES (CASI MIL) y BLOQUEOS; EN PLENA PADEMIA se incrementaron los atentados, las invasiones de sicarios y paramilitares llegados de Colombia para llenar de pánico a Caracas; un ataque terrorista con drones; una invasión con gringos a la cabeza,… llegaron al colmo de la estulticia y de la bajeza más increíble de elevar a la PRESIDENCIA a un PUPPET o monigote como Juan Guaidó para robarnos todos nuestros activos en el exterior; persiguieron a muerte a todo el que intentase traernos gasolina o comida (caso Alex Saab), montaron un SUPER SHOW INTERNACIONAL, con lo más granado de los hijos de puta cantantes latinos al servicio del imperio, cual CABALLITOS DE TROYA, para así meterse con paramilitares contra nuestro país… ¡y no lo tumbaron nojoda! Coño, qué más quieren, para que sea un héroe de carne y hueso, verdadero, digno de nuestros libertadores, para que realmente nuestros niños lo conozcan y emulen… qué más quieren!…