La rusofobia, el veneno del fascismo en Suecia

¿Cuál es la diferencia entre “freír los rusos en mantequilla” y “clavar el cuchillo en el ruso”?

Por Dick Emanuelsson

La general de división Laura Swaan Wrede, recién nombrada jefa de la Guardia Nacional Nacional sueca y, para colmo, ayudante de la princesa heredera Victoria, está acusada de racismo abierto y nazismo.
Debido a que la jefa de la Guardía Real de Suecia, la mayor general Laura Swaan Wrede no encontró nada intelectualmente más interesante en el suplemento sabatino del diario más grande de Suecia, Dagens Nyheter (las Noticias del Día), DN, que citar a su abuela, quien afirmaba que “UN RUSO ES UN RUSO AUNQUE LO FRITAS EN MANTEQUILLA”, por lo que ahora se están levantando voces para que ésta militarista femenina sea depuesto y despedido de todo lo que tenga que ver con la defensa de Suecia.
Twitter tomó casi de inmediato la decisión de detener a la estrella del cartel anticomunista y ”Odio a los rusos” de DN. El columnista Bert Hoflund de la ciudad de Gotemburgo le preguntó en Facebook al diario sueco qué habría pasado si el periódico hubiera reemplazado ”ruso” con “judío”.

EL DIARIO Dagens Nyheter HA ESTADO ejecutando una intensa campaña de odio contra Rusia durante poco más de un año. Todos los principios periodísticos están completamente enterrados, a pesar de todas las declaraciones pomposas que terminan cada texto/reportaje.
El objetivo político de la odiosa campaña de cacería de brujas de Dagens Nyheter es la adhesión de Suecia a la OTAN, que el imperio mediático de la familia Bonnier (dueña del diario y una serie de medios de comunicaciones suecos) ha perseguido desde la Guerra Fría de la década de 1950 cuando combinó la campaña por la membresía de OTAN con demandas de “una bomba atómica sueca”.
Después de que Rusia ingresó a Ucrania el 24 de febrero de 2022, todas las inhibiciones anti rusas cayeron. El historiador Lars Gogman escribió una reseña de 15 páginas sobre la rusofobia y citó un calendario clásico de Suecia, Folkkalendern del año 1937 (p. 88):
“Suecia es el país del odio ruso por encima de todos los demás estados desde que Rusia aplastó militarmente al gran imperio sueco (el 8 de julio de 1709 en la ciudad de Poltava, Ucrania, derrotado por el ejército ruso liderado por el zar Pedro I de Rusia). El odio ruso ha sido durante varios cientos de años la principal arma de propaganda de la reacción armada sueca, utilizada antes contra el zarismo y aún más intensamente desde 1917 contra el bolchevismo” [1].

RECUERDO A UNA EX NOVIA cuyo padre trabajaba de cabo en el Batallón I17 de la ciudad de Uddevalla (de la infantería, donde yo hacía mi servicio militar en la compañía de morteros y comunicación). Durante una visita a su casa en la década de 1970, me enseñó una cantidad de de revistas del Nordiska Rikspartiet (el Partido Nórdico del Reino), el clásico partido nazi sueco que, según dijo, era de su padre. No me sorprendió. La institución de oficiales suecos estuvo y está parcialmente influenciada por las raíces del nazismo alemán. Centenares de ellos fueron como voluntarios a Finlandia en regimientos fascistas para pelear contra el Ejpercito Rojo. Otros militares suecos participaron con otras legiones nazis europeos en la invasión a la URSS. No les pasó nada en su regreso a Suecia.
Y eso se distingue totalmente con la suerte de los casi 700 suecos, en su gran mayoría jóvenes de la Juventud y Partido Comunista sueco que fueron a poner el pecho por la República en España 1936-39, dónde 173 fueron enterrados en la tierra española.
En su regreso, los sobrevivientes de las Brigadas Internacionales fueron encerrados en campamentos de concentración en diferentes lugares de Suecia.
La policía política secreta sueca hizo permanentemente allanamientos en las casas de los comunistas.
El diario «la Llama de Aurora Boreal» (Norrskensflamman, donde trabajé 34 años), fundado 1904 por los mineros revolucionarios en el norte de Suecia, fue víctima de un atentado el 3 de marzo de 1940, donde murieron dos niñas, hijas del tesorero del diario que también murió junto con su esposa y otra secretaria. Los responsables, el jefe de la policía del municipio en el norte, dos periodistas del diario de la derecha y dos oficiales del regimiento de la infantería eran los responsables. Fueron sentenciados a condenas ridículas. El jefe policial se ahorcó en su celda.
Si la General de División Laura Swaan Wrede tiene un pasado similar, no soy el hombre para decirlo. Pero su declaración, refiriéndose a su abuela pueden ser fragmentos que pueden conducir a tal árbol genealógico y definitivamente conducen objetivamente políticamente a la Alemania de Hitler de los años 30´.
Pero hoy tal declaración no suscita reacciones dramáticas en Suecia, todo y todos los que están en contra de los rusos generalmente cae muy bien.

COMO EN UCRANIA. DONDE EL Regimiento neonazi Azov tenía un eslogan:
“¡PONER EL CUCHILLO A TODOS LOS RUSOS”!
Hoy se reemplaza con: “¡Masacre a todos los rusos”!

Esta semana, la escritora ucraniana nazi, LARISA NITSOI sugirió que los ucranianos que apoyan a Rusia deberían verse obligados a llevar una estrella roja en la ropa.
“Si apoyas a los rusos, usa una estrella roja en tu ropa. Si vas en contra de la sociedad, en contra de tu pueblo, entonces debes ser identificado. Los establecimientos decentes no deberían dejar entrar a este tipo de personas, ya sean peluquerías, gasolineras o cines. Haz que se sientan marginados”, dijo Nitsoi.
Palabras que por supuesto nunca leemos en los medios suecos.

OTTO SKORZENY , era oficial de las SS y, al igual que Hitler, de origen austriaco. Este hombre, de 1,90 de estatura, se convirtió en un mito durante la guerra por sus espectaculares acciones, entre ellas la liberación del líder fascista italiano Benito Mussolini el 12 de septiembre de 1943 de un hotel.
Fue llamado ”Cara Cortada”, por su rostro lleno de cicatrices, ”el hombre más peligroso de Alemania”, consideró la prensa estadounidense. En los juicios de Nuremberg fue absuelto pero iba a ser ”desnazificado”, pero escapó de este campamento en 1948 con la España de la dictadura de Franco como destino. Allí fue protegido por el general Franco y se convirtió en uno de los fundadores de la organización secreta nazi ”Odessa”, que ayudó a un gran número de destacados nazis alemanes a escapar a Sudamérica.

LO ANTERIOR DESCRIBE Gustavo González Rodríguez, un veterano periodista chileno, obligado de irse al exilio durante la dictadura militar y en regreso a Chile trabajó como profesor universitario de periodismo en Chile (hoy jubilado). Ha publicado acerca la rusofobia un interesantísimo documento [2].
Señala que no fue invención de Hitler atribuir un papel mesiánico a Alemania en Europa. Tal noción fue implantada desde el siglo XIX por filósofos y políticos que en una “teorización fanática” enfatizaron la supremacía racial de la nación alemana, recuerda Primo Levi en su obra “Si esto es un hombre”. El nazismo puso en práctica estas teorías con un paroxismo que encontró su máxima expresión en los genocidios de crematorios y cámaras de gas.
Lo interesante del artículo de Rodríguez es la similitud de la teoría de la raza con la que la mayor general sueca cita con benevolencia a su abuela que ni siquiera podía pensar a los rusos, “aunque fueran fritos en mantequilla”, por supuesto, mucho menos carbonizados en los hornos de Nazismo.
Rodríguez:
“«En la práctica cotidiana de los campos de exterminación se realizan el odio y el desprecio difundido por la propaganda nazi. Aquí no estaba presente solo la muerte sino una multitud de detalles maniáticos y simbólicos, tendientes todos a demostrar y confirmar que los judíos, y los gitanos, y los eslavos (rusos y ucranianos), son ganado, desecho, inmundicia», escribió Levi, quien recordó asimismo que las primeras pruebas de la eficacia de las cámaras de gases en Auschwitz se hicieron con trescientos jóvenes prisioneros de guerra soviéticos”.

Rodríguez se plantea entonces la pregunta “¿Qué pensaría hoy Skorzeny de la rusofobia desatada en Europa tras la invasión de Ucrania ordenada por Vladimir Putin? ¿Sentiría que por fin Occidente, con Estados Unidos a la cabeza, se ha dado cuenta de la «espantosa amenaza de las hordas asiáticas», en las palabras de Hitler? Siguiendo siempre el pensamiento de su führer, ¿confirmaría entonces a Rusia como el gran enemigo eslavo”?

EL MAYOR GENERAL WREED NO ESTÁ SOLO en su actitud fascista de odio hacia todo lo ruso, sino que cobardemente coloca a su abuela frente a ella misma.
Otro que odia a los rusos dice que “Moscú debe arder”. Son palabras de Stepan Bandera , nieto del hombre del mismo nombre, el líder ultranacionalista ucraniano homónimo y colaborador de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, responsable del asesinato de cientos de miles de judíos, polacos, gitanos, comunistas.
El odio incipiente contra Rusia es peligroso, no solo para la paz sino también para la salud mental de los pueblos de Suecia y Europa. Aquí en Honduras, es posible intercambiar puntos de vista sobre la guerra de Ucrania sin romper amistades o relaciones familiares, quizás durante muchos años. Aquí hay una libertad de expresión y de prensa que ha sido cercenada por completo en Suecia y donde elementos como el general de división contribuyen a intensificar el odio y al mismo tiempo el miedo a atreverse siquiera a hablar, su servicio de inteligencia militar, combinado con los suboficiales civiles (de la Milicia de la Defensa Civil) que se creen “agentes de James Bond al servicio de la patria, “quizás registren todo lo que digo. . .”?
Quizás Lavrov, el veterano ruso de la política exterior soviética y rusa, tenga razón cuando afirma que lo único que ayudará a Ucrania a liberarse del neonazismo ahora reavivado en Europa es liberar al país del fascismo.
Notas:
[ 1 ] Lars Gogman: ”Se me llenaron los ojos de lágrimas involuntariamente…”
https://www.arbark.se/pdf_wrd/vik07.pdf
[2] Skorzeny, Ucrania, Putin y la rusofobia: Desde las «hordas asiáticas» de Hitler hasta la expansión de la OTAN
https://www.meer.com/es/69721-skorzeny-ucrania-putin-y-la-rusofobia