En la República Dominicana el casabe tiene historia y gastronomía insignes. De hecho, fue quien propuso el expediente, que de los Taínos heredaron historia y sapiencia.
Acá no se trata sólo de un tema ancestral gastronómico. No. Se trata de un tema de cultura de resistencia de varios siglos porque la Carga cultural que el Casabe trae consigo es innegable.
Los españoles traían su pan en las embarcaciones que atravesaron el océano Atlántico y toparon con la Abya Yala. Oh sorpresa, se encontraron acá con el pan de los originarios, más duradero y sano, y bueno, fue de los primeros productos del que trataron de apoderarse. No conocían la yuca y tampoco sabían del camino de siglos recorrido por Arahuacos, Caribes, Taínos, y otros pueblos más, y posteriormente los Garífuna, para encontrar el método perfecto de hacer ese pan versátil, diverso, absolutamente sano y con tantas formas de saborearlo, como un elemento propio de las culturas originarias de la zona del Caribe, yuca con más de 2.500 años de existencia y vigencia en la comida de los originarios.
Este Casabe nuestro de cada día comenzó ya su recorrido para llegar a París el venidero mes de marzo, llevado por las manos de estudiosos y especialistas de cinco países de América Latina y el Caribe: República Dominicana, Haití, Cuba, Honduras y Venezuela, quienes han configurado el primer expediente multinacional que esta zona del mundo presentará ante la UNESCO para solicitar la incorporación del Casabe en la lista representativa de los Patrimonios Culturales Inmateriales de la Humanidad.
Historias que suman
La iniciativa de la postulación del Casabe surgió en República Dominicana en 2019. Fue una propuesta de expediente binacional con Venezuela, y a lo largo de estos años se fueron sumando otros países. Posteriormente en reunión de la UNESCO sostenida en julio de 2022 se le asignó a Venezuela y a República Dominicana la responsabilidad de trabajar en los criterios fundamentales exigidos por la UNESCO para un expediente multinacional. Entre el 17 y el 20 de enero pasados se reunieron en Santo Domingo representantes de Honduras, Cuba, Venezuela, Haití y la República Dominicana para dar formas definitivas al expediente denominado «Conocimientos y prácticas tradicionales para la elaboración y el consumo del Casabe» que será presentado en marzo en la sede de UNESCO en París. Será la primera postulación multinacional de América Latina y el Caribe para propiciar su inscripción en la lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La Yuca
A los efectos es importante destacar que la yuca, reconocida por la FAO como un nutriente esencial en el siglo XXI, ya existía antes de la era cristiana y la elaboración del Casabe con yuca amarga y yuca dulce, marchó desde Guayana y el Amazonas para ocupar territorios del Caribe dónde se conserva la práctica, con distintas modalidades.
La yuca es un tubérculo originario de América, y principal cultivo de la época precolombina. No fue el único. Ya sabemos de lo que América le aportó a Europa en materia Alimenticia: La Yuca (mandioca), la Papa, la Batata (boniato), el Maíz, el Cacao, el Tomate, la Auyama (calabaza), la Piña, Los Frijoles, el Maní (cacahuate) y nada menos que el Aguacate, entre otros. (También el tabaco, ojo)
Al comienzo nada fue color de rosas porque si bien es cierto que nuestros originarios descubrieron la yuca, no sabían cómo procesarla y al comerla sin procesamiento morían. Fue lo que motivó para buscar las maneras de convertirla en alimento para ellos. Y así fue. Decidieron ponerla a hervir en agua, y se dieron cuenta de que al consumirla así morían menos personas. También la rallaban y colaban y, alegría, menos originarios fallecían. Supieron entonces que era el líquido de la yuca y no ella la causa de los fallecimientos y comenzaron un proceso de decantación sabio y persistente. El pan de los originarios, pan de yuca, resultó mejor que el de trigo. Pudiéramos decir que histórica y nutricionalmente se enfrentaron dos harinas, ganando, y vigente, la del llamado Nuevo Mundo.
Casabe
Los dominicanos, quienes propician el expediente que se llevará a la UNESCO recuerdan a través de sus estudios que cuando Colón se acercó a nuestros predios ya existía el Casabe en La Española. Lo hacían grueso. Colón se dio cuenta de que no se dañaba como el pan de ellos, y el padre Fray Bartolomé De Las Casas en sus escritos dio cuenta de lo grueso que era ese pan, tan grueso que al partirlo sonaba, y duro.
El profesor Benito Irady, presidente del Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela señaló que la palabra casabe proviene del Arahuaco Cazabi. En Cuba al Casabe se le nombra como Pan de los indígenas, en Haití Kwit y Cazabi, en Honduras Ereba, en República Dominicana Casaba de los Taínos. En Venezuela entre los Kariña, Areepa, entre los kurripaco, Pete, entre los Mapoyo, Sere, pero se trata del mismo patrimonio vivo legado por los ancestros originarios. En la actualidad tanto la yuca como el propio Casabe hacen parte de las delicias gastronómicas del viejo continente.
El profesor Irady dice: “Estamos en presencia de un expediente complejo porque tuvimos que ponernos de acuerdo los países sobre el contenido de los cuestionarios y sobre el tema profundo de la materia que de una vez debe ser soportada con una cantidad de 10 fotografías y un video de 10 minutos para ser entregados a la UNESCO. La discusión sobre los contenidos permitió ponernos de acuerdo con las otras naciones, sobre todo en las variantes de los casabes producidos en cada país, pues cada una posee sus técnicas locales. Está muy bien sustentada la información, ya que todas las islas del Caribe producen abundante casabe”.
El profesor Irady agregó: “En República Dominicana lo llaman casabe Taíno, por los antiguos indígenas que poblaron esa zona. Estaríamos hablamos de patrimonio vivo. No queda un solo Taíno vivo, porque todos los pueblos indígenas del Caribe fueron exterminados; sin embargo, quedaron sus costumbres. Esto es muy interesante”. Acotó que en Venezuela se trabajó en diez estados que producen abundante casabe y que comprenden la región de Los Llanos, Guayana, Oriente y Occidente.
Resistencia cultural
Acá no se trata sólo de un tema ancestral gastronómico. No. Se trata de un tema de cultura de resistencia de varios siglos porque la Carga cultural que el Casabe trae consigo es innegable.
En Cuba, por ejemplo el casabe corre parejo con la historia de la mayor de las islas del Caribe. Los originarios supieron cultivar la tierra para que produjera abundante yuca. Ellos abrían canales para el riego, y lo hacían cerca de los bohíos para tener a mano la materia prima alimentaria. Y todo ésto logrado más de 15 siglos antes de que Los de España avistaran la Abya Yala.
En Honduras El casabe o cazabe, es un verdadero manjar a base de yuca. El casabe, tortilla de yuca, cautiva tanto a hondureños como a extranjeros, una herencia ancestral de la cultura garífuna y de Honduras. Dentro de la cultura garífuna la yuca es uno de los ingredientes básicos de su dieta diaria.
Para el pueblo garífuna la tortilla de casabe hecha de pura yuca es la mejor fuente de fibra sin aditivos químicos, ayuda a mantener una buena digestión y a protegerse del cáncer de estómago.
En Haití, por ejemplo a la ralladura de la yuca muchas veces se le agrega ralladura de coco, lo que termina siendo una exquisitez nutricional y gastronómica.
En Venezuela el secreto está en el acompañamiento sobre la torta del Casabe, que puede ir desde el pescado o la carne o los solos vegetales hasta el dulce de papelón con el que se preparan las Naiboas. En la mesa oriental venezolana no falta jamás el casabe, sobre todo a la hora del hervido o sopa.
En la República Dominicana el casabe tiene historia y gastronomía insignes. De hecho, fue quien propuso el expediente, que de los Taínos heredaron historia y sapiencia.
Y como colofón el presidente de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela también apuntó que en la reunión virtual con los países que configuran el expediente multinacional se consideró la realidad actual.
El profesor Irady señaló acertadamente que tras el bloqueo económico el pueblo venezolano retomó las alternativas, en las que creció a gran escala la producción de los distintos elementos que se realizan a partir del casabe y que pertenece al patrimonio vivo del país. «Nosotros tenemos un bloqueo económico, aquí no llegaba la harina de trigo y hemos descubierto trabajando este expediente, que creció, y mucho la producción del casabe en Venezuela».
El Casabe seguirá dando de qué hablar… y degustar.