Por: Andrés Giussepe
A veces yo no logro descifrar donde hay más enemigos económicos de la revolución Bolivariana. Adentro o afuera. Porque cuando uno vuelve y vuelve a escuchar al diputado Jesús Farías, Presidente de la Comisión Permanente de Finanzas de la Asamblea Nacional y Vicepresidente de Economía del PSUV, eso es para coger unas cotufas, sentarse en un sillón y ponerse a reflexionar hacia donde va nuestro país con voceros económicos como él.
Porque últimamente, sus discursos sobre la inflación y el salario parecieran estar un tanto alejados de la realidad económica y sindical del país. Vive cayéndole coba a la sociedad venezolana sobre su futuro, la recuperación de su poder adquisitivo y la salida de la crisis que tenemos en la actualidad.
Porque ¿cómo el diputado va a salir diciendo que «el bolívar se está recuperando» cuando en el ultimo año la devaluación de ese bolívar con respecto al dólar ha sido por el orden 487% y con tendencia a seguir creciendo.
Cómo va a decir que el bolívar viene recuperando espacios en la economía debido a que su uso es más frecuente. No sé cómo el diputado presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, permitir que el diputado Farías diga eso en nombre de la Asamblea Nacional y no le llame la atención.
Será que Farías cree que el pueblo de a pie, los trabajadores, pensionados, militares y jubilados son estúpidos, y se van a creer ese cuento que ahora su salario o ingresos familiares que reciben en bolívares compran más bienes y servicios que hace un año, seis meses, tres meses o hace un mes atrás.
Cómo va a decir en un medio de comunicación masivo, como si fuera un triunfo de guerra, «que nosotros estamos recuperando terreno y normalizando el tema inflacionario, y que vamos a posicionar nuevamente el bolívar». Lo vamos a posicionar con respecto a qué?
Acaso, ¿no sabe que lo normal en Venezuela es que tenemos una economía inflacionaria?
¿Qué carajo es eso de que el bolívar se va a volver a posicionar? ¿Eso quiere decir que el bolívar se va a fortalecer más que el dólar o el euro, o el yuan, o las libras esterlinas? ¿Eso es lo que quiso decir el diputado?
Porque si fue eso, entonces sus asesores y desde el BCV le están pasando datos falsos de la economía Venezolana, porque como lo dije comenzando, el mismo BCV pública todos los días la forma como el bolívar se ha venido devaluando, como viene perdiendo poder de compra con respecto al dólar y el euro.
¡Claro que la gente tiene más bolívares en el bolsillo!, pero para pagar un dólar más caro, un kilo de arroz más caro o un cartón de huevos más caro.
El diputado también dijo como si fuera un logro, que la inflación se ha venido desacelerando, porque «estamos en tres dígitos y con la tendencia a la baja».
Entiendo que cuando el diputado Farías dice que la inflación es de tres dígitos, es decir, que oscila entre 100 y 999 por ciento, pero con tendencia a la baja, significa que hay algunos precios de bienes y servicios que han venido bajando su ritmo de crecimiento.
Bueno, ¡realmente eso está ocurriendo!, pero está ocurriendo porque estamos entrando en una de las fases más peligrosas de la economía que es la estanflación: inflación con estancamiento, que es cuando el ritmo de crecimiento de la inflación es más rápido que el ritmo de crecimiento de la producción. Ese es el paso previo para la gran depresión. Porque todos los venezolanos sabemos que los salarios son bajos, que no cubren la canasta básica que estipula el artículo 91 de la Constitución. Que es un salario que ya ni siquiera permite pagar transporte, hacerse chequeos médicos, ni comprar pañales para nuestros abuelos mensualmente, ni productos en ofertas en los mercados o centros comerciales.
Es una situación que si no se corrige rápido, tarde o temprano llevará a los empresarios y comerciantes a tener que cerrar porque ya sus ingresos no les están dando ni siquiera para cubrir los costos operativos y gastos mínimos para mantenerse abiertos.
Eso llevará a una quiebra masiva de pequeños y medianos empresarios, al incremento del desempleo, familias sin ingresos y gente entrando en la pobreza extrema.
Lo único que puede detener ese camino a la gran depresión y al colapso económico, tomando en cuenta que tenemos una industria petrolera limitada y boicoteada por Estados Unidos, es que busquen la forma de generar e inyectar dinero de manera endógeno, es decir, que generen dinero sobre la base de las necesidades de consumo y de la producción interna y no esperando un milagro petrolero o el perdón imperial, como recomiendan los asesores extranjeros, que todos sabemos podría tardar varios años.
No podemos seguir permitiendo que los productores boten los tomates o los cambures a los ríos, que los comerciantes sigan vendiendo a perdida, que los anaqueles estén full y las tiendas llenas de ropas y zapatos de 5 dólares pero que no venden nada en un mes.
Es por eso que insistimos: hay que reactivar la economía por el lado de la demanda agregada interna, es decir, que se aumente el salario al mínimo vital Constitucional indexado, que se lance «dinero marcado» para que aumente el consumo y las ventas de bienes y servicios nacionales, y no importados como se ha venido haciendo en los últimos años.
Eso estimulará la inversión interna, el empleo, aumento de la recaudación fiscal, el gobierno tendrá más para el gasto público, y en esa dinámica, se detenga el ritmo de crecimiento de la inflación, y la economía se estabilice en el corto plazo, a pesar de la guerra Económica, el bloqueo, las sanciones imperiales y la corrupción.
Porque si se sigue pensando en el largo plazo como lo piensas algunos asesores del gabinete económico, de seguro todos estaremos muertos por hambre o enfermedad.