¿Porqué el ataque hacia Maria Alejandra Díaz?


Maria Alejandra Díaz no se ha proninciado como candidata, para nada lo ha hecho, pero la atacan de lado y lado con mucho odio acentuado. Mario Silva por el lado neoliberal gobernante y Lara Farias por la extrema derecha que odia y desea revancha y exterminio. ¿Porqué será?, ¿qué les causa tanto temor a estas cúpulas capitalistas al percibir a María Alejandra Díaz como una posible rival muy peligrosa en contra de sus intereses?

El neoliberalismo gobernante no logra alcanzar un 10% de aceptación popular, están moribundos políticamente hablando y en su desespero por tratar de recuperarse, de tener nuevamente afectos, en vez de sumar, restan por sus reiteradas torpezas. Las bases del chavismos, que en su momento unidas y organizadas, fueran la fuerza política más grande de Latinoamérica, hoy los rechazan por haber desviado el proyecto original Bolivariana y Socialista al neoliberalismo, el cual creó una nueva élite económica llamada la nueva burguesía, que no es cónsona con ningún proyecto revolucionario con características socialistas. Por tal motivo, la izquierda real en el país se reagrupa desde las bases populares, ven a María Alejandra Díaz como un referente válido para impulsarla como candidata y eso es motivo de mucha preocupación para la élite gobernante mermada y en decadencia.

Por su parte la oposición tradicional venezolana, está igual de moribunda, ya que sus líderes no gozan de ningún tipo de credibilidad por los engaños y pactos reiterados con los neoliberales gobernantes y la mayoría de sus seguidores decepcionados, andan a la deriva y en busca de quién los oriente con un plan país que los libere de la crisis sin precedentes y en vista de que los discursos que escuchan, son dirigidos al odio, a la revancha y al exterminio, que no solucionan absolutamente nada el malestar general de los venezolanos que simplemente quieren vivir en paz y con un salario digno como lo establece la Constitución.

Estos líderes se engolosinaron y creyeron, que las bases revolucionarias y chavistas mayoritariamente también decepcionadas por el rumbo neoliberal que le dieron a la revolución, se iban a sumar a ellos como borregos y con cabezas agachadas los iban a apoyar plenamente, pero subestimaron como siempre lo hacen a la sabiduría popular, que prefirió unificarse y apartarse de una polarización que negocia en los momentos cruciales sus propios intereses grupales.

La oposición tradicional venezolana toda unida, no llega a un 20% de aceptación popular, quedando una población de más del 70%, que rechaza a ambos lados y ellos lo saben. De allí, el gran temor a la conformación del nuevo referente que se gesta en torno a una figura proba, digna y enmarcada dentro de la constitución, como María Alejandra Díaz Marín.

Las masas populares están bien claras; ni con corrupción galopante, ni con el odio revanchista exterminador. El pueblo se reagrupa y se organiza desde sus bases aún pensando distinto, tan solo esperamos por ella y por su decisión.

Por: José Luis Ibrahin Esté.

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