¿Prepara Netanyahu un ataque a Irán para invisibilizar el genocidio de Gaza?

16 abril 2024 | Germán Gorraiz López

La invasión de Gaza por Israel sería tan sólo la punta del iceberg del Plan esbozado por Netanyahu en su esfuerzo por evitar la celebración de nuevas Elecciones en las que se antoja claro perdedor frente a Benny Gantz. Según dicho Plan, Israel procederá a la desestabilización del Líbano e Irán por métodos expeditivos, lo que se traduciría en el inicio de un gran conflicto regional que marcará el devenir de la zona en los próximos años y que sería la tabla de salvación para Netanyahu pues lograría esquivar los juicios pendientes y la posible acusación de crímenes de lesa humanidad contra la población gazatí.

¿Prepara Netanyahu un ataque a Irán para invisibilizar el genocidio de Gaza?

Irán y el eje anglo-judío

En 1978, Zbigniew Brzezinski, declaró en un discurso:»Un arco de crisis se extiende a lo largo de las costas del Océano Índico, con frágiles estructuras sociales y políticas en una región de importancia vital para nosotros que amenaza con fragmentarse y Turquía e Irán, los dos estados más poderosos del flanco Sur son potencialmente vulnerables a los conflictos étnicos internos y si se desestabilizara uno de los dos, los problemas de la región se harían incontrolables». 

Dicho discurso sería el esbozo de una teoría que terminó de dibujar en su libro «El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos» (1997), considerada la Biblia geoestratégica de la Casa Blanca así como el libro de cabecera de las sucesivas generaciones de geoestrategas y politólogos.

Irán adquirió una dimensión de potencia regional gracias a la política errática de Estados Unidos en Iraq, (fruto de la miopía política de la Administración Bush obsesionada con el Eje del Mal) al eliminar a sus rivales ideológicos, los radicales talibanes suníes y a Sadam Husein con el subsiguiente vacío de poder en la zona, por lo que reafirmó su derecho inalienable a la nuclearización y se convirtió en el enemigo declarado de Israel.

Así, debido a la presión del lobby judío AIPAC, el Senado de EE.UU. renovó de forma unánime hasta el 2026 la Ley de Sanciones contra Irán (ISA por sus siglas en inglés) y tras el lanzamiento de un nuevo misil balístico por Irán, Trump incrementó las sanciones contra varias empresas iraníes relacionadas con los misiles balísticos sin violar el Acuerdo Nuclear firmado entre el G+5 e Irán en 2015, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA por sus siglas en inglés), acuerdo que la Administración Trump abandonó.

Dicho abandono tuvo como efecto colateral el estrangulamiento de las exportaciones del crudo iraní y su entrada en la órbita de influencia de China así como un incremento de su enriquecimiento de uranio al 60 por ciento por lo que Israel habría movido sus piezas del MOSAD para mediante atentados mediáticos y selectivos desestabilizar el régimen del Líder Supremo, ayatollah Ali Khamenei al tiempo que habría sellado alianzas con Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí para conformar una entente contra Irán.

Israel considera a Irán «el mayor exportador de terror y de violación de los Derechos Humanos en el mundo al tiempo que sigue enriqueciendo uranio y se acerca peligrosamente a la obtención de una bomba nuclear».

¿Prepara Netanyahu un ataque a Irán para invisibilizar el genocidio de Gaza?

La invasión de Gaza por Israel sería tan sólo la punta del iceberg del Plan esbozado por Netanyahu en su esfuerzo por evitar la celebración de nuevas Elecciones en las que se antoja claro perdedor frente a Benny Gantz. Según dicho Plan, Israel procederá a la desestabilización del Líbano e Irán por métodos expeditivos, lo que se traduciría en el inicio de un gran conflicto regional que marcará el devenir de la zona en los próximos años y que sería la tabla de salvación para Netanyahu quien lograría esquivar los juicios pendientes y la posible acusación de crímenes de lesa humanidad contra la población gazatí.

En este contexto, se encuadra el reciente ataque israelí al consulado iraní en Damasco que habría provocado según la agencia siria SANA la muerte de tres altos comandantes de la Guardia Revolucionaría Iraní, entre los que se encontraría el General de Brigada Mohamed Reda al Zahedi aunado con los últimos atentados en el Líbano contra dirigentes de Hamas, que serían el cebo israelí para provocar la entrada en el conflicto bélico de Irán.

Así, tras la respuesta limitada de Irán al ataque israelí al consulado iraní de Damasco, Netanyahu se servirá de la aprobación por el Congreso y Senado de EE.UU. de una declaración preparada por Lindsey Graham y Robert Menéndez que señala con rotundidad que «si Israel se ve obligado a defenderse y emprender una acción (contra Irán), EEUU estará a su lado para apoyarlo de forma militar y diplomáticamente», para proceder a atacar infraestructuras vitales de Irán.

Así, aprovechando que Rusia está ocupada con Ucrania, China rodeada por el arco de crisis nuclear del AUKUS para proteger a Taiwán y que las reservas estratégica de EEUU están en máximo, el Pentágono aprovechará el inminente ataque de Israel a Irán para iniciar una nueva Guerra en Oriente Medio con el doble objetivo de secar las fuentes energéticas de China y configurar la cartografía del Nuevo Oriente Medio.

Dicho conflicto podría involucrar a las tres superpotencias (EEUU, China y Rusia) contando como colabores necesarios a las potencias regionales (Israel, Siria, Egipto, Jordania, Irak, Arabia Saudí e Irán) y abarcaría el espacio geográfico que se extiende desde el arco mediterráneo (Israel, Siria y Líbano) hasta Yemen y Somalia teniendo a Irak como epicentro y rememorando la Guerra de Vietnam con Lindon B. Johnson (1963-1969).