*JUAN MARTORANO
A seis días de la celebración del referendo consultivo de nuestro país respecto a nuestra Guayana Esequiba y qué hacer con ella, los acontecimientos se están moviendo y produciendo muy rápido en el plano internacional debido a esta importantísima consulta. De ahí que debamos referirnos a nuevos acontecimientos, como ya nuestro colaborador ha procedido a informarnos desde el exterior.
Cabe destacar, y como nos lo indica nuestro “patriota cooperante”, que desde hace varios años, los países “pequeños” han buscado protección (garantías) de países más poderosos en términos militares, geográficos, económicos, etc. Israel ha contado por el ejemplo con el patrocinio y el patronato de EEUU y de muchos países europeos por décadas. En Latinoamérica, nuestra vecina Colombia ha tenido protección militar y tutelaje durante los gobiernos de Uribe Vélez, Santos y Duque, y el soporte militar continúa en Colombia, y esto también ocurre en otros países en el mundo.
Al ceder su soberanía a los EEUU en el año 2020, el gobierno de Mohamed Irfaan Alí pensaba que esto era suficiente en términos de protección para Guyana. Venezuela y Surinam, consideradas sus principales amenazas no parecían hacer mucho con respecto a sus correspondientes reclamos territoriales. Guyana aplicó en el 2018 en el caso con Venezuela acudir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para no cumplir con el Acuerdo de Ginebra, y lo cual aceleró los eventos en Venezuela en su reclamo por establecer mecanismos negociados para resolver el diferendo. Eventos como el del pseudo gobierno de Juan Guaidó , la crisis económica a causa de las “sanciones” de EEUU e intentos de inestabilidad política jugaron un papel importante a favor de Guyana, permitiéndole iniciar con su producción petrolera, la cual a pesar del gran despojo por sus riquezas, también le ha permitido iniciar lo que ellos consideran es su “bonanza económica”.
Hacemos en el presente escrito mención de estos hechos porque el inicio de la producción petrolera guyanesa en aguas de Venezuela y Guyana constituye el paso inicial para la agresividad en las acciones del actual gobierno guyanés que actúa como proxy del dueño del cartel (EEUU). Hasta este punto, las garantías de seguridad que representaban los EEUU no eran suficientes, ya que éstos estaban interesados en asegurarse las inversiones en los recursos energéticos desarrollados por la ExxonMobil y Hess (ahora Chevron). A través de la historia de la humanidad, podemos entender que un conflicto lleva a un ganador y a un perdedor, el primero escribe la historia a su manera, despojando y colonizando al perdedor, no solo a través de quitarle su soberanía y recursos sino penetrando sus instituciones, sociedad, fuerzas armadas, y destruyendo sus valores e historia.
En Guyana este proceso está avanzando muy aceleradamente y su gobierno ha hecho una labor muy fuerte en buscar más protección en lo que sabe será su “última batalla” por el Esequibo. Las empresas europeas (Shell, BP y Total), las mineras canadienses (Reliance y Cristalex) han llegado a Guyana a paso acelerado. El éxito de la ExxonMobil y Chevron en aguas aun por delimitar y en aguas incuestionable e incontrovertiblemente venezolanas, han atraído a las empresas de servicios de todo tipo para darle soporte a las operaciones de extracción de hidrocarburos. Hasta ahora, el gobierno guyanés clama que su ya incipiente industria petrolera da trabajo a más de 6.000 guyaneses (tomando en cuenta que la fuerza laboral de ese país se ubica en 325.000 personas). Así, empresas de construcción civil (carreteras, puentes, infraestructuras), universidades y empresas de servicios en general (hospitales, agricultura) han llegado a Guyana en los últimos 36 meses como plagas de langosta a los cultivos. Guyana no tiene en este proceso un control fiscal robusto y todos sus mecanismos gubernamentales están siendo “actualizados” con nuevas tecnologías, leyes y financiamiento traídos por los “nuevos inversionistas”. Y ellos consideran que esto será su “escudo” contra Venezuela.
Geopolíticamente hablando, los países no tienen amigos sino intereses. En el caso de Guyana, al igual que nuestro país, esos intereses están representados en las riquezas que poseemos y la posibilidad de que empresas multinacionales puedan monetizar esos intereses a través de inversiones. Sin embargo, el riesgo que representan nuevas inversiones en términos de capital, regulaciones, estabilidad política es balanceado con el potencial de extracción de sus beneficios a sus casas matrices. Las empresas grandes acuden a sus gobiernos para que les “ayuden” a explotar esas oportunidades; los gobiernos a su vez usan la diplomacia, acuerdos de intercambio, etc., para hacer progresar los intereses de estas empresas, y al final, es una mezcla de acuerdos comerciales y políticos que es como la mayoría de las naciones comercian entre sí. Los gringos no, ellos han usado con mucho éxito la vía militar que es parte de la filosofía del Departamento de Estado conocida como “Guerra Permanente”. Además, los gringos y los canadienses, que son sus hienas, así como los británicos, los guyaneses necesitan “más soporte”, más garantías. Es en esta dirección que el gobierno guyanés ha avanzado en dos áreas importantes: América del Sur y el Caribe a través de la OEA y el Caricom. Las declaraciones del funesto y fúnebre Almagro, Secretario General de la OEA en contra de Venezuela no necesitan mayor presentación y comentarios. La OEA continúa siendo un arma del hegemón y sus secuaces en contra de nuestro país. Hay 15 países caribeños en la OEA, los cuales muchos todavía pertenecen al Reino Unido a través de la Comunidad de Naciones (Commonwealth).
No es de entonces extrañar la posición de la OEA en contra de Venezuela y Nicaragua, los dos países que aun ya no siendo miembros de esta organización, siguen siendo continuamente atacados por ésta. En Caricom, cuyos países miembros son en su inmensa mayoría islas del Caribe, las oficinas del secretariado de esta organización se encuentran en Georgetown, capital de Guyana. La posición del Caricom es favorable a Guyana, tal y como se expresa en la declaración de la organización de fecha 25 de octubre de 2023 (https://caricom.org/statement-by-the-caribbean-community-caricom-on-the-guyana-venezuela-border-controversy/) en la cual se insiste en que las preguntas del referendo a celebrarse el próximo 3 d diciembre podrían ser interpretadas como que Venezuela pudiera utilizar la vía militar para recuperar el territorio Esequibo. Hay dos declaraciones del gobierno guyanés que indican hasta donde llegarían las garantías de seguridad que parecen tener hoy en día; el día 25 de noviembre de 2023, los diarios guyaneses publicaron la declaración del presidente Alí donde alegaba que Venezuela tendría que responder ante la “comunidad internacional” ante cualquier “irresponsabilidad” en la reclamación del Esequibo. El vicepresidente Jagdeo fue más allá e indicó a los periódicos locales que Guyana tiene el soporte de la OEA y el Caricom.
La herramienta fuerte de nuestro gobierno en el Caricom era Petrocaribe, la cual a causa de las agresiones de EEUU a nuestro país con el famoso Decreto Obama del año 2015, hizo que la influencia política de nuestro país en el referido foro internacional se debilitara y mermara ostensiblemente. Y oportunidad ésta que ha usado EEUU a través del cabildeo directo y este de Guyana para progresar y fortalecer el soporte a su causa. En la OEA, a pesar de que nuestro país no es miembro de esta organización desde 2019, los ataques no cesan y su influencia mediática y de cabildeo en contra de nuestro reclamo con Guyana no podemos descartarlo a priori ni despacharlo de buenas a primeras, porque hay que reconocer que el mismo hace mucho daño.
En Europa, además del Reino Unido y Holanda, hay por ahora poco interés por Guyana y el Esequibo. Acercamientos comerciales hay, pero la guerra en Ucrania que ha impulsado la caída de al menos 5 gobiernos europeos y un desastre que tiene a la Comunidad Económica Europea (CE) en recesión. Hay mucha inestabilidad social, con marchas y represión en muchos países de la CE. Sin embargo, no podemos olvidar varias cosas importantes: la petrolera Shell (inglesa y holandesa) que tiene intereses en Surinam, así como la francesa TotalEnergies están explorando activamente en aguas de Surinam y Guyana. Además de ello, existe un acuerdo de protección militar firmado en 2021 entre Francia, Surinam y la Guayana Francesa. Esta última es un departamento francés de ultramar desde 1943. También le dará soporte a Guyana porque la CE se ha rendido completamente a EEUU y los ingleses, pero por ahora, el apoyo será más retórico y de pocas acciones concretas.
Guyana percibe como amenaza del referendo nuestro del 3 de diciembre y se encuentra en pánico, ya que en el día de ayer, 26 de noviembre, la ministra de servicios públicos de ese país, Sonia Parag, y el asesor de la presidencia de ese país en materia de seguridad nacional, el capitán Gerry Gouveia, que también representa el sector de la seguridad privada en ese país (mercenarios) dieron declaraciones publicadas por el Guyana Times en las cuales dicen abiertamente que “los aliados y amigos de Guyana a nivel mundial están con su país y en las próximas dos semanas se verá su presencia en Guyana y estos le van a decir al Gobierno Bolivariano que no se atreva con Guyana” (Back Off en inglés).
A group of people sitting in chairs
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Hay que tomar debida nota de estas declaraciones, la cuales nos señalan varias cosas: El nivel de pánico en la élite gobernante guyanesa, ya que este tipo de declaraciones y amenazas se están realizando diariamente a través de sus medios. También nos dicen que el gobierno va a utilizar servicios de defensa a través del sector privado, es decir, van a utilizar metodología gringa y europea de usar mercenarios de todo tipo. Para ellos, la presencia de “aliados y amigos” de Guyana debe ser lo suficientemente fuerte como para enviar un mensaje directo al Gobierno Bolivariano de Venezuela de que no importan los resultados del referendo, ellos van a pelear, porque existe la posibilidad de que esta “muestra de solidaridad por el hegemón”, los vasallos y las hienas cuenten con el elemento militar. Finalmente, con estas declaraciones se pueden ver quiénes son los “amigos y aliados” de Guyana, los cuales “le van a decir claramente a Venezuela, que no prosiga o las consecuencias serán mayores”. Guyana no tiene voz, tiene amenazas y sus “amigos y aliados” son los que amenazan por ellos. Estas son sus garantías… Por ahora.
Por ello es que no puede haber dudas de nuestra participación en el referendo consultivo a celebrarse en nuestro país dentro de seis días. Sea cual sea nuestra inclinación política, esto es por la patria, por nuestro país y nuestros derechos.
Usted tiene la palabra, usted decide.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista