Por Darvin Romero Montiel
Algunos Camaradas se molestan cuando, otro Camarada critica, cuestiona y hasta denuncia desviaciones, omisiones o medidas del Gobierno que, según los primeros, sigue siendo revolucionario y socialista. Quienes portan la camiseta: «con hambre y desempleo, con Maduro me resteo» generalmente aluden el bloqueo y las sanciones internacionales, casi como única razón de la crisis. Pero es que hay un elemento… un factor… una variable, que determina la molestia de muchos que aún se siguen considerando Chavistas: la desigualdad. Sí, la desigualdad de condiciones entre quienes piden resistencia y quienes resisten; entre quienes sobreviven con un salario simbólico y quienes derrochan lujo. La desigualdad en el nivel de vida, entre quienes reclaman y los funcionarios que se escudan en el bloqueo. La desigualdad entre el alcalde, diputado, funcionario que, de la noche a la mañana pasó de vivir en un barrio a una urbanizacion de lujo (sin justificar el cómo) y quienes han tenido que vender sus propiedades para subsistir. La desigualdad entre quienes perdieron su carrito por no poder mantenerlo y andan hoy en autobús… y quienes de andar en autobús pasaron a tripular una camioneta blindada.
He aquí un breve balance de la realidad que algunos «Camaradas» no quieren ver:
- Si al comerciante le aumentan el precio de los insumos, él transfiere ese aumento… y un poquito más al consumidor final.
- Si el banquero necesita más dólares, él aumenta el cobro de intereses a los cuentahabientes.
- Si los educadores de colegios privados piden aumento salarial… estas instituciones aumentan el arancel a los estudiantes.
- Si al chofer de tráfico le aumentan la gasolina y repuestos… él aumenta el pasaje.
- Si a los laboratorios y farmacias les aumentan los aranceles de importación, ellos elevan el precio de las medicinas en un porcentaje mayor.
- Cuando los dueños de clínicas quieren ampliar sus instalaciones, aumentan el alquiler a los médicos inquilinos.
- Cuando al médico inquilino le aumentan el alquiler, él aumenta el costo de las consultas.
- Cuando los supermercados quieren montar una sucursal… aumentan el precio de todos los productos.
- Cuando el vecino de la tiendita del barrio se quiere comprar un celular, suspende los fiaos y aumenta los precios.
- Todo esto sin contar que cada vez que las alcaldías, gobernaciones y el propio Gobierno Nacional a través de sus instituciones aumenta las tarifas de los servicios, entonces los condominios elevan sus alícuotas mensuales.
Es decir, toda una cadena de depredación especulativa que se ha vuelto un círculo vicioso… y en la que participan todos los estratos sociales.
Eso está sucediendo diariamente. Pero cuando una vez al año el Gobierno aumenta el sueldo… automáticamente se reinicia un nuevo ciclo depredador, con mayor fuerza, contra la clase trabajadora. Lo que hace que el poder adquisitivo disminuya en la misma proporción del aumento monetario. - Hace dos o tres años, la remesa de quienes forzosamente se vieron obligados a emigrar, paleaba la situación de quienes se quedaron aquí. Pero ya esos 50 o 100 dólares que se reciben desde el doloroso exilio no alcanza para más de una semana de frugal alimentación.
Las preguntas son las siguientes: - ¿Por qué el bloqueo impide restablecer el sistema público de HCM y demás beneficios asistenciales, pero no la construcción de modernísimos estadios para el deporte rentado y escenarios para traer artistas de afuera que, cobran miles de dólares por eventos y a los cuales solo pueden asistir quienes estén en la cúspide de la pirámide especulativa, enchufados y corruptos?
- ¿Cómo es que el bloqueo impide la adquisición de ambulancias e insumos médicos, pero no la importación de camionetas blindadas y de lujo para funcionarios y nuevos ricos?
- ¿Por qué el bloqueo y las sanciones del Gobierno norteamericano impiden la indexación del salario, pero no el aumento del dólar referencial BCV?
- Que alguien me explique, por qué el bloqueo y las sanciones externas impiden al Gobierno frenar la especulación deliberada.
- No me digan que el bloqueo impide a la Contraloría General de la República investigar, de dónde sacan algunos funcionarios públicos para comprarse camionetas, apartamentos y casas que cuestan 300 veces más de lo que representa su salario anual. Bienes que además exhiben como trofeos en las redes virtuales.
- ¿Será que, además de inducir la imposición del dólar, las sanciones también impiden que el Gobierno frene el aumento de los precios dolarizados?
- ¿Debemos suponer entonces que el Departamento de Estado del Imperio secuestró la Sundee, la Defensoría del Pueblo y demás órganos de protección al consumidor? Porque no aparecen por ninguna parte.
Como diría la célebre vieja de Los Puertos de Altagracia, mejor conocida como «La Vieja de los mangos»… cuando defendiéndose de quienes la acusaban de haber sido muy dura con los inculpados adolescentes que le tumbaron la cerca de su casa para coger unos mangos exclamaba: ¡ no son los mangos, es la cerca»… Camarada !