Por: Wladimir Abreu
«Es cierto que el arma de la crítica no puede sustitu
ir a la crítica de las armas, que el poder material tiene
que derrocarse por medio del poder material
pero también la teoría se convierte en poder material
tan pronto como se apodera de las masas»
Marx.
Jean Jacques Rousseau (28 de junio de 1712 -2 de julio de 1778) , filósofo, escritor, pedagogo y naturalista, es una de las más destacadas figuras del movimiento enciclopedista francés y uno de los más notables representantes de la etapa revolucionaria burguesa, bajo cuyos estandartes las revoluciones de los siglos XVIII y XIX conmovieron el orbe; la Revolución Independentista Norteamericana, La Revolución Francesa, La Guerra de Independencia de España y las Independencias Hispanoamericanas.
Fue autor de cabecera de Hombres como Bolívar, O’Higgins , San Martín, Robespierre; Rousseau fue una voz que orado el muro del feudalismo el oscurantismo religioso , fue portavoz de la razón y la ciencia, quizás hoy no podamos trasladar mecánicamente sus preceptos, pero el mundo de hoy es inexplicable sin hombres como el.
Rousseau y Marx coincidían (salvando sus distancias y posiciones) en qué la alienación del hombre está en la interacción desigual y de dominación que se da en la sociedad. En Rousseau el encadenamiento del hombre feudal al poder monárquico autoritario y religioso. Aunque era obvio que Rousseau no podía ver completamente la raíz económica del régimen feudal, si atacó duramente sus realidades más detestables: la ignorancia, la opresión y el oscurantismo.
En su obra Emilio o de la educación, sostiene que el hombre es bueno por naturaleza, pero habita una sociedad inevitablemente corrupta.
En su obra plantea que para poder vivir en sociedad hay que establecer un sistema educativo basado en el desarrollo natural del niño, en libertad, desterrando el autoritarismo, comprendiendo la naturaleza a través del contacto directo con ella; de allí se inspiraban los paseos al campo del joven Simón Bolívar con su maestro Simón Rodríguez, gran admirador y conocedor de la obra de Rousseau; por ello el francés le otorgaba una gran importancia al trabajo y el aprendizaje de un oficio o arte.
En el Contrato Social, Rousseau planteará un ordenamiento social basado en la igualdad entre los hombres, quienes nacen iguales pero son divididos por la opresión y el oscurantismo; estos hombres en un. «contrato social » deberían asociarse bajo nuevos principios de fraternidad y libertad. Está obra es base fundamental del liberalismo político francés y antecesor de las ideas de la Revolución Francesa, fundamento del republicanismo y de lo más avanzados elementos de la legislación democrático burguesa, hasta que está pasara el testigo histórico a los planteamiento Marxistas a finales del siglo XIX.