Geógrafo Pascual Curcio Morrone; UCV – 1983
“Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción” – Simón Bolívar.
El mayor libertador de pueblos oprimidos del hemisferio estaba muy claro en que la educación
es el más fundamental de los derechos humanos, inalienable, su dominio o posesión no se
debe enajenar o transferir porque es sustancia misma del crecimiento humano y no es posible
separarla de la persona, ya que están unidas por naturaleza y, en tal sentido, la educación
ambiental es prioritaria, tal cual como lo establece la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela en su artículo 107, cito: “La educación ambiental es obligatoria en los niveles y
modalidades del sistema educativo, así como también en la educación ciudadana no formal…”
La vida en libertad es quizás el mayor logro político del ser humano a lo largo de la historia; el
destacado filósofo helénico Aristòteles desde el siglo IV antes de Cristo se refería a ella como
una virtud fundamental para la propia convivencia y la llamó “liberalidad” – eleutherìa en el
contexto teórico de los filósofos de esa época -, pero su ejercicio supone el uso prudente de las
riquezas, es decir, un justo medio entre la avaricia y la prodigalidad, indispensable equilibrio de
impacto político porque se sustenta bajo el supuesto de que la ciudadanía posee la virtud de la
ética – honestidad – en sus actividades cotidianas como requisito mínimo necesario para la
propia existencia unitaria de la “polis” – ciudad -. En tal sentido, la proyección del no respeto a
la legislación vigente por parte de las autoridades electas para el ejercicio del gobierno local, la
ambición económica desmedida en la ejecución de negocios unido al culto de un hedonismo
exagerado que se apodera de todo un colectivo – necesidad de un consumo de bienes y
servicios impuestos mediáticamente como obligación para mantener un “status” en la
convivencia social -, conducen a un estado de desunión ciudadana, locura colectiva, que pierde
la perspectiva de una conveniente convivencia apegada a responsabilidades compartidas y,
por la falta de una expedita justicia social que corrija desviaciones de los principios éticos que
permitieron la propia creación de la vida urbana, se llega al extremo de pasar por alto y hasta
de ignorar o desconocer normativas legales hechas para su propio bienestar como lo son las de
carácter ambiental, su garantía de una vida saludable.
La República Bolivariana de Venezuela posee una legislación en materia ambiental de las más
completas del hemisferio, abarca todo los espacios teóricos que envuelven el propio término
ambiente, incluyendo reglamentos de uso, prohibiciones de actividades susceptibles de
degradar al medio físico – natural y sanciones a infractores, siendo una de las últimas
legislaciones emitidas por el Poder Legislativo Nacional la Ley de Calidad de las Aguas y del Aire
de fecha 28/diciembre del año 2015 y publicada en Gaceta Oficial número 6207 extraordinaria;
sin embargo, todo el colectivo valenciano no se da ni por enterado de su existencia siendo la
normativa legal vigente mas violentada en todo el contexto urbano de la ciudad; un área
metropolitana donde se abren sin ningún tipo de reparos pozos para sustraer aguas de los
acuíferos – ver revista digital Resolver “La apertura indiscriminada de pozos para extraer agua
subterránea como solución al déficit urbano: crimen ecológico y sanitario”, Geógrafo Pascual
Curcio Morrone, 20 febrero del año 2023 -, se drenan aguas residuales sin tratamiento en toda
la extensión de la cuenca endorreica del Lago de Valencia – un cuerpo de agua ecológicamente
muerto -, se queman los residuos sólidos a cielo abierto – manifestaciones del colectivo
popular que hace vida en el sector Tocuyito presionaron para reclamar tal práctica indebida,
siendo mudada por las autoridades locales la disposición de los residuos sólidos domésticos
generados por la ciudad hacia áreas cercanas al Lago ecológicamente muerto, pero
continuando con la práctica de una quema prohibida taxativamente por la Ley -, citaremos por
último un hecho anti ambiental muy de moda y que se ha impuesto desde el punto de vista
mediático en la cotidianidad urbana como factor de revalorización de bienes inmuebles: la
proliferación de plantas para producir electricidad, importadas desde USA y a un costo hasta
diez – quince veces mayor si su instalación fuese en territorio norteamericano; por otra parte,
son de una vida útil muy variable, entre 2500 horas hasta un máximo de 9000 horas de
funcionamiento, por lo que en un corto plazo se convertirán en chatarras contaminantes, un
adicional problema contemplado en la Ley de Sustancias, Materiales y Desechos Peligrosos
publicada en Gaceta Oficial número 5554 del 13/ noviembre del año 2001 y no considerado
por las autoridades ambientales en la ciudad de Valencia.
En efecto, a pesar de que la novedosa Ley de Calidad de las Aguas y del Aire del año 2015
establece claramente en su artículo 61 la PROHIBICIÔN de generar nuevas fuentes de
contaminación atmosférica, precisamente a partir del referido año se vienen sucediendo en la
ciudad de Valencia una serie de apagones e inestabilidad en el suministro del servicio eléctrico
que ha conducido a un estado de alarma generalizado donde ha predominado la idea o
posibilidad en el colectivo de una dotación privada, anárquica, sin ningún control por parte de
los entes del gobierno como la misma Ley lo exige para poder continuar con la normalidad de
un servicio básico que por Ley debe ser suministrado por el Estado; llegándose actualmente a
una proliferación de plantas generadoras de energía eléctrica en residencias y mediáticamente
inducido tal consumo por una publicidad que muestra una facilidad para adquirir e instalar
estas maquinarias – todas importadas –, ocultándose el potencial de muerte que en ellas
existe y el cual explicaremos a continuación.
https://youtu.be/tj1humyExcE
El informe “Costs of air pollution from european industrial facilities 2008 – 2012” realizado por
la Agencia Europea de Medio ambiente (AEMA) y publicado en diciembre del año 2014,
precisó que el sector más contaminante es el eléctrico en cuanto a emisiones de gases de
efecto de invernadero a la atmósfera – con daños severos a mortales en la salud de los
ciudadanos y su medio ambiente, la producción de un Mwh genera una emisión de hasta 688
kg. de monóxido de carbono (CO), con la condición de existencia de un estado óptimo de
funcionamiento y/o mantenimiento de la planta generadora -.
Una planta para la generación de electricidad de 10kvA puede producir la misma cantidad de
monóxido de carbono de decenas de autos y puede matar a toda una familia en minutos si su
concentración supera los 50 ppm (partes por millón) – límite internacionalmente aceptado
(REL) 35 ppm – y, aunque su concentración en la atmosfera se estima en 0,001%, el problema
de su toxicidad se enfoca principalmente hacia las zonas urbanizadas y con impactos severos a
la salud en espacios cerrados, por lo que todas las legislaciones internacionales recomiendan la
instalación de estas plantas, de estar autorizadas por la autoridad competente, a una distancia
lejana de, al menos, 10 metros de cualquier habitación dormitorio – concentraciones
ambientales superiores a 1/20 produce muerte fulminante, realidad que puede ocurrir con
facilidad en espacios cerrados, característica físico – espacial intrínseca de todos los
condominios residenciales urbanos -. La intoxicación por monóxido de carbono – atención, no
es el único contaminante que producen estas plantas generadoras de electricidad, también
producen oxido de nitrógeno, hollín, compuestos de azufre y plomo, metales pesados por el
desgaste de sus aleaciones debido a la intensidad de la combustión como mercurio, cadmio y
arsénico entre otros – es peligrosa para las personas y mascotas porque se fija en la
hemoglobina de la sangre impidiendo el transporte de oxigeno a todo el organismo, no tiene
olor y a la hora de sentir un ligero dolor de cabeza ya es demasiado tarde, la vida se nos fue –
como punto positivo acotamos que este gas se diluye muy fácilmente en el aire, espacios
libres, y el tradicional viento fuerte que caracteriza las tardes – noches en la ciudad de
Valencia, el estigmatizado “silbón”, es un gran aliado para disolver su concentración -. La
intoxicación por monóxido de carbono es la principal causa de muerte por inhalación de gases
en USA y, en general, es la causa más común de lesiones y muertes por envenenamiento en
todo el planeta – Buchelli, H. y otros, “Niveles elevados de carboxihemoglobina: fuentes de
exposición a monóxido de carbono”; España año, 2014 -.
En Europa por ejemplo, se prohíbe la instalación de plantas generadoras de electricidad en los
pasillos y/o áreas comunes de los condominios por ser un riesgo no solamente de tipo tóxico
gaseoso sino también por su alto riesgo de fuego – España, articulo 39 de la Ley de
Condominios – y se le imponen condiciones a los generadores de más de 10 caballos de fuerza
– alrededor de 7,4 kilowatts – y límite de ruido hasta 50 decibeles en zonas residenciales – otro
problema ambiental más que acarrean las plantas eléctricas -. En Venezuela, el artículo 9 de la
Ley de Propiedad Horizontal (Condominios) en su numeral C es taxativo: prohíbe todo tipo de
mejoras en los condominios residenciales que fueren perjudiciales a la seguridad, solidez o
condiciones ambientales del inmueble, y la Ley Orgánica del Ambiente fija límites de ruidos en
zonas residenciales según horarios: 55 decibeles después de las 7 am y hasta las 10 pm –
máximo ruido permitido un televisor a volumen medio – y entre 10 pm y 7 am del amanecer la
intensidad sonora no debe superar los 45 decibeles – el ruido de una heladera -. En Puerto
Rico está prohibido el encendido de plantas para la generación de energía eléctrica entre las
10:01 pm hasta las 6:59 am del día siguiente y existe una legislación ambiental que las regula
severamente y fiscaliza con rigidez debido a la mala experiencia sufrida luego de los desastres
ocasionados en el año 2017 por el huracán María, en su desesperación ante la falta del fluido
eléctrico la población se concentró en adquirir y operar plantas individuales para su
generación, lo que ocasionó un problema grave de salud pública adicional a la ya tragedia
acaecida.
Las empresas importadoras, ensambladoras e instaladoras de plantas generadoras de
electricidad – potencialmente asesinas -, operan en Valencia a sus anchas con total libertad
tanto del punto de vista funcional operativo – importación, ensamblaje y distribución – como
mediático – promoción -, sin ningún control ni supervisión ambiental por parte de las
autoridades responsables por Ley escrita, y ofrecen seguridad cuando la realidad es
complicada porque el manejo de tales plantas requiere de una experimentada formación
profesional; si un generador eléctrico se sobrecarga producirá energía intermitente,
inestabilidad eléctrica y los artefactos eléctricos de nuestros hogares pueden verse afectados
de igual manera como vienen siendo afectados por los inexplicables apagones que,
tácitamente en nuestro subconsciente, han y siguen promocionado la proliferación de tales
plantas, violentándose los artículo 12 y 13 de la Ley de Sustancias, Materiales y Desechos
Peligrosos, Ley que también establece en su artículo 61 de manera taxativa la obligatoriedad
de un registro de actividades susceptibles de degradar al ambiente y la salud de todos, registro
que debe llevar el Ministerio del Poder Popular para el Eco socialismo, al igual que el
monitoreo y verificación de la calidad del aire en toda la ciudad.
Concluyo el escrito haciéndole un llamado a las autoridades nacionales del más alto nivel de
gobierno que firmaron el Acuerdo de Paris COP21 a finales del año 2015 donde la Nación
Bolivariana se comprometió en reducir las emisiones de carbono y esto no se cumple, al
menos en la jurisdicción del Estado Carabobo evidenciado por el indiscriminado uso de plantas
generadoras de electricidad, para que adelanten una investigación de carácter ético –
ambiental en toda la Región carabobeña y en particular en el área metropolitana de Valencia,
a fin de determinar si los reiterados y largos apagones, y cortes en general de otros servicios
públicos, obedecen a problemas puntuales de mantenimiento o están conectados a una red de
importadores – distribuidores de maquinarias con efectos potencialmente nocivos a la salud
pública y al medio ambiente, con tentáculos en el poder político regional que propician la
desestabilización emocional de la ciudadanía y nos lleva a tomar caminos desesperados en la
búsqueda del necesario servicio de energía eléctrica, entre otros servicios…es éticamente
obligante.
Síntesis hoja de vida profesional:
Geógrafo Pascual Curcio Morrone, UCV- 1983; Especialista en Análisis de Datos, UCV–
1989; Especialista en Fotogrametría, IPO, adscrito a la Universidad de Stuttgart,
Alemania 1990; Fundador y primer Coordinador del Programa de Estadísticas
Ambientales del Instituto Nacional de Estadísticas de Venezuela con 6 publicaciones:
“Índice de Calidad Ambiental, ICA”, año 1998; “Estadísticas Ambientales de
Venezuela”, año 1999; “La Dicotomía Urbano – Rural en la Realidad Venezolana”, año
2000; “Generación de Residuos Sólidos y Urbanismo”, año 2000; “Cuentas de Agua y
Urbanismo”, año 2003; “Índice de Calidad Ambiental, ICA”, año 2004. Otras
publicaciones distintas a la temática propiamente ambiental: “Marco Conceptual del
Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario 2006 – 2030”, IAFE ahora IFE, año 2005; “Un
Cuento Helénico Y Otros Más”, editorial Círculo Rojo, España, año 2019.
Pascualc21@hotmail.com; Cardenalitolito@gmail.com
Caracas, 30 de marzo del año 2023