El jefe del Sindicato de Farmacéuticos de Irak, el Dr. Mostafa al-Hiti, advirtió el domingo en una entrevista exclusiva con la agencia local de noticias Al Maalomah sobre el aumento significado de los casos de cáncer entre la población iraquí desde el inicio de la invasión estadounidense del país árabe en 2003.
Entre las razones del aumento de las enfermedades cancerosas entre los iraquíes, Al-Hiti mencionó el uso masivo de munición radiactiva por parte de las tropas estadounidenses durante los últimos años, sobre todo en ciudades como Faluya.
Detalló que el uso de municiones con uranio empobrecido (Uranio 238) por Estados Unidos y sus aliados británicos en Irak expuso a gran parte de la población a las radiaciones de esta sustancia peligrosa que provoca cáncer.
Las estadísticas oficiales del gobierno iraquí muestran que, antes del estallido de la primera Guerra del Golfo en 1991, la tasa de casos de cáncer en Irak era de 40 por cada 100 000 personas. Para 1995, había aumentado a 800 por cada 100 000 personas y, en 2005, se registró el doble a por lo menos 1600 por cada 100 000 personas. Las estimaciones actuales muestran que la tendencia creciente continúa.
Las consecuencias del uso de armas prohibidas por EE.UU. y sus aliados en Irak perduran durante generaciones y causan incluso nuevas enfermedades en los riñones, los pulmones y el hígado, así como el colapso total del sistema inmunitario.