EN LA DÉCADA DE 1970, EN MEDIO DE UNA PROFUNDA CRISIS TEÓRICA, ALGUNOS“OBCECADOS” DISCUTÍAMOS ESTO. PARECE QUE EL TIEMPO SE DETUVO ALLÁ…

Augistin Calzadilla Mad

En cuanto a las clases medias, que los anglosajones gustan de
conceptuar como el motor social del desarrollo, pero cuyo
mayor ingreso, como lo vimos, es extraído de los pobres,
CEPAL observa en el mismo documento: “las clases medias,
cuando éstas ascendieron lo hicieron pactando con la
oligarquía” (82). “Una de las mayores paradojas de la historia
social latinoamericana es que las clases medias —tanto por su
origen histórico como por su brega para hacerse reconocer
por las oligarquías y para ser apoyadas por los estratos
populares— sólo pudieran hablar el lenguaje de una ideología universalista, mientras que la
heterogeneidad de su composición y la naturaleza del problema que enfrentaban las obligara
a ser estrictamente particularistas en su comportamiento real… Lo más notable de las clases
medias y de las diferentes unidades que las compusieron es su altísimo nivel de
instrumentalidad, dado el objetivo fundamental en la época de emergencia: asegurarse un
papel razonable —es decir, moderado— en la distribución del poder. No se trataba de asumir
el poder total, ni de hacer la revolución necesaria para ello, ni de destruir la oligarquía; se
trataba de apoyarse en los estratos populares, para lo cual era indispensable hacerles ciertas
concesiones, pero sin ir demasiado lejos. Mientras los estratos populares sirvieran de apoyo
y al mismo tiempo se integraran al sistema serían bienvenidos, pero no más allá de ese punto.
Debe insistirse en reconocer que gobiernos de clase media dieron a los sindicatos lo que
ellos no hubieran podido obtener por sí solos, pero no sería justo olvidar que las represiones
más violentas contra los estratos populares fueron desatadas por esos mismos gobiernos de
clase media (85). “Los líderes desarrollistas … chocan constantemente con las presiones
estructurales y es muy bajo el nivel de apoyo real que pueden obtener para un proyecto de
tipo nacional” (87). “Fuera de la alternativa revolucionaria, de las que aquí se han bosquejado
y de algunas otras que pudieran imaginarse, sólo queda el status quo y la esperanza de que
sus lentas transformaciones favorezcan el desarrollo” (110). Pero la mayoría del pueblo no
puede resignarse a esta vana esperanza, en tanto que la lumpenburguesía colonial y sus
aliadas, las clases medias, apoyadas todas ellas estratégicamente por los intereses y el poder
militar, político y económico, continúan desarrollando todavía más el lumpendesarrollo de
Latinoamérica.
André Gunder FRANK. LUMPENBURGUESÍA: LUMPENDESARROLLO – Dependencia,
Clase y Política en Latinoamérica. Editorial Nueva Izquierda, Caracas, 1970, páginas.
130-131.
Ángel C. Colmenares E. – agosto 21 de 2023.