Ideas para el Debate en la Construcción Colectiva de un Programa Rectoral.
Chela Vargas
Abrir la universidad al país significa, reencontrar el eje fundamental de su esencia: la democratización del conocimiento. El positivismo racional-tecnocrático que domina el saber universitario, sepulta la condición democrática de la universidad. La UCV ha de ser una institución abierta a todas las corrientes del pensamiento. Intercambio, producción y aplicación del pensamiento complejo desde una práctica integral de las funciones universitarias (Docencia, Investigación y Extensión), integradora de los campos del conocimiento (pluri, inter y transdisciplinaria) e integrada a su contexto de procesos históricos (mundial, latinoamericano y caribeño, nacional, regional, local y comunal). Un centro de encuentro para el debate a partir del análisis crítico de nuestra realidad, que articulado con las experiencias populares genere propuestas de transformación necesarias.
El pensamiento único del dogmatismo neoliberal nos arrastra hacia una producción científica y una formación profesional universitaria de hiperespecialización y supuesta eficiencia, marcada por las necesidades del mercado. Una tecnocracia que desplaza la formación integral del ser humano, reduciéndolo a un instrumento parcial, fragmentado, individualista. Se fabrican graduados desvinculados de la realidad nacional y de sus necesidades sociales, pero prestos a alistarse en el mercado laboral al servicio de la acumulación de capital de los poderosos. Enfrentar este predominio implica contrastar los saberes constituyentes de la cultura humanista de nuestro pueblo con el conocimiento tecnocrático, para romper el cerco ideológico y ponerlos al servicio de la sociedad. Suplantar una educación informativa que enseña la verdad constituida mediante manuales autoritarios por una educación formativa creadora de la verdad constituyente producto de las propias verdades a las que cada quien llega a partir de su práctica concreta (NT, 96).
La universidad constituida se caracteriza por su burocratismo administrativo, el autoritarismo y la politiquería de sus instancias organizativas, la rigidez y linealidad de sus pensa de estudios, con una visión fragmentaria del conocimiento, así como el desequilibrio y desarticulación de sus funciones de docencia, investigación y extensión.
La ciencia, la técnica y la burocracia están íntimamente asociadas. La gerencia universitaria dominada por el pensamiento tecnocrático, carece de una visión de conjunto de la sociedad y del tiempo histórico que les envuelve. Sumidos en el autoritarismo, pragmatismo, inmediatismo, electoralismo y la politiquería, las autoridades universitarias han sido incapaces de diseñar una política coherente para encarar la crisis de la universidad. Han desdeñado la participación democrática de la comunidad. No hay rendición de cuentas de su gestión administrativa y financiera. Cambiar esta estructura burocrática y vacía es imprescindible para la construcción de una verdadera democracia universitaria.
Esta crisis terminal de nuestra UCV exige el estremecimiento de nuestras conciencias. Se requieren profundas transformaciones que partan de las experiencias de resistencia dentro de la comunidad universitaria. Una transformación universitaria que nazca del propio movimiento estudiantil y profesoral, así como de empleados y obreros para superar las prácticas politiqueras oportunistas por un proceso democrático y académico de renovación institucional. Motivados por generar un profundo debate abierto y urgente, presentamos estas ideas para la discusión que esperamos puedan ser enriquecidas con los diversos sectores que integran la comunidad universitaria. La democracia universitaria lo es para la transformación y toda renovación de la universidad tiene que hacerse democráticamente (NT, 96).
Hay que hacer un análisis critico acerca del profesional que queremos formar. Empezar por revisar los contenidos programáticos de los pensa. Hacer una modificación cualitativa de fondo. Los contenidos programáticos, métodos de estudio, hábitos de investigación y exposición. Con una visión clara de la necesidad de entrelazar la cultura y el conocimiento. Esto posibilita la formación de un ser crítico, capaz de enfrentar a la verdades establecidas. De ubicarse en su contexto histórico con una visión integral del mundo.
Tenemos que problematizar el conocimiento a partir de la realidad concreta. Superar la falta de articulación de los reduccionismos para poder interactuar con eficacia en el contexto social. Una práctica pedagógica donde la transmisión del conocimiento se nutra de la investigación y la creación intelectual, ambos catalizados por la interacción con comunidades reales y problemas sociales complejos. Un conocimiento vivo que se imparte en permanente confrontación con la realidad. Una investigación orientada a la profundización de la comprensión de esa realidad demandante de transformaciones. Una interacción que incorpora a las comunidades como sujetos de esas transformaciones.
La democratización de la educación superior es condición fundamental en el proceso de profundización de la democracia venezolana. Es un proyecto acorde con el proceso constituyente que vive el país, con las exigencias de los movimientos sociales y las organizaciones comunitarias que asumen protagonismo con sus luchas. Una propuesta educativa que integra la dimensión ético-política, revalorizando la formación integral al servicio de las necesidades sociales, preparando profesionales competentes y ciudadanos participativos. Un proyecto democratizante que amplía las oportunidades de formación, especialmente para los históricamente excluidos.
ABRAMOS LA UCV !
Al Debate… A la Diversidad… A la Responsabilidad Social…
Equidad y Transparencia! Universidad para Todos!
Haz Conciencia Histórica! Transformación Universitaria Ya!