También se cumplen 50 años de haber sido el primer venezolano en actuar en el Madison
23/03/24.- La radio siempre fue mi compañera al momento de hacer las tareas de bachillerato. En una mano un lápiz y en la otra el botón del dial del aparato para moverlo de un extremo a otro en busca de la mejor salsa. Corría el año 1979 cuando lograba sintonizar frecuentemente un tema que representaba la más reciente producción del Conjunto Libre de Nueva York: El Changó de María.
«Dime dónde va María, dónde va tan apurá… »
—¿Ese que canta no es Watussi? -Me preguntaba yo-. Efectivamente, así lo corroboraba el locutor al terminar el tema.
—¡Qué orgullo! -me decía a mí mismo-. Un venezolano en Nueva York, la capital de la salsa, y nada menos que con el Conjunto Libre.
Este 23 de marzo Orlando arriba a sus 75 años y este mismo año 2024 se cumplen 50 años de haber sido el primer sonero venezolano en actuar en el Madison Square Garden de Nueva York, pero además se cumplen 45 años de El Changó de María.
La participación de Orlando puede apreciarse en el cuerpo de la canción, es decir en la letra; los soneos (del coro en adelante) están a cargo del cantante puertorriqueño Héctor Tempo Alomar.
A propósito de estas fechas aniversarias, le envié un Whatsapp al propio Watussi, quien en la actualidad reside en Milán, Italia, para felicitarle y además, aprovechar de conocer algunos tras bastidores de su participación en el cuerpo del tema, amén de su pasantía por la Babel de Hierro.
—El disco estaba grabado por completo —manifiesta Watussi—, pero, había algo que a Manny Oquendo, líder de la agrupación, junto a Andy González, no le cuadraba; y fue a eso que ambos me llevaron al estudio, a mejorar esa parte que no les cuadraba. Ya yo tenía unos meses trabajando con la orquesta en los bailes en vivo. Y entonces él y Andy me llevaron al estudio para que mejorara el cuerpo del tema, porque los soneos de Tempo Alomar estaban perfectos y yo diría que inmejorables. De tal manera que el tema quedó así, con la voz mía en el cuerpo y los soneos de Tempo. No pude recibir créditos en el disco, como era lo lógico, porque yo había firmado contrato con Fania, pero me siento satisfecho de haber compartido ese tema con Héctor Tempo Alomar: Él se fue de este plano con el sueño de que nosotros algún día nos montáramos en una tarima a cantarlo entre los dos; era un sueño mío también, porque ese tema sinceramente fue muy escuchado y fue bien comentado desde los años 80´; hasta el día de hoy para mí es una bandera.
—¿Cómo es el «antes» de la grabación de ese tema, El Changó de María, ¿cómo se produce ese contacto con el Conjunto Libre?
—Para contestarte esa pregunta primero debo decirte lo siguiente: Yo iba a comer muchas veces en la semana a un negocio en Caracas, que estaba en La Candelaria, el restaurante de Raúl el cubano, hermano de Noraida, la primera esposa de Beny Moré. Ella era famosísima en el ambiente musical de Nueva York, y él tenía mucho contacto con ella. Él también iba mucho a esa ciudad y cuando regresaba a Venezuela lo hacía con un montón de discos que no tenían nada que ver con el sello Fania y que la gente no conocía, porque en Venezuela lo que se conocía de la salsa neoyorquina era lo que grababa Fania. Allí nosotros, y digo nosotros los salseros de aquella época que nos reuníamos a comer y a oír música en el restaurante de Raúl, escuchamos por primera vez al Chamaco Ramírez, por ponerte un ejemplo, con Tommy Olivencia. Ahí escuchamos a la Sonora Ponceña, cuando no sonaba todavía en ninguna emisora de radio en Venezuela y mucho menos se conseguían sus discos. En fin, nosotros escuchamos en ese restaurante lo que no se escuchaba en las emisoras de radio salseras de Caracas. Allí conocimos también al Conjunto Libre, agrupación que no la conocía nadie en el país. Hasta que Raúl nos hizo conocer quién era Manny Oquendo y quién era Andy González.
Cuando llego a Nueva York en el 79, como yo tenía ese recuerdo, ese detalle en la mente de Conjunto Libre a través de los discos en Caracas, cuando yo sabía que estaban tocando en algún sitio de la Gran Manzana, me iba a escucharlos; no a pedirles que me dieran una oportunidad, ni a montarme en la tarima sin que me invitaran, sino, a escucharlos, porque déjame decirte que una vez, viendo a la orquesta de Olivencia me monté a la tarima sin que me invitaran y me pararon la orquesta; eso para mí fue una bofetada que me hizo aprender, y lo mismo me pasó con Harlow.
Entonces, una vez que ya me había dado a conocer cantando con Kako, con Rafael Cortijo, con Joe Cuba y su sexteto, con la típica 73, con Larry Harlow,… con todos ellos al mismo tiempo, porque no tenían quien cantara, todos los cantantes de esas orquestas se habían ido como solistas. Por esta razón se regó la voz de que yo tenía talento para el canto, y es así como en una ocasión estando en un lugar donde ellos estaban tocando, Manny Oquendo se me acercó y me dijo: Watussi ¿Puedes cantarte algo con nosotros? Y yo le dije ¡claro! Para mí era un honor y un placer cantar algo con Conjunto Libre ¡Imagínate! Un sueño. Y me canté un tema con ellos. En ese tiempo estaba Pupy Cantor. Pues ya Héctor Tempo se había ido. Y me acuerdo que cuando terminamos el tema, Manny le dice a Pupy: oye Pupy, -así mismo, porque él era así- ¿Tú dices que te quieres ir de la banda?, pues vete que ya nosotros tenemos un cantante. Sin haberme dicho nada, sin haber consultado conmigo. Así mismo fue que yo comencé a trabajar con Conjunto Libre.
—¿Esta vendría a ser la primera grabación que haces con una banda en Nueva York?
—Mi primera grabación en Nueva York no fue con el Conjunto Libre. Fue en el año 1974 y grabando coro, cuando llegué allá con los satélites. Me fue a buscar al hotel un señor llamado Tony Pabón, y me llevó al estudio donde estaba grabando su orquesta, La Protesta. En ese momento, uno de los cantantes más bravos que había en la salsa era Néstor Sánchez, el Albino, y era él quien estaba grabando ese álbum de Pabón. Cuando entré al estudio, estaba Sánchez montando una voz, y lo que más me sorprendió, y se me quedó grabado para siempre, fue que yo lo conocía a él -por los éxitos que tuvo con Rey Rodríguez en Venezuela y en toda la zona del Caribe en los 60´- pero, ¿que él me conociera a mí?, para mí eso fue lo máximo; porque cuando me vio, me dijo, ¡caramba Orlando, chévere, te felicito! Ese fue Néstor Sánchez. Yo creo que fue la primera felicitación importante de verdad que yo recibí en mi carrera en Nueva York en ese momento, en el estudio donde estaba grabando Capitán. Fue el último álbum de La Protesta y resultó un éxito. De tal manera que esa fue mi primera grabación en Nueva York, haciendo los coros de Capitán, y gracias a que Néstor le pidió a Tony Pabón que yo grabara los coros en ese tema; Tony lo aceptó lo grabamos, y fue el éxito del disco. Yo hice la primera voz del coro en ese tema: “Traigo la salsa dulce, mira yo traigo el sabor”. Ahora, la primera grabación como cantante fue con Conjunto Libre: El Chango de María.
—Siempre me llamó la atención que el Conjunto Libre interpretaba los temas muy diferente en vivo a como lo habían grabado en el disco. ¿Tal vez por eso el nombre? ¿Cómo era esa dinámica?
—Los temas se montaban de acuerdo a los arreglos que el arreglista había hecho; lo que pasa es que en vivo era otra cosa, se tocaba como Manny Oquendo dictaba. Una cosa es un arreglo en un estudio de grabación y otra en la tarima. Los temas se establecían de acuerdo a lo que Oquendo sugería; ese era el que dirigía y mantenía el control musical personalmente en el Conjunto Libre.
—¿Crees que participar en esta grabación te sirvió de pasaporte, para abrirte puertas en la ciudad de Nueva York? ¿O ya tú tenías un nombre hecho antes?
—Cuando yo tuve la fortuna de trabajar con Conjunto Libre, ya el nombre de Orlando Watussi en Nueva York se estaba escuchando desde los años 70, desde que fui con los satélites en el 74. Cuando se pegó el tema llamado Traicionera en todas las emisoras de la ciudad de Nueva York. Ya me conocía el público salsero de Nueva York. Y después de eso, cuando estuvimos en el Madison Square Garden en el show de ese año, lo conoció toda la Gran Manzana, desde Raphy Mercado hasta el público musical; y eso fue lo que me facilitó el trabajo hasta que salí de la ciudad a finales de los 80´. Yo tenía mi nombre bien reconocido. Eso lo puedo decir con orgullo venezolano.
—¿De alguna manera te sirvió de estímulo para hacer tu propia producción Ustedes, mi Rumba y Yo?
—Ya yo tenía contrato con Fania mucho antes de que entrara al Conjunto Libre, y esa fue la razón por la que no pude recibir crédito por el Changó de María. La grabación del álbum Ustedes, Mi Rumba y Yo se logró porque le formé un lío a Masucci en su oficina, le dije: O me grabas o me das mi libertad. Y así fue que pude grabar ese disco.
Luego de este estupendo Álbum –Ustedes, Mi Rumba y Yo– producido por Louie Ramírez, con arreglos de Isidro Infante, Marty Sheller, José Madera y Joe Manozzi, con composiciones del propio Watussi y Johnny Ortiz, y una constelación de estrellas, entre las que figuran Salvador Cuevas, José Mangual Jr., Ismael Quintana, Tito, Allen, Adalberto Santiago… Orlando posee otras estupendas producciones como solista, acompañado por reconocidos músicos de la capital de la salsa, y de las que ya nos ocuparemos en otro momento, las cuales enorgullecen a todo salsero venezolano.
FIDEL ANTILLANO / CIUDAD CCS