Para nosotros el comunismo no es un estado que debe implantarse,
un ideal al que hay que sujetar la realidad.
Nosotros llamamos comunismo al movimiento real que anula
y supera el estado de cosas actual.
Carlos Marx
09/06/2023.- Nguyễn Tất Thành tenía apenas 21 años de edad cuando se ausentó de Vietnam. Su nombre de pila fue Nguyễn Sinh Cung y había nacido el 19 de mayo de 1890 en la aldea Kim Liên, que hoy pertenece a la provincia Nghệ An, ubicada a unos trescientos kilómetros al sur de Hanói, la capital de la República Socialista de Vietnam. Estamos hablando de quien se convertiría en 1942 en el célebre Hồ Chí Minh, máxima figura de la Revolución vietnamita, cuya acción revolucionaria liberó también a la hoy República Democrática Popular de Lao y al Reino de Camboya, países que también integran la península indochina.
El cinco de junio de 1911, como un joven vietnamita más, entre los miles que abandonaban aquel esclavizado país de tan solo 331.210 km2, Tất Thành ascendió la escalerilla del vapor francés Admiral Latouche-Tréville, para ofrecer sus servicios como ayudante de cualquier cosa. Su físico, flaco y de baja estatura, no convencía al armador de la embarcación, pero el inquieto muchacho de Nghệ An apeló a la magia de su discurso para, efectivamente, ser aceptado como pinche de cocina, un trabajo duro que exigía fortaleza física y una intensa faena diaria, como la de cargar sacos de verduras, extenuantes faenas de limpieza y lavar grandes ollas y otros instrumentos de cocina, además de servir comida a unos setecientos pasajeros. Todo, sin embargo, pareció poca cosa para un pequeño joven de ideas grandes y de sueños libertarios.
Desde su arribo a Marsella, donde inició su andar por tierras extranjeras, Văn Ba (su nuevo seudónimo) inició las búsquedas de lo que había motivado su aventura como marinero accidental. En primera instancia, ejerció varios oficios para subsistir en aquel medio desconocido. En Francia, para ganarse la vida, laboró como cocinero y jardinero en Saint-Adresse, cerca de Havre. Luego, en una segunda parada, ingresó a Inglaterra, donde se desempeñó como limpiador de nieve en una escuela y mesonero en un restaurante londinense, sin descuidar la asistencia a eventos políticos. Rápidamente, se unió al Sindicato de Trabajadores de Ultramar, de apoyo a la causa de los irlandeses; además estableció sus primeros contactos con vietnamitas residentes en Inglaterra, como el activista Phan Châu Trinh.
A tres años de su estadía en Europa, el joven vietnamita viajó a Estados Unidos, para contactar líderes revolucionarios de Nueva York y Boston, donde lo impactó el desprecio hacia la población afroamericana, con lo cual confirmaba su visión y posición críticas frente al capitalismo. También tuvo la oportunidad de conocer la realidad de las colonias francesas en África, donde se relacionó con activistas anticolonialistas, sobre todo en Argelia, Túnez, Senegal y otros países explotados por los gobiernos de España y Portugal.
Después de ese largo periplo, el viajero indochino asumió el nombre de Nguyễn Ái Quốc, con el cual se consolidó como una importante figura vietnamita en París, donde ingresó al Partido Socialista y se hizo articulista de Le Populaire, gracias a su relación con Jean Longuet, nieto de Carlos Marx. En ese mismo órgano socialista se desempeñó como caricaturista y retocador de fotografías; además, creó el tabloide Le Paria, órgano dirigido a las organizaciones anticolonialistas africanas, sobre todo las francesas.
Encuentro con el marxismo
Ái Quốc, ya convertido en un militante comunista, tras una profunda formación política de unos veinte años, en la capital francesa, ya había logrado el objetivo que lo había motivado a dejar su país, como era conocer la interioridad política de la nación que había invadido Vietnam en 1858, además de nutrirse de una teoría filosófica-política como el marxismo, que lo guiaría en su meta de liberar el territorio indochino del colonialista francés.
Antes de su viaje por el continente europeo y otras latitudes, el líder vietnamita no compartía las ideas puramente nacionalistas de los primeros grupos que enfrentaban a los invasores franceses, por considerarlos carentes de una razón teórica de liberación nacional que los condujera hacia un nuevo sistema de gobernabilidad que sacara al país del hambre y la misera en que estaba sumido por el colonialismo europeo y los latifundistas locales.
La formación política adquirida durante su larga estadía fuera del país le permitió al viajero indochino convertirse en activista comunista, gracias a su acercamiento al Partido Socialista de Francia y posteriormente como cofundador del Partido Comunista, que le abrió las puertas de la III Internacional Comunista (Cominter) y le marcó el camino para conocer in situ la primera revolución marxista del planeta, que el 17 de octubre de 1917 había logrado deponer al zarismo ruso, bajo la conducción de Vladímir Ilích Lenin.
Luego de tres décadas fuera de su país, Nguyễn Ái Quốc («El Patriota») asumió el 29 de agosto de 1942 un nuevo seudónimo, Hồ Chí Minh («El que Ilumina»), para iniciar con la fuerza interior de la ideología marxista-leninista la construcción de una poderosa organización revolucionaria, unificando a los numerosos grupos nacionalistas que operaban desde el sur de China, muy cerca de Vietnam. Hồ Chí Minh funda en Hong Kong el Partido Comunista Indochino, el futuro Partido Comunista de Vietnam, que en 1945 logra su primera gran victoria al liberar el norte vietnamita para crear la República Democrática Popular de Vietnam, con el Tío Hồ como Presidente. Fue aclamado como tal el 2 de septiembre de 1945, en la plaza Ba Đình, donde hoy se encuentra el mausoleo del gran líder, desde 1969, año de su fallecimiento.
Para tener una buena cosecha debemos deshierbar el campo, de lo contrario el arroz crecerá mal a pesar de un arado cuidadoso y abono abundante. Para tener éxito en aumentar la producción y practicar el ahorro, también debemos deshierbar el campo, es decir, eliminar la malversación, el despilfarro y la burocracia. De lo contrario, dañarán nuestro trabajo.
Ángel Miguel Bastidas G.
Fuentes de consulta:
Borton, L. (2010). Hồ Chí Minh, a jouney. Vietnam: Editorial Thế Giới
Luân, M., Xuân, Đ. y Tiên, T. D. (2008). Hồ Chí Minh, de la infancia a presidente. Vietnam: Editorial Thế Giới.