Una estampilla 50 años después del golpe de estado en Chile en homenaje al ex Ministro de Estado (en el reino sueco como primer ministro), asesinado el 28 de febrero de 1986 en Estocolmo por su solidaridad con el pueblo chileno, durante y después del golpe de estado militar el 11 de septiembre de 1973. Aproximadamente 50,000 chilenos llegaron a la tierra nórdica como refugiados políticos.
El golpe de estado en Chile fue ejecutado por el mismo patrón y autor intelectual como el plan para eliminar a Olof Palme; EEUU y los tentáculos locales de la CIA.
Palme era un integrante de la ‘Comisión Arbatov’, donde también, a parte del personaje soviético se encontraba el ex ministro de defensa estadounidense Ramsey Clark u otras personalidades internacionales importantes. La tarea de ellos y la comisión era presentar propuestas de paz y concientizar al mundo de la locura de la carrera armamentista que EEUU en ese momento, a través de la administración de Ronald Reagan había iniciado con su «Guerra de Galaxias», bombas neutrones (mata a la gente pero salva edificios, etcétera) y la colocación de una nueva generación de bombas nucleares en casi todos los países miembros de la OTAN en Europa occidental.
Palme tenia planeado un viaje a Moscú, invitado por el gobierno soviético, pero tres semanas antes fue asesinado cuando caminaba en el centro de Estocolmo con su esposa Lisbeth, después de haber visto una película en el cine sobre Mozart. Esa noche Palme no tenía guardaespaldas y el único que lo sabía era el jefe de la Unidad Antiterrorista de la policía política secreta sueca, Säpo. Ocho meses después del asesinato renunció y comenzó a trabajar con un ex jefe de ese organismo que había sido el máximo jefe de Säpo 1969-71 cuando Palme era ministro del Interior. El Alto policía fue despedido por no entregar información al gobierno socialdemócrata, considerando, igual como EEUU, a Palme como «un riesgo de estado» por su dura crítica en contra la guerra de genocidio de EEUU en Vietnam.
Esa herramienta barata sueca de los gringos es olvidado, pero Palme sigue en la memoria por haber tenido principios y por haber tenido la valentía política de atrever retar al imperialismo norteamericano, un Palme tan distinto de los líderes peleles europeos hoy en día.
Palme sigue también en la memoria de los chilenos, tanto en Chile como en Suecia.
Dick Emanuelsson, Tegucigalpa-Honduras