Por Félix Roque Rivero
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Terribles pero aleccionadores, los acontecimientos develados por el Fiscal General de la República, Dr Tarek W. Saab, que anuncian la detención del exvicepresidente de la Nación, ministro de petróleo y presidente de PDVSA, Tareck El Aissami, del ex ministro de Economía y Finanzas, Simón Alejandro Zerpa y del “empresario” que les servía de mampara Samark López. Un verdadero consorcio de corrupción montado al mejor estilo de Alcapones instalados en las alturas del poder, con un desfalco que alcanza según estimaciones conservadoras, a la astronómica suma de más de 50 mil millones de dólares, cantidad más que suficiente para cubrir las necesidades financieras y sociales del país por un tiempo largo.
El Comandante Hugo Chávez dedicó buena parte de su acción política cuidando y alertando a sus equipos de gobierno sobre el cancer de la corrupción. Los Estatutos del PSUV, en buena medida redactados por él de su puño y letra, al definir las características del militante, señalan que este guía su conducta en los valores de la ética y la moral socialista. Que el Partido erradicará todas las prácticas que promuevan el burocratismo, la pereza, el maltrato, el individualismo y la corrupción. Las y los militantes socialistas de Venezuela que por voluntad del pueblo Bolivariano ejerzan cargos de elección popular o de administración del Estado, asumirán la ética de servir y no servirse del pueblo y una permanente vigilancia y lucha contra la corrupción; una conducta diferente será asumida como un acto contra revolucionario.
Chávez, en sus discursos siempre desplegaba su látigo justiciero contra la corrupción. Así, el 13 de mayo de 1999, con motivo de celebrar los primeros cien días de Gobierno, desde el Palacio de Miraflores afirmó: “En materia de corrupción no hay concesión con nadie. No hay pero ni un milímetro atrás. Vamos a luchar sin clemencia, sin descanso, cueste lo que cueste, contra ese vicio que se regó por todas partes como un cáncer por todo el cuerpo de la nación”.
En el mismo acto y fecha, Chávez fue enfático y contundente al decir: “Mientras más cercano a mí esté alguien y caiga en algún hecho de corrupción, tenga la seguridad que con mayor fuerza aplicaré el poder que me corresponde dentro de los límites del estado de derecho, por supuesto. No podemos ceder al respecto”.
En la oportunidad de presentar el Proyecto Nacional Simón Bolívar (Caracas, 2007), con la convicción que le imponía a sus palabras, Chávez, refiriéndose a la corrupción, dijo: “La corrupción es toda una operación contrarrevolucionaria que está por dentro de la Revolución; el burocratismo es toda una corriente contrarrevolucionaria que está dentro de la Revolución. Hay que apuntalar y afincar la batalla contra esos fenómenos que son verdaderas amenazas contra el proceso revolucionario”.
En su mensaje anual ante la Asamblea Nacional el 13 de enero de 2009, el Comandante Chávez le dijo al mundo entero: “Hay que atacar la corrupción en todos lados y en todos los niveles, sin contemplaciones de ningún tipo”.
Reacciones diversas se han producido con motivo de los anuncios del Fiscal General. Todos condenan el accionar de los corruptos, solicitando castigo ejemplar para los procesados y la incautación de todo lo mal habido con la aplicación de la novedosa Ley de Extinción de Dominio. Una verdadera conspiración financiera que buscaba poner de rodillas al Estado y pulverizar el bolivar, nuestro signo monetario. Una vida dispendiosa, grosera, con mujeres prepagadas y postpagadas que vivían en lujosas mansiones a costillas del erario público. Las investigaciones continúan. Mientras tanto, Chávez, desde el Cuartel de la Montaña, lugar de peregrinación del chavismo humilde y honesto, continúa vigilante y nos recuerda aquella máxima: Espero que sean detenidos todos los que son y que caigan todos los que están metidos en este sainette.
Táchira, abril 10 de 2024.