El poeta maya Humberto Ak’abal 

Los sueños son los lugares que el corazón visita.

Humberto Ak’abal

18/01/2024.- En el 2003, rechazaba un galardón nacional con su debido premio en metálico, porque llevaba el nombre de Miguel Ángel Asturias. Es el único hasta ahora que lo ha rechazado. Dijo que no le honraba recibir ese premio porque llevaba el nombre de quien había escrito aquella torpe tesis cuando tenía 24 años y donde denigraba del indígena, tal vez creyendo que así complacía a su tiempo, a las autoridades universitarias o a la intelectualidad de aquella época. Y pareciera que así fue.

Por esa razón, Humberto Ak’abal —el poeta guatemalteco, uno de los escritores más destacados de su tiempo, exponente de una poesía transparente, que fue capaz de traducir la mirada indígena al idioma del invasor sin vender ni perder su pureza, y sin poseer fondos, excepto los de la sobrevivencia— habló a la BBC para increpar sobre los motivos que lo hicieron rechazar el premio, entregado por el Ministerio de Cultura. Allí dijo:

En esa tesis, Asturias se refiere ofensivamente a los pueblos originarios de Guatemala. Los trata con despectivas y peyorativas formas de calificación, como decir que somos una raza ya acabada. Por lo tanto, el premio lleva su nombre, pero a mí no me honra recibirlo. Es más, él no escribió el Popol Vuh, del cual dicen que rescata muchas tradiciones indígenas, pero lo que no se dice es que el Popol Vuh es un documento que ya venía escrito. Obviamente, estaba en piedra, en jeroglíficos; de allí lo copiaron jóvenes indígenas y el abad Brasseur de Bourbourg, francés, descubrió el documento y lo tradujo al francés. De allí lo retradujo Miguel Ángel Asturias, pero debo decirles que es una de las peores traducciones que existen en lengua castellana. El racismo sigue, como se dice, y el pueblo maya es una mayoría minimizada.

Humberto A’kabal tradujo su poesía desde su propia lengua al español: «Cuando nací / me pusieron dos lágrimas / en los ojos / para que pudiera ver / el tamaño del dolor de mi gente». Nació el 31 de octubre de 1952, en Momostenango, y murió el 28 de enero de 2019. La causa del deceso —explican familiares de Ak’abal— se debió a complicaciones después de una cirugía intestinal que le fue practicada en el hospital nacional de Totonicapán, lo cual ameritó su traslado, en estado grave, al hospital general San Juan de Dios, en la capital, donde murió. Seguidamente, se hizo una colecta para posibilitar su entierro en el cementerio de Momostenango. «Si llevan agua, / son ríos. / Si no, / son caminos» escribió. Prefirió la dignidad a un entierro de alcurnia, y eso lo coloca muy cerca de la eternidad de los seres conscientes, en nombre de sus pueblos.

A continuación algunos poemas de Ak’abal:

Piedras

No es que las piedras sean mudas;
solo guardan silencio.

Camino al revés

De vez en cuando
camino al revés:
es mi modo de recordar.
Si caminara solo hacia delante,
te podría contar
cómo es el olvido.

«Mayuli»

Cuando estás conmigo
no sé dónde queda el mundo.

Solo quien

Solo quien no ha esperado
te
hablará
de
paciencia.

Vuelo

Soy pájaro:
mis vuelos son
dentro de mí.

Hablo

Hablo
para taparle
la boca
al silencio.

Sombra

Sombra:
noche pequeña
al pie de cualquier árbol.

Canto de pájaros

Klis, klis, klis…
Ch’ok, ch’ok, ch’ok…
Tz’unun, tz’unun, tz’unun…
B’uqpurix, b’uqpurix, buqpurix…
Wiswil, wiswil, wiswil…
Tulul, tulul, tulul…
K’urupup, k’urupup, k’urupup…
Chowix, chowix, chowix…
Tuktuk, tuktuk, tuktuk…
Xar, xar, xar…
Tukur, tukur, tukur…
K’up, k’up, k’up…
Saq’kor, saq’kor, saq’kor…
Ch’ik, ch’ik, ch’ik…
Tukumux, tukumux, tukumux…
Xperpuaq, xperpuaq, xperpuaq…
Tz’ikin, tz’ikin, tz’ikin…
Kukuw, kukuw, kukuw…
Ch’iuwit, ch’iuwit, ch’iuwit…
Tli, tli, tli…
Ch’er, ch’er, ch’er…
Si-si-si-si-si-si-si-si…
Ch’ar, ch’ar, ch’ar…

Humberto Ak’abal (Momostenango, 1952 – Ciudad de Guatemala, 2019)

Poeta de la etnia maya-quiché. Pensaba y escribía sus poemas en lengua quiché y los traducía al español. Es uno de los escritores guatemaltecos más conocidos en el mundo. Ha sido publicado en periódicos y revistas de Guatemala, Centroamérica, México, Estados Unidos, Venezuela, Brasil, Colombia, España, Francia, Austria, Suiza, Alemania e Italia. Sus obras ya han sido traducidas al francés, inglés, alemán e italiano. Su poemario Ajkem tzij (Tejedor de palabras) fue editado por la Unesco en 1996. Su libro Guardián de la caída de agua recibió una nominación al Libro del Año en 1993 y obtuvo el galardón Quetzal de Oro APG (1993), otorgado por la Asociación de Periodistas de Guatemala. En 1995 la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala le concedió el diploma Emeritissimum. Recibió el Premio Internacional de Poesía Blaise Cendrars de Neuchâtel, Suiza. Entre otros, le fue concedido también el Premio Internacional de Poesía Pier Paolo Pasolini, en Italia.

Carlos Angulo