Suiza ganó el domingo el popular concurso de Eurovisión con la canción ‘The code’ de Nemo, en una edición marcada por la controversia alrededor de la participación de Israel, que generó manifestaciones propalestinas en la ciudad sueca de Malmö.
«Espero que esta competición pueda continuar incentivando la paz y la dignidad de cada uno», dijo Nemo tras convertirse en la primera persona no binaria en hacerse con este concurso.
«The Code cuenta el viaje que comenzó al darme cuenta de que no soy ni un hombre ni una mujer», explicó antes del concurso Nemo, que obtuvo la tercera victoria en este certamen para el país alpino.
Recibida con una mezcla de abucheos y aplausos por el público presente en el recinto Malmö Arena, la cantante israelí Eden Golan quedó quinta con 375 puntos con su tema «Hurricane», por detrás de Ucrania y Francia.
El certamen, que reivindica su neutralidad política, quedó rodeado de polémica por permitir la participación de Israel a pesar de los múltiples llamados a su exclusión por su ofensiva contra Gaza.
En las calles de Malmö, que acoge a la mayor comunidad palestina de Suecia, más de 5.000 personas propalestinas protestaron el sábado.
«No estamos en contra de Eurovisión, sino de que Israel participe en Eurovisión. No queremos a su representante en Malmö (…) por lo que está pasando en Gaza», declaró Ingemar Gustavsson, un jubilado sueco.
La policía de Suecia, que contó con refuerzos llegados de países vecinos para garantizar la seguridad, dispersó en la noche a decenas de manifestantes que ondearon banderas palestinas y corearon «Palestina libre» cerca del recinto donde se celebraba la gala.
En otra controversia, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que organiza el concurso, anunció antes de la final la descalificación del representante neerlandés, Joost Klein, tras una denuncia interpuesta por una integrante del equipo de producción.
La emisora neerlandesa Avrotros indicó que Klein fue descalificado por un «movimiento amenazador hacia una operadora de cámara» después de indicar «en varias ocasiones que no quería ser filmado».
La UER aseguró que la exclusión no tenía nada que ver con la disconformidad que había expresado hacia la participación de Israel.