por Henrik Hernandez publicado en abril 20, 2024
En una soleada mañana cubana, la vida se entreteje con el aroma a café y el murmullo de las calles de Santa Clara. Torbjörn, un sueco con el corazón lleno de historias por descubrir, se preparaba para despedirse de Cuba y regresar a su tierra natal. Pero en ese momento crucial, el destino le tenía preparado un encuentro que resonaría en su memoria mucho más allá de los confines de la isla.
Fue entonces cuando se cruzó con Carlos García, un hombre curtido por el sol caribeño y lleno de la calidez típica de aquellos que han visto la vida desde múltiples perspectivas. Lo que comenzó como una conversación casual pronto se convirtió en un intercambio de experiencias, un lazo de amistad que trascendía fronteras y culturas.
Entre las muchas pasiones que compartían, el amor por el séptimo arte ocupaba un lugar destacado. Así, en un gesto simple, pero lleno de significado, Carlos decidió obsequiarle a Torbjörn un pequeño libro titulado «Cine y Revolución en Cuba», editado en 1975 por la editorial Fontamara Barcelona. Un presente modesto, pero cargado de la esencia de dos mundos que se encontraban en aquel instante fugaz.
Pero lo que tanto Tornbjörn, como Carlos García desconocían, era que al amanecer del 20 de abril de 2024, su libro estaría en mis manos para revelarme una historia sin par reflejada en la dedicatoria escrita sobre la primera página, una historia no escrita aún más profunda que el propio contenido de la obra. La dedicación de Carlos García revela un vínculo más allá de las palabras impresas, un lazo que une a dos personas en un momento único e irrepetible.
La emoción y la curiosidad me embargaron. ¿Quién era Carlos García? ¿Qué historia se escondía detrás de aquel gesto de amistad? La tentación de llamar a mi amigo Rolando Zanzi para buscar respuestas fue grande, pero decidí que fuera el libro quien me contara su historia.
Así, en las páginas desgastadas por el tiempo y marcadas por las manos de aquellos dos hombres, se revelaba un relato de encuentro y camaradería. Dos almas que, aunque destinadas a separarse físicamente, encontraron en aquel intercambio de presentes una forma de perpetuar su amistad en el tiempo.
Quienes fueron esos hombres, si aún caminan por este mundo o ya han partido hacia el más allá, es un misterio que permanece sin resolver. Pero lo que queda claro es que el recuerdo de aquel encuentro perdura en la esencia del libro, que ahora reposa en las manos de quien escribe estas líneas.
Torbjörn guardó con cariño aquel regalo, no solo por su contenido invaluable, sino también por la historia que encierra entre sus páginas. A pesar de ser un libro de encuadernación rústica y con hojas de aparente papel reciclado, su valor trasciende lo material, recordándonos que los lazos humanos perduran más allá de las distancias y los años. Y quizás el tiempo, nos ofrezca otro momento fugaz y alguien nos dé luz sobre el destino de los protagonistas de tal historia de amistad humana, que trasciende el espacio y el tiempo.
Así, en esta narración, se preserva la memoria de dos hombres cuya amistad fue simbolizada en el valor de un pequeño libro, testigo silencioso de un encuentro que resonará en la eternidad. La dirección de Carlos en la dedicatoria, es un monumento a la hospitalidad del cubano, como quien dice: «mi casa es tu casa, te espero Torbjörn.»
Notas:
El libro lo compré de segunda mano. La dedicatoria dice:
«Carlos García. San Cristobla Nr 7. Entre Cuba y Villuendas. Santa Clara. Villa Clara. Cuba.
Con afecto y cariño para mi amigo Torbjörn de su amigo y compañero cubano.
Carlos».
El autor del artículo agradece cualquier información que nos permita seguir las huellas de esta historia.
En el artículo, se hace mención al libro «Cine y Revolución en Cuba», editado por la editorial Fontamara Barcelona en 1975. Esta obra, escrita por diversos autores, ofrece un análisis detallado sobre el papel del cine en el contexto de la revolución cubana, abordando temas que van desde la propaganda política hasta la expresión artística y cultural. El libro proporciona una visión única de la intersección entre el séptimo arte y el movimiento revolucionario en Cuba durante el siglo XX.
Referencias:
- «Cine y Revolución en Cuba». Santiago Alvarez, Alfredo Guevara, Tomás Gutierrez, Humberto Solás, Fernando Birri, Alejo Carpentier, Elena Díaz, Jorge Fraga, Julio García Espinosa, Hector García Mesa, Tomás Gutiérrez Alea, Eduardo Heras, Jose Massip, Fernando Pérez, Manuel Pérez Paredes, Enrique Pineda Barnet, Miguel Torres, Pastor Vega. Editorial Fontamara Barcelona. 28 de noviembre de 1975, en A. G. Ponsa
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Este artículo fue actualizado en abril 20, 2024