Paramilitarismo y presencia guerrillera en la frontera colombo-venezolana

Por: Danna Urdaneta 

Las poblaciones que habitan la frontera binacional ubicada entre Colombia y Venezuela protagonizan un genocidio continuado. La posibilidad de un acuerdo de cese al fuego entre el gobierno colombiano y el ELN podría lograr un verdadero alivio en la frontera y acabar con el paramilitarismo.

El 2 de enero de 2022 estalló el conflicto en Arauca con 27 asesinatos sin signos de combates en distintos puntos del departamento. Los muertos aparecieron desarmados y vestidos de civil en las vías de municipios fronterizos. Al respecto, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) confirmó que el conflicto incluye a milicianos de las estructuras del Décimo Frente y sus aliados en la confrontación: el Frente 28 y 45 y el Tren de Aragua, este último una mega anda venezolana.

2021 fue el año del conflicto en el estado venezolano de Apure con la profundización de la crisis económica, los efectos de las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos contra Venezuela, la crisis migratoria y el conflicto transfronterizo. 2022 fue el año del conflicto en el departamento colombiano de Arauca, una región que ya venía con una larga y profunda crisis humanitaria. Alirio Uribe Muñoz, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, denunció el 30 de enero de 2022 con una fotografía de un combatiente muerto que estos paramilitares usan uniformes del Ejército colombiano y brazaletes de las FARC-EP.

¿Quiénes son los jefes del Décimo Frente, Frente 28 y Frente 45?

Aunque la intensidad de la violencia en el departamento recuerda a la guerra de 2005-2010 entre las antiguas FARC-EP y el ELN, los jefes guerrilleros de la época no corresponden a los jefes paramilitares que hoy lideran las estructuras homónimas mencionadas.

Jorge Eliecer Jiménez Martínez es el nombre legal de Jerónimo, Arturo Paz o Arturo Ruiz, estos últimos son los seudónimos por los cuales se conoció al jefe del Décimo Frente. Omar Pardo Galeano es el nombre legal de Antonio 28 o Antonio Medina, igualmente, estos últimos son los nombres de guerra del jefe del Frente 28. Ambos salieron de la cárcel por el Tribunal de Justicia y Paz creado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez para juzgar a los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Según la Fiscalía General de la Nación en Colombia, Héctor Aguilar o Pescado, jefe del Frente 45, fue el responsable por las Autodefensas Unidas de Casanare del secuestro y asesinato en 2014 de Samuel Bohórquez Vásquez, alcalde de Cubará en Norte de Santander.

Recientemente la Revista Raya de Colombia publicó en «¿Están las disidencias infiltradas por el Ejército?» un documento del Tribunal de Justicia y Paz con el testimonio de Omar Pardo Galeano o Antonio Medina donde confirma que desde que desertó de las antiguas FARC-EP en 2009 trabaja con el Ejército y la Policía colombiana para capturar e identificar a miembros de la antigua guerrilla de las FARC-EP.

Efectivamente, las estructuras mencionadas operaron de un lado a otro de la frontera estos años. Estos jefes paramilitares utilizaron ayer y utilizan hoy las siglas de las antiguas FARC-EP para desestabilizar a Venezuela en 2021 e iniciar 2022 el genocidio contra el liderazgo social araucano y liquidar al liderazgo comunitario venezolano de la frontera.

Conflicto en Puerto Páez-Apure

Puerto Páez pertenece al municipio Pedro Camejo del estado Apure, frontera con Colombia. El panorama que denunció Juan Francisco García, exdiputado del PSUV y apureño, es desolador. En «SOS Puerto Páez-Apure: urge construir la paz» cuenta cómo desde hace décadas el abandono y la criminalización de la pobreza ha hecho a este pueblo dependiente de las políticas de Puerto Carreño en el departamento colombiano de Vichada y relata los desplazamientos al otro lado de la frontera producto de los combates en el despliegue de la Operación Escudo Bolivariano (OEB) del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb) de Venezuela.

El asesinato de José Urbina el 10 de enero de 2022 y la desaparición y asesinato de Juan de Dios Hernández el 25 de marzo en Puerto Páez, epicentro de la OEB contra los Tancol (Terroristas Armados Narcotraficantes de Colombia), reveló que el conflicto no es como lo refleja la mediática oficial venezolana. Hasta el día de hoy las «amenazas a la soberanía nacional» no han sido caracterizadas en términos políticos y militares por el Ceofanb.