Magallanes. (Foto: Archivo UN)
26 FEBRERO, 2023
“¡Magallanes para todo el mundo!” se oía a través de la radio la voz vibrante de Temis Mele.
Ese no era su real nombre. Pero había decidido que su muy zuliano Temístocles, acompañado por el Meleán maracaibero de alcurnia, más sonoro aún, no eran como para presentarlos en la radiodifusión.
Lo cierto es que nunca hubo un comentarista del beisbol tan parcializado, ni con tanta fama, como Temis Mele. La gente lo amaba. Donde quiera que iba lo aclamaban.
El equipo de beisbol Magallanes es parte muy importante de la venezolanidad. Incluso, vino a ser una especie de valioso pasaporte, especialmente en la política. Por eso, más de un candidato presidencial se ha declarado magallanero en plena campaña electoral, evidentemente en busca de los votos de los magallaneros.
Y Magallanes ha sido el único equipo en la historia del beisbol, que le ha dado nombre a una barriada.
Cuando en octubre de 1917 se reunieron varios jóvenes de un sector de Catia, Caracas, con el portugués dueño de una bodega, Antonio Benítez Abedanck, para organizar un equipo, Benítez decidió que lo llamarían Magallanes, en memoria del navegante nativo de Portugal, Fernando de Magallanes.
Como entrenaban y jugaban en un terreno de cierta área de Catia, comenzaron a decir:
“Por ahí, por donde juegan los Magallanes”. Y pronto solo decían “en los Magallanes de Catia”. Así es como se ha conocido por más de un Siglo el popular barrio.
Generalmente, al contrario, los Estados, las ciudades, pueblos o barrios dan nombre a los equipos, como los Yankees de Nueva York, el Real Madrid, los Miami Heat, los Leones del Caracas, los Cardenales de Lara.
Ahora, ¿por qué fundaron el equipo Magallanes, que ahora es el de más larga existencia en el deporte venezolano?
Pues, porque en el otro lado de Caracas, en el este, exactamente en Sarría, jugaba el Royal Criollos y era el club más famoso del país.
El Magallanes entrenó en Catia todo el resto del año 1917, para llegar en forma al campeonato de 1918. El primer juego, ya dentro del Campeonato Nacional, lo ganaron al equipo Flor del Ávila, y la pizarra final fue 20-6.
Ese torneo no tuvo un final feliz, porque la gripe española, que atacó muy fuerte a Venezuela, a fines de ese año, 1918, obligó, como era lógico, a paralizar toda actividad deportiva.
Varios de los integrantes del Magallanes murieron víctimas de esa epidemia, incluso el outfielder, José Vicente Mendoza y el único lanzador que tenía ese róster, Luis Meneses.
La llegada a Valencia más el ‘Poder Negro’
El Magallanes jugó profesionalmente en el estadio San Agustín, el cual fue después Cervecería de Caracas; en el Universitario, en Oriente, hasta que, finalmente, antes del campeonato 1969-’70, se estableció en Valencia, a donde llegó encabezado por el críollo, Dámaso Blanco y para hacer historia con El Poder Negro, Clarence (Cito) Gaston, Don (Cabilla) Baylor y Dave (La Cobra) Parker.
En los predios carabobeños, han sido 54 años de éxitos, más que de fracasos. Numerosas figuras del máximo beisbol, tanto venezolanos, Vidal López, Luis (Camaleón) García, como importados han figurado en los róster del Magallanes.
Y es cierto que al comenzar cada campeonato en Venezuela, millones de seguidores del beisbol esperan que gane Magallanes, como rezan las letras de las guarachas, “Al Magallanes, no hay quien le gane” y “Magallanes será campeón”.
Es una religión lo de los magallaneros
Magallanes ha ganado 13 campeonatos nacionales y dos Series del Caribe. Además, es el equipo con más seguidores.
Como lo informa Wikipedia, al 83.3% de los venezolano los apasiona el beisbol, y de esos, el 28.38% son magallaneros. El segundo equipo en cantidad de seguidores son los Leones del Caracas, 23.00%.
“Ser magallanero no es una cuestión deportiva” afirmaba Temis Mele, “se trata de una religión muy bien cimentada”.