PROHIBIDO OLVIDAR

«A nuestro pueblo no le es extraño el combate y el sacrificio. A lo largo de nuestra historia, jamás quedó sin respuesta la acción que emprendieran sus mejores hijos por la defensa de la dignidad y de la independencia. Hoy los venezolanos libramos una guerra similar a la que recientemente librara el pueblo de Cuba bajo su ejemplar dirección. La historia de nuestros últimos años, la historia aún fresca de todos los pueblos de América Latina, nos ha dado lecciones definitivas: la conciliación con el imperialismo, con las clases dominantes, la creencia en las posibilidades de cambios reales y de avances auténticos sin quebrantar la dominación de los explotadores, sin destruir sus instrumentos de poder, sólo puede conducir a frenar las luchas populares, a alentar ilusiones en el seno de las masas, a perpetuar la explotación y el escarnio a que se encuentran sometidos nuestros pueblos.

Convencidos por nuestra propia experiencia de que sólo la más encarnizada y sostenida lucha de todo el pueblo, de que sólo el desarrollo de la guerra revolucionaria constituye garantía y única posibilidad de triunfo de las fuerzas populares en nuestro país, los venezolanos revolucionarios venimos librando un implacable combate contra las clases dominantes y el imperialismo norteamericano. La liberación de nuestra patria resulta de este modo inseparable del desenvolvimiento de la guerra revolucionaria que ha emprendido nuestro pueblo, con la disposición de conquistar su independencia y construir su futuro. En esta batalla estamos empeñados. Consciente estamos de las dificultades que nos esperan.

Conocemos el poder del enemigo y los grandes recursos de que dispone. Pero conocemos también la inagotable fuerza de las masas y sabemos que en ella radica la más absoluta garantía de nuestro triunfo definitivo e inevitable.»

CARTA A FIDEL CASTRO DEL FLN-FALN
Fabricio Ojeda, Presidente.
Américo Martín, Secretario General.
Douglas Bravo, Comandante en Jefe.
Venezuela, 30 de mayo de 1966.