Xin chào | Cantos de esperanza recorren Tel-Aviv


«El levantamiento del pueblo (Palestina) y rechazo a la ocupación

y asentamiento (de Israel) no significan un rechazo a una paz integral».

Yasser Arafat

20/10/23.- El activista palestino Abel Manzur considera que la Tel-Aviv de hoy está diciendo muchas cosas, mientras que el napalm sobre la Franja de Gaza rememora las andanzas de las tropas estadounidenses por la indochina, que los puso de rodillas hace más de medio siglo.

Frente al micrófono del programa Cimarrón radio que transmite Soy Asamblea-radio, Manzur se mostró con optimismo ante los acontecimientos del Medio Oriente, que desplazó de las primeras planas las informaciones sobre el infierno euroasiático, donde Estados Unidos también le echa leña al candelero.

Para Manzur, quien se identifica como militante del Frente Popular para la Liberación de Palestina en Caracas, la capital israelí nos dice que Benjamín Netanyahu está en problemas, no solamente por sus arbitrariedades frente al pueblo palestino, más allá de los muros que están por caer.

El canto rebelde de la hebrea Yael Deckelbaum, con su Player of the Mother, al lado de musulmanas y cristianas, por las calles de Tel-Aviv, corre el telón de la otra cara de la contienda, imposible de ver y leer en la hegemónica maquinaria comunicacional del imperio, aunque la jefa del Comando Sur, la generala Laura Richarson, se queja de las maldades informativas de RT, Sputnik o la venezolana Telesur.

Todo esto tiene lugar a 28 años de la firma de la paz en Oslo, donde el canciller israelí Simón Peres y el histórico líder palestino Yasser Arafat, ambos galardonados con el Premio Nobel de la Paz, demostraron que la sensatez estaba a la mano.

Aquel 4 de noviembre de 1995, el primer ministro de Israel, Yitzhak Rabin, convocó a unas 100 mil personas en la misma Tel-Aviv donde hoy se oye el canto alentador de la hebrea Deckelbaum, pero la mano asesina del ultranacionalista judío Yagar Amir, apretó dos veces el gatillo de su revólver para silenciar aquellos gritos por la paz, mientras Rabin quedaba registrado en la historia como un mártir universal al lado de Arafat. El fantasma de Netanyahu ya andaba en lo suyo.

Israel pierde confianza

Manzur considera que la presencia de los portaviones made in USA en el nuevo escenario del Medio Oriente, frente a las costas de Israel, es un síntoma preocupante para el desprestigiado Netanyahu, quien pronto podría caer en manos de la justicia de su propio mentor occidental.

Se habla de un acuerdo de los gringos con Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia, para que Washington tome la batuta definitiva frente a la Tormenta Al-Aqsa de Hamás que ha impresionado a propios y extraños: Israel vive un momento difícil, inédita en su nueva campaña por desaparecer al pueblo palestino. Sobran las lecturas sobre los momentos que se pueden interpretar como síntomas de una derrota inédita, inevitable de las fuerzas sionistas, una derrota que nunca habían esperado.

Los aires de simpatía por la proeza de un pueblo que se resiste a desaparecer, se sienten en las propias metrópolis, aliadas del imperio occidental; desde Nueva York, pasando por Londres, Madrid, Alemania y la bota itálica, donde ondean miles de banderas palestinas, mientras que en el Líbano la situación se mostró encendida con la quema de la embajada de Estados Unidos, pero la onda se extendió hacia Irak, Egipto y Qatar, donde también se oyeron los tambores contra la agresión del imperio, mientras que en Irán los gritos contra Francia, se repitieron en Türkiye donde banderas de la estrella de David fueron transformada en cenizas.

Y Latinoamérica no ha sido la excepción, con gigantescas manifestaciones en casi todos los países, incluyendo a Venezuela, donde el Gobierno Bolivariano que preside Nicolás Maduro, advirtió que la guerra no es el camino apropiado para lograr la paz.

En la vecina Colombia también se han encendido las alarmas de la embajada israelí, desde donde el embajador Gali Dagán se mostró altanero con ofensas contra el presidente Gustavo Petro, según afirmaciones del canciller Álvaro Leiva, quien sugirió la expulsión del embajador israelí.

Colombia tiene ingratos recuerdos sobre la presencia de instructores militares y del Mossad, la policía de inteligencia israelita, que desarrollaron intensas actividades militares durante la lucha antiguerrillera, frente a la FARC-EP, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los grupos paramilitares creados sobre todo durante las gestiones de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.

La diplomacia global quedará registrada como un hito histórico, de la tonta arrogancia del embajador de Israel en Colombia hacia el presidente Gustavo Petro. Es algo vergonzoso, al menos discúlpense y váyanse…Respeten al presidente de Colombia. Él es el autor de la ‘Doctrina de la Paz Total’ para su país y para el mundo y demanda una solución definitiva para Israel y Palestina, basada en una visión histórica. No está disimulada por el intelectualismo, la arrogancia o la inmundicia. Ellos estaban equivocados, declaró Álvaro Leiva a Telesur.

Ángel Miguel Bastidas G.