¿Machado irá a primarias con el CNE para ejercer el «liderazgo legítimo» de la oposición? (Foto: Reuters)
La Comisión Nacional de Primaria, encabezada por Jesús María Casal, anunció el pasado 2 de junio que pedirá al Consejo Nacional Electoral (CNE) la asistencia técnica para la organización de las elecciones primarias del 22 de octubre de 2023. Esto ha motivado la respuesta de la precandidata por el partido Vente Venezuela, María Corina Machado, quien dijo al día siguiente que la comisión no había explicado qué significa la asistencia técnica y refirió que no hay claridad sobre qué tanta incidencia tendrá el ente electoral en ese proceso interno.
Su formación política emitió un comunicado afirmando: «Las primarias que queremos los venezolanos son aquellas donde todos, dentro y fuera del país, elegimos y contamos nuestros votos».
¿NO AL CNE?
A continuación, algunas de las declaraciones que la precandidata, autoproclamada centroliberal, ha emitido respecto al Poder Electoral.
En junio de 2020, cuando rechazaba de plano la vía electoral, pedía una «Operación de Paz y Estabilización para poder restablecer la democracia en el país». Ante el nombramiento de un nuevo CNE por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró que el hecho «estaba cantado» y que no quedaba otra vía sino el derecho a «proteger» (responsabilidad de proteger o R2P), que calificó de legítimo. Como es sabido, la Asamblea Nacional electa en 2015 estuvo en desacato desde 2016 y el TSJ tuvo que asumir funciones legislativas, ante lo cual ella sostuvo sucesivos llamados a la intervención militar contra Venezuela.
En abril de 2022 expresó: «Yo me quiero medir. Yo se lo he dicho, yo me mido con quién sea. Eso sí, sin CNE porque no creo en esos vagabundos, sin TSJ, sin Plan República, sin máquinas, porque esas maquinitas obviamente son una caja negra».
En enero del año en curso, cuando el «interinato» se preparaba para desaparecer, publicó un video desmarcándose de la derrota opositora. Volvió a apoyar unas elecciones primarias, pero con voto manual, y convocó «a luchar» para que el candidato opositor fuera elegido sin la asistencia del CNE. Afirmó:
«Los espectáculos dantescos que están dando de lado y lado, aunque nos asqueen, no nos pueden paralizar (…) ha quedado claro que para derrotar al régimen primero tenemos que desplazar a esa oposición y ese nuevo liderazgo no lo pueden elegir ni los criminales del régimen ni sus cómplices y derrotados».
En marzo pasado dijo que no participaría en una primaria «chimba», que no contemple los votos de los emigrados y mucho menos una en la que meta sus manos el CNE. Además dijo que una votación manual serviría de estándar, aun cuando en el mundo existe la tendencia a automatizar los procesos electorales y garantizar la mayor transparencia posible.
«Si la Comisión Nacional de Primaria claudica y cede ante las pretensiones del CNE, no me estarían excluyendo a mí como candidata, sino a la gente», dijo en abril pasado, insistiendo en la importancia de convertir la elección opositora en una «amenaza real» para el gobierno nacional. Machado asume que las primarias se han convertido en «una preocupación para el régimen» y «por eso usan uno de sus tentáculos para impedirlas: el CNE».
«Tenemos que salvar las primarias de las captahuellas», dijo en mayo pasado desde Yaracuy asegurando que «el régimen» insiste en ser árbitro del evento electoral interno. La exdirectora de la ONG Súmate agregó que la «sociedad civil» tiene la capacidad para organizarse y realizar las elecciones atacando a quienes plantean contar con el apoyo del CNE diciendo: «Hay unos que le tienen miedo a la gente, les gusta que Jorge Rodríguez les cuente los votos». Queda en el aire la interrogante sobre si hablaba de la misma sociedad civil que tropezó en la organización de las elecciones en mayo de la Universidad Central de Venezuela.
PREGUNTAS INCÓMODAS
La precandidata afirmó que «las sanciones son una herramienta de negociación» durante un foro organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), think tank de Estados Unidos. También declaró que la oposición legitimaría su liderazgo en las primarias de octubre próximo. Queda la pregunta incómoda respecto a su participación en el evento electoral, que contaría con la asistencia del CNE y cuyos equipos deberán ser resguardados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. ¿Su respuesta será afirmativa? ¿Machado irá a primarias con el CNE para ejercer el «liderazgo legítimo» de la oposición? Si es así, queda por saber cuál sería su control de daños a la hora de contradecir sus declaraciones durante dos décadas contra el máximo organismo electoral.
Otra pregunta que surge a partir de su discurso es si aceptará que, mientras las medidas coercitivas unilaterales permanezcan, el proceso electoral de 2024 será alterado por los efectos que generan en la economía y cotidianidad de los electores a quienes intentará convencer.
Por último, una pregunta es si cambiaría su discurso extremo en caso de ganar las primarias para sentarse a negociar en las mesas de diálogo nacional, dado que, según sus palabras, ella facilitaría la presencia del «pueblo venezolano» en dicho espacio.
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