Homenaje al comandante Chávez
No se puede construir un mundo usando el mismo lenguaje con el que fue destruido.
Y si no tienes en claro lo que crees, no sabrás la magnitud de lo que traicionas.
Nos celebramos porque en este lugar liberado del planeta, en este tiempo de la hora de los juntos, ya no hay razón para luchar solos en este país.
Sin embargo, nunca fue tan triste la tristeza.
Ni tan certera la ausencia.
Impotencia en los ojos al ver caer a medias las banderas, como una lágrima.
Por ahora, nos toca llorar andando, pero hay que andar.
Estrellas de verso en el ojal de la camisa para quien nos devolvió hasta el llanto colectivo por una idea justa.
Estrellas de verso en el ojal de la camisa para quien nos arrimó la patria casi hasta lo definitivo.
Para la muerte lo único serio es la alegría.
Nosotros nos protegeremos detrás de esa decepción, de esta pírrica victoria de mierda de la muerte.
Descanse, esté tranquilo.
Tal vez usted no sabe cuánto lo echamos de menos.
Tal vez usted no sabe cuánta falta le hace a este mundo.
Descanse, esté tranquilo.
Nosotros continuaremos trabajando junto a usted y la unidad.
Nosotros continuaremos llorando, aun dormidos, pero hasta doblar la tragedia en belleza, hasta transformar el dolor en revolución.
Un «pa’lante, pa’lante» es para siempre, comandante.
Carlos Angulo