Ramonet

Por: Amaranta Rojas 

Del encuentro reciente entre Maduro con Ramonet,  dejé cosas pendientes, que no incluí en una nota anterior. En esta nota anterior, tomé en consideración  lo menos importante de lo cual ya muchos sabemos

Un Maduro  “socialista” y “revolucionario” hablando de la situación económica del país sin mencionar a la gente o haber caminado en su «análisis» con un visión obrerista. El obrero y socialista Maduro sin braja, sin grasa de taller y sin angustia de no poder vivir con un salario, mientras los capitalistas (sus aparentes contrarios) sacándole provecho a las divisas que supuesta y constitucionalmente son de todos los venezolanos. Está es la parte de esta «entrevista» menos importante. 

Detrás de esta «entrevista» está un tema históricamente trascendente y que ha sido objeto de importantes consideraciones por parte de destacados intelectuales.

Haber captado a Ramonet como una simple corneta de Maduro, fue  una situación que me pareció triste y muy lamentable. Me costó sentir y ver a Ramonet en esa posición de corneta, amplificador y reproductor de un «análisis» que no fue vacío, porque tenía socialmente hablando una visión política. No haber incluído a la gente, no suponía que alguna gente no estuviera incluida en «análisis».

Había oído y creído de los altos quilates de Ramonet como periodista y como intelectual, pero al leer la «entrevista»  o al verlo en esta posición de  corneta reproduciendo un «sonido» sobre la situación económica del país, sólo a partir del crecimiento económico, me percaté de un hecho real: la intelectualidad  como una camisa de marca.

No sé si esto fue una entrevista. Cálculo más bien, que a  Ramonet lo colocaron frente a Maduro y le dijeron no piense; yo hablo.

Así, para qué nos sirve las luces de un intelectual.