Xin Chào | Chelina

Escritos de una combatiente de la guerrilla urbana en Caracas produce vértigo, revuelve recuerdos y centenares de personajes se agolpan en la memoria. Se trata de un testimonio elaborado para perpetuarse en el tiempo. De dejar una huella que registre lo que ocurrió en Venezuela en la década de los sesenta. Por eso, su contenido está lejos del panfleto. Es, quizás, el testimonio más lacerante sobre la etapa que vivió una generación.

José Vicente Rangel

28/06/2024.- La biblioteca acerca de la lucha guerrillera en Venezuela, sobre todo entre las décadas de los años sesenta y setenta, no es densa como debería. Por eso, un grupo de excombatientes de esa década, bajo la coordinación del doctor Octavio Beaumont, motorizan, desde Acarigua, estado Portuguesa, el Museo Histórico de la Lucha Armada en Venezuela (virtual). Sin embargo, han sido escritos, aproximadamente, un centenar de libros y suficientes artículos sobre el tema, aunque pocos en cuanto a la lucha armada urbana. De allí la importancia de Escritos de una combatiente de la guerrilla urbana en Caracas, de Nancy Zambrano Rivas, una tachirense que desde los 17 años, en sus días de liceísta, se vio involucrada en grupos armados de la Juventud Comunista que estudiaban en el liceo Andrés Bello de Caracas, un importante centro de captación, además de las facultades de Ingeniería y Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

El periodista Octavio Beaumont se doctoró en Historia con una tesis que tituló «Por qué fue derrotada la lucha armada en Venezuela», editada posteriormente como libro por la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). También sobre la experiencia urbana, el periodista, cineasta, poeta y excomandante de la guerrilla urbana en Caracas, Luis Correa (alias Comandante Gregorio), escribió la novela FALN, Brigada Uno y fue guionista de la película Crónica de un subversivo latinoamericano, que dirigió el mexicano Mauricio Walerstein.

Por su parte, dos militares de gran importancia en la lucha armada, el capitán de corbeta Pedro Medina Silva y el teniente Nicolás Hurtado, publicaron Por qué luchamos, una joya de libro que coordinó para la UBV el antropólogo Pedro Pablo Linares, un personaje importante, ya fallecido, que dejó una nutrida colección sobre el tema de la lucha insurreccional.

El ingeniero Juan Carlos Parisca Pérez escribió Brigada 31, sobre su experiencia como combatiente del Frente Simón Bolívar, y Hernán Abreu recordó sus andanzas guerrilleras en Memorias del Frente Guerrillero José Antonio Páez. El prologuista de esta obra, Alí Rodríguez Araque, quien fue comandante guerrillero en varias montañas venezolanas, recomendaba combatir la cultura del olvido.

Chelina: cita en Vietnam

El uso del seudónimo es una medida elemental para la seguridad del militante revolucionario en clandestinidad. Según la escritora estadounidense Lady Borton, que vive en Vietnam, asegura en su libro Ho Chi Minh: una travesía, que el líder vietnamita utilizó más de cien sobrenombres como escudo frente al acoso policial. Por ejemplo, el más famoso, utilizado para su labor de escritura en el exterior, fue Nguyen Ai Quoc (El Patriota).

Nancy Zambrano, como combatiente de una de las Unidades Tácticas de Combate (UTC) del Destacamento Livia Gouverneur de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), utilizó varios sobrenombres, como Chelina, La Nena, Yolanda y Nélida, entre los que recuerda. El que más lleva en su memoria es Chelina, por eso, años después, lo utilizó como nombre para su hija, de tal manera que Chelina sigue viva en su existencia.

Con ese seudónimo intervino en importantes operaciones guerrilleras, como el secuestro de cinco pinturas de famosos artistas (Van Gogh, Cézanne, Picasso, Braque y Gauguin) en el marco de la Exposición de los Cien Años de la Pintura Francesa, que tuvo lugar en el Museo de Bellas Artes (16 de enero de 1963); el asalto e incendio de la Misión Militar de Estados Unidos, que estuvo ubicada en Country Club de Caracas (9 de junio de 1963), y la captura del teniente coronel Michael Smolen, quien fuera segundo jefe de la Misión Aérea, capturado en la calle Suapure de Bello Monte, el 9 de octubre de 1964.

La mayoría de las acciones de las FALN se habían constituido en mensajeras ante el mundo de lo que ocurría en Venezuela, pero la quema de la Misión Militar yanqui y la captura de Smolen fueron directas al poderoso cuerpo militar gringo en Venezuela. Aun así, lo más concreto era la solidaridad con Vietnam, que para entonces sufría los ataques asesinos de las tropas yanquis por órdenes de Lyndon B. Johnson.

Ese recuerdo de la hermandad venezolana con el pueblo del Tío Ho permanece vivo. Es por eso que el embajador vietnamita en Caracas, Vu Thunh My anunció, en el acto conmemorativo de los 49 años de la derrota de las tropas estadounidenses en Saigón, que el libro de Nancy Zambrano será traducido al vietnamita, para que se conozca en Indochina a la comandante Chelina, una combatiente que puso en peligro su vida en una acción contra los enemigos de Vietnam. Para aquel entonces, desde Washington se había ordenado el fusilamiento del miliciano vietnamita Nguyen Van Troi.

Con Escritos de una combatiente de la guerrilla urbana en Caracas, de la guerrillera Chelina, traducido al vietnamita, la Embajada de la República Socialista de Vietnam en Caracas conmemorará los sesenta años de la Operación Van Troi, ejecutada por la Unidad Táctica de Combate (UTC) Iván Barreto Miliani, el 9 de octubre de 1964, en la calle Suapure de Bello Monte.

La mencionada obra sería el tercer libro venezolano traducido al vietnamita. El primero fue La Revolución Bolivariana democratiza los derechos humanos (2014), de Carlos González-Irago. En 2017, fue llevado al vietnamita Xin chào, que ese mismo año fue galardonado por el Comité Nacional de Información Exterior de la República Socialista de Vietnam.

28/06/2024.- La biblioteca acerca de la lucha guerrillera en Venezuela, sobre todo entre las décadas de los años sesenta y setenta, no es densa como debería. Por eso, un grupo de excombatientes de esa década, bajo la coordinación del doctor Octavio Beaumont, motorizan, desde Acarigua, estado Portuguesa, el Museo Histórico de la Lucha Armada en Venezuela (virtual). Sin embargo, han sido escritos, aproximadamente, un centenar de libros y suficientes artículos sobre el tema, aunque pocos en cuanto a la lucha armada urbana. De allí la importancia de Escritos de una combatiente de la guerrilla urbana en Caracas, de Nancy Zambrano Rivas, una tachirense que desde los 17 años, en sus días de liceísta, se vio involucrada en grupos armados de la Juventud Comunista que estudiaban en el liceo Andrés Bello de Caracas, un importante centro de captación, además de las facultades de Ingeniería y Economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

El periodista Octavio Beaumont se doctoró en Historia con una tesis que tituló «Por qué fue derrotada la lucha armada en Venezuela», editada posteriormente como libro por la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). También sobre la experiencia urbana, el periodista, cineasta, poeta y excomandante de la guerrilla urbana en Caracas, Luis Correa (alias Comandante Gregorio), escribió la novela FALN, Brigada Uno y fue guionista de la película Crónica de un subversivo latinoamericano, que dirigió el mexicano Mauricio Walerstein.

Por su parte, dos militares de gran importancia en la lucha armada, el capitán de corbeta Pedro Medina Silva y el teniente Nicolás Hurtado, publicaron Por qué luchamos, una joya de libro que coordinó para la UBV el antropólogo Pedro Pablo Linares, un personaje importante, ya fallecido, que dejó una nutrida colección sobre el tema de la lucha insurreccional.

El ingeniero Juan Carlos Parisca Pérez escribió Brigada 31, sobre su experiencia como combatiente del Frente Simón Bolívar, y Hernán Abreu recordó sus andanzas guerrilleras en Memorias del Frente Guerrillero José Antonio Páez. El prologuista de esta obra, Alí Rodríguez Araque, quien fue comandante guerrillero en varias montañas venezolanas, recomendaba combatir la cultura del olvido.

Chelina: cita en Vietnam

El uso del seudónimo es una medida elemental para la seguridad del militante revolucionario en clandestinidad. Según la escritora estadounidense Lady Borton, que vive en Vietnam, asegura en su libro Ho Chi Minh: una travesía, que el líder vietnamita utilizó más de cien sobrenombres como escudo frente al acoso policial. Por ejemplo, el más famoso, utilizado para su labor de escritura en el exterior, fue Nguyen Ai Quoc (El Patriota).

Nancy Zambrano, como combatiente de una de las Unidades Tácticas de Combate (UTC) del Destacamento Livia Gouverneur de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), utilizó varios sobrenombres, como Chelina, La Nena, Yolanda y Nélida, entre los que recuerda. El que más lleva en su memoria es Chelina, por eso, años después, lo utilizó como nombre para su hija, de tal manera que Chelina sigue viva en su existencia.

Con ese seudónimo intervino en importantes operaciones guerrilleras, como el secuestro de cinco pinturas de famosos artistas (Van Gogh, Cézanne, Picasso, Braque y Gauguin) en el marco de la Exposición de los Cien Años de la Pintura Francesa, que tuvo lugar en el Museo de Bellas Artes (16 de enero de 1963); el asalto e incendio de la Misión Militar de Estados Unidos, que estuvo ubicada en Country Club de Caracas (9 de junio de 1963), y la captura del teniente coronel Michael Smolen, quien fuera segundo jefe de la Misión Aérea, capturado en la calle Suapure de Bello Monte, el 9 de octubre de 1964.

La mayoría de las acciones de las FALN se habían constituido en mensajeras ante el mundo de lo que ocurría en Venezuela, pero la quema de la Misión Militar yanqui y la captura de Smolen fueron directas al poderoso cuerpo militar gringo en Venezuela. Aun así, lo más concreto era la solidaridad con Vietnam, que para entonces sufría los ataques asesinos de las tropas yanquis por órdenes de Lyndon B. Johnson.

Ese recuerdo de la hermandad venezolana con el pueblo del Tío Ho permanece vivo. Es por eso que el embajador vietnamita en Caracas, Vu Thunh My anunció, en el acto conmemorativo de los 49 años de la derrota de las tropas estadounidenses en Saigón, que el libro de Nancy Zambrano será traducido al vietnamita, para que se conozca en Indochina a la comandante Chelina, una combatiente que puso en peligro su vida en una acción contra los enemigos de Vietnam. Para aquel entonces, desde Washington se había ordenado el fusilamiento del miliciano vietnamita Nguyen Van Troi.

Con Escritos de una combatiente de la guerrilla urbana en Caracas, de la guerrillera Chelina, traducido al vietnamita, la Embajada de la República Socialista de Vietnam en Caracas conmemorará los sesenta años de la Operación Van Troi, ejecutada por la Unidad Táctica de Combate (UTC) Iván Barreto Miliani, el 9 de octubre de 1964, en la calle Suapure de Bello Monte.

La mencionada obra sería el tercer libro venezolano traducido al vietnamita. El primero fue La Revolución Bolivariana democratiza los derechos humanos (2014), de Carlos González-Irago. En 2017, fue llevado al vietnamita Xin chào, que ese mismo año fue galardonado por el Comité Nacional de Información Exterior de la República Socialista de Vietnam.

Ángel Miguel Bastidas G.

Fuentes de consulta:

Bastidas, A. (2017). Xin chào. Vietnam: Editorial The Gioi.

Van, T. D. (2014). Vivir como él. Vietnam: Editorial The Gioi.

Zambrano Rivas, N. (2014). Escritos de una combatiente de la guerrilla urbana en Caracas. Caracas: Fundación Amigos de los Años 60.