El 5 de marzo de 1931, bajo las más adversas condiciones de persecución y exterminio político, se conformó la primera célula comunista en Venezuela. Desde entonces han transcurrido 93 años de lucha consecuente por la emancipación definitiva de la clase obrera del yugo del capital.
Los esfuerzos y aportes del Partido Comunista de Venezuela (PCV) a la organización del pueblo trabajador de la ciudad y el campo para la conquista de derechos políticos, sociales y laborales, constituyen hechos de amplio reconocimiento que ningún poder podrá borrar de la historia y ni de la memoria de nuestro pueblo. Así como tampoco se puede ocultar la firme e intransigente lucha contra el imperialismo de las y los comunistas venezolanos.
Venezuela enfrenta en la actualidad una de las crisis más complejas de su historia. Se trata de una nueva crisis que revela el carácter profundamente atrasado del capitalismo dependiente venezolano y de la élite política corrupta que lo sostiene con una actuación de espaldas al interés nacional y completamente en contra de los derechos de las y los trabajadores venezolanos.
Esta realidad se agrava con las medidas coercitivas unilaterales del imperialismo, con las que inútilmente han tratado de forzar un cambio de gobierno y que –junto a la política abiertamente antiobrera y antipopular de la cúpula dirigida por Nicolás Maduro– han dejado como consecuencia el empobrecimiento de la familia trabajadora y la migración masiva de millones de compatriotas, cuyas condiciones de vida han sido destruidas.
El PCV alcanza sus 93 años enfrentando con firmeza y dignidad la obscena maniobra del Gobierno anticomunista de Nicolás Maduro que –a través de una ilegal sentencia judicial– ha entregado la personería jurídica y la tarjeta electoral del legendario Gallo Rojo a un grupo mercenario que nada tienen que ver con la digna militancia comunista. El propósito de esta treta antidemocrática e inconstitucional es evidente: impedir que la clase trabajadora cuente con una opción electoral que le dispute posiciones a los dos polos responsables de la catástrofe nacional que sufrimos.
Ante este escenario marcado por la pulverización del salario, la criminalización de las luchas obreras y populares, el acentuado autoritarismo, el evidente retroceso en libertades democráticas y el descarado pacto entre la cúpula del Gobierno-PSUV, la derecha tradicional y Fedecámaras, el XVI Congreso Nacional del PCV acordó impulsar la más amplia unidad de acción para la recuperación y defensa de los derechos conculcados.
Las y los comunistas venezolanos también nos hemos propuesto el reagrupamiento de las fuerzas revolucionarias y antiimperialistas para construir una genuina alternativa al pacto de élites desde el campo obrero, campesino y popular.
Consecuentes con nuestra heroica tradición de lucha y con orgullo, la militancia comunista mantiene en alto las banderas de la revolución socialista.
Seguimos en pie: ¡sumando fuerzas; organizando luchas!
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela