Por Camilo Amaya
El Gobierno de Gustavo Petro denunció a Viva Air por presunta estafa, luego de que la aerolínea cesó operaciones para presionar a las autoridades a que resuelvan en favor de su solicitud de fusión con Avianca. «Estafaron a miles de personas», aseguró a Sputnik el congresista Duvalier Sánchez. «Debería haber repercusiones legales y económicas».
El 27 de febrero, el mercado aéreo de Colombia colapsó tras conocerse la decisión de la aerolínea de bajo costo Viva Air de cancelar sus actividades de forma inmediata, alegando que la Aeronáutica Civil —entidad que controla la aviación en Colombia— no le daba otra opción en el marco de la negociación de su compra por parte de Avianca, la aerolínea más importante del país, con mayor tradición y con más ofertas de rutas a lo largo del territorio nacional.
Miles de pasajeros nacionales e internacionales quedaron varados en los aeropuertos sin poder viajar a sus destinos. Incluso algunos, momentos previos al comunicado de Viva, habían registrado sus maletas en los mostradores, por lo que quedaron a la deriva.
«[Desde la aerolínea] no respetaron a sus viajeros, ni al Gobierno ni a las entidades que ejercen control aéreo. Tomaron las vías de hecho, suspendiendo sus actividades. Eso constituye una vía de hecho. Chantajearon, amedrentaron y estafaron a miles de personas, que compraron tiquetes minutos antes de cesar operaciones. Debería haber repercusiones legales y económicas», adviertió en diálogo con Sputnik el congresista Duvalier Sánchez, representante del partido Alianza Verde (centroizquierda) y quien ha seguido de cerca el caso.
El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, radicó este 15 de marzo una denuncia penal contra Viva Air por «la presunta comisión de los delitos de estafa agravada en modalidad masa, ofrecimiento engañoso de productos y servicios y otros».
#COMUNICADO | Gobierno presentó denuncia penal contra FAST COLOMBIA S.A.S., (VIVA AIRLINES). Más información 👇🏼 pic.twitter.com/gRBmyXRnZI— MinTransporte (@MinTransporteCo) March 15, 2023
Los clientes no fueron los únicos afectados. La decisión de la empresa dejó en la incertidumbre a más de 5.000 personas con empleos directos e indirectos de la aerolínea, que se enteraron de la noticia por redes sociales y medios de comunicación. También a la industria del turismo, que depende en gran parte del transporte aéreo.
La contingencia de finales de febrero y principios de marzo generada por Viva y asumida por otras aerolíneas no es más que la sumatoria de otras decisiones de dicha empresa junto a Avianca. En el fondo, lo que buscan ambas compañías es fusionarse y convertirse en uno de los holdings aéreos más grandes del mundo, con la participación de otras empresas de la región, con una flota de más de 280 aviones.
El trasfondo de la situación
Aunque Viva y Avianca enviaron solicitud de fusión el 8 de agosto de 2022, un día después de la toma de posesión del presidente Gustavo Petro y de la transición en las direcciones de las entidades, incluida la Aeronáutica Civil, la integración de las dos empresas se dio meses antes bajo una figura legal cuestionable.
«En principio es sospechoso que se presente una solicitud de esa magnitud un día después del cambio de Gobierno. Eso no se comprende en negocios, lo correcto hubiera sido radicar la petición de autorización cuando el Gobierno estuviera normalizado y con todos los ministros y directivos de entidades nombrados y posesionados», indicó Sánchez.
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Por petición de Ultra Air, otra aerolínea de bajo costo, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió una investigación para determinar la posibilidad de esa fusión. Ultra consideró que una alianza entre Viva y Avianca incurriría en monopolio, al acaparar el 60% del mercado de pasajeros aéreos. Y en algunos destinos, la totalidad, destacó Sánchez.
En la investigación, la SIC encontró que, el 29 de abril del 2022, Avianca compró por 240 millones de dólares todas las acciones de Viva Air, integrándola a su holding. De este modo, se unificaron los derechos económicos de ambas compañías aéreas. «Para esto se necesita autorización de la Aeronáutica, encargada de tramitar este tipo de solicitudes», recalcó el congresista.
La petición de fusión llegó meses después. Tanto Viva como Avianca presentaron la solicitud mencionada, argumentando que la aerolínea de bajo costo se encontraba en una grave crisis económica y estaba en riesgo de salir de operaciones, por lo que necesitaba de un salvavidas que sería prestado por Avianca. A juicio del representante, lo que buscaban las empresas era la legalización de dicha unión irregular, que se dio en abril de 2022.
En noviembre de 2022, en primera instancia, la Aeronáutica Civil no les concedió los permisos, por lo cual Viva y Avianca apelaron la decisión. «La Aeronáutica y la SIC decidieron revisar la crisis económica, argumento que [las aerolíneas] usaron para solicitar la fusión, y se encontraron que la magnitud de la crisis no era como la presentaban. Por el contrario, era sospechosa porque Viva no acudió a otras salidas, como poner acciones en venta, pedir créditos para tener más solvencia», explicó Sánchez.
«Como no se permitió la unión, Viva optó por suspender sus operaciones como una forma para presionar a la entidad, dejando a más de 470.000 personas afectadas, que habían comprado tiquetes con ellos», agregó el congresista.
Durante la espera de la resolución en segunda instancia, Viva Air informó del cese de actividades. «Luego de más de siete meses en demoras por parte de la entidad, Viva ha presentado numerosas evidencias al Gobierno colombiano para demostrar que se encuentra en una situación financiera crítica, asegurando que la única forma en que puede continuar volando es que la Aeronáutica Civil permita que esta haga parte de un grupo de aerolíneas más fuerte y capitalizado», se lee en el comunicado.
Equipo Viva 💛 pic.twitter.com/xorbFckoZM— Viva ¡Vuela Más! (@VivaAirCol) February 28, 2023
Otro indicio de la integración irregular es que las personas que quedaron en cabeza de Viva, tras vender sus acciones y separar su derechos políticos y económicos entre dos nuevas empresas, fueron tres exdirectivos del holding de Avianca.
La SIC llamó a esta integración como una «ficción legal». Detrás del entramado de la división de Viva y de su cambio de nombre, están personas de alto nivel que representan los intereses comerciales de la integración.
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Las responsabilidades
Ante este panorama, la Superintendencia de Transporte decidió intervenir a Viva Air con el fin de regular el mercado aéreo, garantizar la competencia y no afectar más a los pasajeros y a la industria por la suspensión de actividades de Viva. Esto garantiza la posibilidad de que los pasajeros pidan la devolución de sus dineros y una indemnización.
El representante Sánchez también habla de compensaciones económicas a operadores turísticos, terceros afectados por el colapso del servicio de transporte aéreo. Mientras se resuelven los casos particulares de los clientes, debe continuar el estudio de la solicitud de fusión y las investigaciones legales y penales por el actuar irregular de Avianca y Viva.
«Confiamos en que la Fiscalía General de la Nación […] determinará no solo si las conductas denunciadas revisten características de delito, sino también, qué personas deberán ser judicializadas en calidad de presuntos autores y/o partícipes de los hechos que se han puesto en consideración del ente investigador y acusador por parte del Gobierno», señaló el Ministerio de Transporte en un comunicado, luego de conocerse la denuncia penal contra Viva presentada por Reyes este 15 de marzo.