La realidad de Chile en 1973 está en Queridos compañeros

Ahora culminó la película Los herederos, que se estrenará en noviembre. Foto: María Isabel Batista

A la película de Pablo de la Barra se le atravesó el golpe de Pinochet

ROCÍO CAZAL

11 SEPTIEMBRE, 2023

Pablo de la Barra lleva 49 años viviendo en el país, por lo que se considera más venezolano que chileno.

Su partida del país suramericano se debió a la dictadura impuesta por Augusto Pinochet que enlutó a familias y dejó una cicatriz en su población por tantas crueles torturas, desapariciones y asesinatos.

Cuando llegó el golpe de Estado contra Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, Pablo de la Barra iba a culminar su película Queridos compañeros. No pudo en ese momento y ahora cuenta el horror que presenció hace 50 años.

¿Cómo vivió el golpe de Estado?

—Se vivieron muchas cosas esos días. Nosotros estábamos filmando la película Queridos compañeros, que se terminó gracias a Venezuela.

En este momento la película es una especie de icono en Chile porque se filmó en esa época y, además, tuvo la particularidad muy grande que cuando vino el ensayo del golpe de Estado, el 29 de junio, previo al 11 de septiembre, lo que llamaron “El tanquetazo”, todos los actores pidieron salir a apoyar al gobierno constitucional de Salvador Allende y filmamos eso. Eso está ahí. La realidad se metió en la película.

¿Qué pasó durante los primeros días de dictadura?

—El último día de filmación era el 11 de septiembre. Fueron 4, 5 días en los que había absoluta prohibición de asomar la nariz a la calle so pena de muerte: si te veían corrías el riesgo de que te dispararan.

Yo estaba en casa de un amigo durante esos días y cuando quise ir a la productora, había muchos soldados y un tanque.

Habían derribado la puerta y estaban sacando armas que había en la productora, que fueron hechas por un tipo que imitaba extraordinariamente bien las armas con madera. Las teníamos porque tuvimos una escena el 9 de septiembre donde había una toma de terreno por parte de los pobladores y llegaron los carabineros con sus metralletas, etcétera, de manera que cayó sobre nuestras cabezas la posibilidad de que nos fusilaran y lo que había que hacer era esconderse.

¿Qué hizo después?

—Lo que traté de hacer como director de la película y como jefe de equipo fue presentarme al Ministerio de Defensa
Ir al Ministerio de Defensa fue como ir al infierno de Dante, porque adentro había mucha gente presa, torturada y los pasaban arrastrando. Expliqué que estaba filmando una película y lo aceptaron, pero eso no significaba que estábamos libres de culpa.
Muchas cosas que habíamos hecho el 10 de septiembre para el 12 ya era delito, como, por ejemplo, ser militante de un partido. Y yo era militante del Partido Socialista. Era delito hablar mal de Pinochet y se hablaba. Era delito estar en la calle después de las 6:00 de la tarde. Era delito comentar, hacer declaraciones. Todo era delito.

¿Cuándo logró irse de Chile?

—Llegué a Francia el 31 de diciembre de 1973 y pasé el año nuevo caminando solo por la calle del Arco de Triunfo, de los Campos Elíseos.
Fue una de las experiencias más tristes que he tenido en mi vida. Allí estuve casi un año.

¿Cuándo llegó a Venezuela y cómo hizo con la película?

—El 6 de diciembre de 1974 llegué a Venezuela. Antes de venirme, cuando entraron a la productora, no estaban los negativos pero sí todo el sonido y lo destruyeron todo. Entonces lo que hice fue agarrar los negativos y llevarlos a la embajada de Venezuela en Chile.

Había mucha gente asilada y cuando llegué acá fui a hablar con Sonia, hija de Carlos Andrés Pérez. Ella hizo traer por maleta diplomática los negativos. Cuando llegué acá, me ayudó todo el cine venezolano a terminar la película.

Queridos compañeros es una coproducción chilena-venezolana y se estrenó en 1975. Fue la única película política que hice en mi vida. Se trata de un grupo que asaltó un banco como un acto político y la discusión de si eso tenía o no validez.

Yo me formé como cineasta aquí en Venezuela. Las otras películas en mi vida las he hecho aquí.

Ahora su nueva película es Los herederos…

—Sí. Es una historia con realismo mágico en la que un hombre se esconde en una casa porque cree que lo van a matar. Estuvo 47 años escondido hasta que, de repente,  llegó un tipo a la casa y todo empezó a variar. Estrenaremos en noviembre con el apoyo del Cnac.