Aunque no lo captemos o no lo percibamos y por lo tanto, no estamos en capacidad de discernir, mucho menos comprender, que en la actualidad en nuestro cerebro (el de cada persona) es un lugar o campo de batalla en donde se libran, palmo a palmo, múltiples y furiosos combates, con diversos y sofisticado contenidos, por los espacios elegibles (podríamos decir «colonizables») en nuestras mentes.
El Capitalismo ha tenido la capacidad, entre otras cosas, de imponer (y gobernar) el monopolio de la propiedad privada sobre los Medios de Producción, pero no sólo con ellos, también han implantado subrepticiamente la de los medios masivos de comunicación, como en general en los distritos ámbitos de la cultura, incluyendo la educación, adicionalmente, y este no es un hecho menor, ha reducido a la política a qué sea solo un hecho funcional de la economía. Es toda una estructura-fortaleza entrelazada, sin fisuras.
Así que los poderosos siempre han buscado, buscan y buscarán vaciar de contenido político la lucha de los trabajadores, confundirlos, fragmentar su unidad de cuerpo, de clase. Es como si le quitaras a una unidad biológica, a una célula, su núcleo vital y le «sembraras» la creencia (en su anatomía cerebral) de que su naturaleza histórica sólo es un accesorio complementario, desechable, sobrante… un «molino de viento».
Por otro lado, no hay que olvidar en ningún momento y por ningún motivo que el trabajador participa e interviene en la producción de todas las mercancías. El es quién la siembra si es vegetal, la extrae si es mineral, la transforma si es materia prima para la industria, la inventa si es científico o tecnólogo… pero en el actual circuito económico no sólo se queda ahí, el trabajador es quién compra, como consumidor, el producto final (la mercancía) cuando el Capital lo comercializa. En esta etapa, éste último, para realizar la plusvalía obtenida del trabajador asalariado en el Proceso Productivo, necesita la venta de la mercancía (el mercado no es una sustancia accidental aislada de los factores de poder, de ahí que las compras, incluidas las innecesarias y la propiedad no son hechos casuales o fortuitos) es clave para obtener su objetivo económico de ganancias, acumulación y concentración de riquezas, mientras que el factor Trabajo, en este proceso se precariza, «desfonda», desvaloriza, en fin, almacena pobreza, es decir, el trabajador, por la despolitización a que ha sido sometido, no tiene conciencia de la dimensión y trascendencia de su gestión (eje fundamental, columna vertebral) como creador de riquezas, de que en cada mercancía hay «trabajo acumulado», y mucho menos, de la misión histórica como motor transformador de la sociedad, en otras palabras, su conciencia de clase está fragmentada (añadase una auto-mordaza mental), por lo que su papel y representación revolucionaria está enajenada en función de otra clase… Economía Política pues.
Aquí devienen cantidades de preguntas:
1) ¿Tenemos conciencia de cómo descifrar la realidad que nos rodea?
2) ¿De cómo desmontar críticamente la cantidad de información que disponemos y a la que somos sometidos?
3) ¿Estamos consciente de los intereses económicos que están en juego?
4) ¿Se puede con análisis simplistas aproximarse al conocimiento que requiere la realidad?
5) ¿Cómo y quién arma nuestra estructura de conocimiento?
6) ¿Estamos adoctrinados sin siquiera darnos cuenta de ello?
7) ¿Cuánto de los componentes que conforman nuestro «sentido común» están falseados?
8) ¿Cómo los «Centros Económicos», nacionales e internacionales, vertebran sus intereses y no las presentan como si fueran nuestras?
9) Sí el trabajador efectúa y hace posible la elipse unitaria de la producción, distribución y consumo ¿Por qué es el factor subordinado en la economía capitalista? ¿Por qué es obligado a optar entre ser explotado o morirse de hambre?
10) Sí la cooperación es lo común constitutivo de la familia, de lo colectivo, de lo social ¿Por qué la base ideológica de esta civilización es el individualismo?
11) ¿Por qué el contenido y significado del «nosotros» está tan desprestigiado?
12) ¿Cuál es la diferencia sustancial entre empresas privadas y empresas públicas?
13) ¿En la realidad actual puede existir un organismo privado (no estatal) pero de interés público?
14) ¿Es cierto que no hay alternativa?
Humberto Rojas D.
08-01-2024