July 04, 2023
Recientemente, el ultraconservador expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reveló durante un acto de precampaña electoral el verdadero objetivo que persiguió con las criminales sanciones unilaterales contra Venezuela durante su gobierno: colapsar la economía nacional para propiciar un cambio de gobierno y así apoderarse de la riqueza petrolera del país.
La cúpula gubernamental y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y su maquinaria propagandística no perdieron la oportunidad de utilizar la confesión de Trump para alimentar la narrativa con la que buscan absolver a la administración del presidente Maduro de cualquier responsabilidad en la crisis del país.
Incluso los más despreciables de estos personajes han tenido el descaro de señalar con el dedo al Partido Comunista de Venezuela (PCV), buscando poner en duda su carácter antiimperialista. La oposición de derechas no se queda atrás. Después de alentar y celebrar las agresiones de la administración Trump contra el pueblo venezolano, ahora salen a condenar su discurso. Muchos de estos partidos y dirigentes políticos de derecha que ahora repudian a Trump, antes apadrinaron al gobierno «interino» de Juan Guaidó, quien llegó a decir públicamente que estaba sobre la mesa la opción de una posible intervención militar extranjera para el «cese de la usurpación».
Los argumentos de la oposición derechista y del gobierno coinciden en un aspecto: ambos creen que el pueblo trabajador sufre de amnesia permanente. Es una pérdida de tiempo responder a los personajes que sirven a los laboratorios de guerra sucia que intentan desprestigiar al PCV. El pueblo trabajador conoce la trayectoria antiimperialista del PCV y hay abundante información sobre la posición de los comunistas ante la política de Trump contra Venezuela, incluso en los medios de comunicación oficiales, que en ese momento estaban ocupados cubriendo las denuncias y acciones internacionales y nacionales que nuestro partido llevó a cabo para enfrentar la injerencia imperialista en el país.
El PCV siempre ha denunciado que tras la retórica de defensa de los derechos humanos y la democracia con la que el imperialismo norteamericano encubre sus agresiones contra Venezuela se esconde el deseo de hacerse con el control de sus recursos energéticos y riquezas minerales. Fuimos los primeros en señalar que la orden ejecutiva de Obama, ratificada luego por los gobiernos de Trump y Biden, era el inicio de una ofensiva que escalaría a medidas económicas más graves en su conjunto y abriría posibilidades a una agresión militar directa.
De la ingenuidad gubernamental a la rendición del país
En su momento, exigimos al gobierno de Nicolás Maduro acciones para fortalecer la capacidad de protección de la actividad industrial, la producción de alimentos y medicinas, así como la infraestructura de servicios ante una posible intensificación del asedio imperialista. Mientras tanto, el gobierno y la dirección del PSUV demostraron que sólo utilizaban un discurso «antiimperialista» como retórica vacía con fines políticos. El gobierno nunca imaginó que la agresión imperialista se intensificaría, como confesó el propio presidente Maduro. Los estrechos lazos que unen a la vieja y nueva burguesía nacional con los intereses de Estados Unidos y Europa generaron resistencia en la cúpula gubernamental a creer en la posibilidad de una ruptura total de relaciones con los países receptores de los capitales fugados y robados de Venezuela.
Pero esa no fue la única ingenuidad del gobierno del PSUV. Entre 2014 y 2017 gastaron más de 100 mil millones de dólares en el pago del servicio de la deuda para ganarse el beneplácito del capital financiero mundial, creyendo que así se abrirían nuevas posibilidades de endeudamiento. A través de Citgo, donaron 500.000 dólares a la toma de posesión de Trump, tratando de influir en su política hacia Venezuela. También han hecho que el mercado interno dependa de Estados Unidos para el suministro de combustible y aditivos, manteniendo paralizadas las refinerías del país.
El falso antiimperialismo de la dirección del PSUV condujo en última instancia a que el asalto imperialista lograra su objetivo. Ciertamente no hubo un cambio de gobierno en Venezuela, pero sí un giro en la política económica a favor de los intereses del capital global y en particular de las transnacionales petroleras estadounidenses. No es la derecha opositora la que celebra la ampliación de las operaciones de Chevron en condiciones desventajosas para los intereses del país, es el propio PSUV el que está llevando a cabo el proceso de entrega de la soberanía y la riqueza nacional.
La verdad es que el gobierno «antiimperialista» del PSUV ha cedido ante EEUU y sus aliados, no por inconsecuente, sino por su carácter profundamente socialdemócrata. Mientras avanza la regularización de las relaciones, el levantamiento progresivo de las criminales medidas coercitivas y los acuerdos entre el gobierno y la oposición de derecha, avalados por el imperialismo norteamericano, es el pueblo trabajador el que está pagando los colosales daños causados por la crisis del capitalismo de renta dependiente y los nefastos efectos de las sanciones imperialistas.
prensapcv.wordpress.com
Las declaraciones de Trump y el falso antiimperialismo del PSUV
http://www.idcommunism.com/2023/07/trumps-statements-and-psuvs-false-anti-imperialism.html?m=1
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