David Esteller Ortega

Anoche falleció David, me lo informó su hija Rosana. Familiares y algunos amigos esperábamos el desenlace; él había decidido no continuar exámenes y medicamentos y que la Energía Suprema orientara su cuerpo. “Son decisiones de vida, valientes, que enaltecen a las personas” opinó una amiga de quien estas líneas suscribe.
 
David: hombre del llano, nacido en el municipio que lleva su primer apellido en el estado Portuguesa; impulsor de transformaciones sociales; hombre de armas tomar en aras de sus ideales como lo demostró en su “corta estadía en la guerrilla de la montaña”, foco humano que luego fusionó con el de Argimiro Gabaldón, fue fundador y secretario general de la Juventud Comunista de Guanare, enfrentó la dictadura perezjimenista y la incipiente democracia de inicio de los 60.
 
En 1963, durante su clandestinidad, refugiado en la casa de José Ángel Surga, se inició en lecturas sobre cooperativismo y tuvo su primera experiencia cooperativa. En febrero 2023 David narró a quien suscribe: Surga, activo en política sindical desde la caída de Gómez y en el cooperativismo desde López Contreras, amigo de Salvador de La Plaza y de Rodolfo Quintero, era directivo de la Federación de Cooperativas de Producción (de corta vida), y de la Confederación Nacional de Cooperativas de Venezuela (Conacoven) donde estaba acompañado del abogado Jaime Daly Guevara y del sacerdote Zabala, apoyó la conversión de la Mueblería Dibo,  constituida en la época de Pérez Jiménez, en Cooperativa de Trabajo Asociado CIMYD, mediante acuerdo de su propietario con sus trabajadores liderados por Laureano Díaz (QEPD), con el apoyo de asociados de la Cooperativa AVODA, productora de zapatos.
 
Alejado del Partido Comunista por diferencias en cuanto a la lucha armada, David tejió su vida entre un activismo político sin militancia, el cooperativismo y la docencia en la UCV como profesor titular de la Cátedra de Historia Económica de la EAC. Obtuvo su doctorado en Derecho en la Universidad de Carabobo con su tesis “El Acto Cooperativo”, tesis que sentó bases en el cooperativismo latinoamericano. En el bautizo de su tesis convertida en libro, quien suscribe tuvo el honor de hablar a nombre de la EAC.   
 
Permítaseme hablar en términos personales. Siendo quien suscribe estudiante de la EAC, en equipo con los profesores Manuel Rodríguez Campos, Miguel Ángel Perera, ambos fallecidos, Manuel Mariñas Müller y David, se constituyó el Centro de Estudios de la Cooperación (1973), que tuvo corta vida por ida de la mayoría de sus miembros a estudios en el extranjero. David se fue a Glasgow. Recién graduado, fue David quien me oriento hacia el Colegio Cooperativo de París que, en alianza con la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS), era dirigido por el profesor Henry Desroche: le hice caso, estudié alli.
 
A mi regreso en 1978, David, consultor jurídico de la Superintendencia Nacional de Cooperativas (Sunacoop) desde 1969, me presentó a Carlos Molina Camacho (QEPD), exsuperintendente, y a Luís Delgado Bello superintendente en ese momento. Luís me puso en contacto con Joaquín Ramón (QEPD); Tania Miquilena (QEPD) y su esposo Werner Corrales, con quienes realicé mi primer trabajo como consultor en asuntos comunitarios; con Gustavo Salas y Eduardo Matute, presidente del consejo de administración y coordinador de la unidad de proyectos de la Central Cooperativa Nacional de Venezuela (Ceconave) respectivamente, quienes me contrataron para evaluar nueve proyectos cooperativos. Gracias a David y a estos amigos me inicié con buen pie en el cooperativismo venezolano.
 
Convertido quien suscribe en profesor de la EAC, la relación con David y Ceconave se acrecentó. Con Eduardo y otros compañeros, Lucio Segovia (QEPD) entre ellos, constituimos la Cooperativa de Trabajo Asociado Centro de Estudios Cooperativos (Cescoop). Posteriormente, en la EAC. el Centro de Estudios de la Participación, la Autogestión y el Cooperativismo (Cepac-UCV, 1987) impulsor del Ciriec-Venezuela que en su momento asociamos a la Alianza Cooperativa Internacional (ACI). David fue activo del Cepac-UCV y estuvo en la primera directiva del Ciriec-Venezuela; siempre, hasta el momento final, con su espíritu cooperativista en alto.
 
Mi penúltima visita a  David fue con Luís, en ella le ofrecí publicar su último libro “Utopía y Realidad (El fracaso del socialismo)” en el que rechaza el mal llamado “socialismo del siglo xxi” en digital: le cumplí. Repentinamente Luís se adelantó a David y falleció el pasado día 15, impensable era que se fuese antes pero lo hizo (QEPD).
 
David, hermano, en la medida en que viviste, levantaste tu familia y sembraste inquietudes con tus acciones y escritos en tus discípulos, en tus camaradas como los de la Sociedad Royal, y en tus numerosos amigos, construiste un legado perdurable. Sigues entre nosotros.