por Daniel Alberto Madriz.
“La clemencia al criminal es la condena del justo y un ataque a la virtud ” Simón Bolívar
La Masacre de Yumare, crimen de lesa humanidad e imprescriptible ocurrido el 8 de mayo de 1986, en Barlovento, caserío de La Vaca en el Estado Yaracuy, sigue impune a pesar de haber ocurrido hace casi 4 décadas. Los principales responsables de la Masacre de Yumare, tanto los intelectuales, ejecutores directos e encubridores de esa violación de los Derechos Humanos, sigue en total impunidad. Unos fuera del país, otro fallecidos, el resto jubilados de la ex tinta Disip pero siguen cobrando como si nada, y algunos empleados en instituciones del Estado como Bernán Vega quién se desempeñaba como chofer en una Institución Policial del gobierno nacional cuando fue detenido hace un año y actualmente sometido a un juicio que no tiene fin, donde se presume se estén usando tácticas dilatorias, excesos de tecnisismos y retrasos procesales injustificados. El otro era Ramón Celestino Rojas quién al momento de su detención era jefe de seguridad de una Alcaldía del gobierno bolivariano en el oriente del país. Rojas alias el guajiro y ex miembro tranfuga de la organización Bandera Rojas, fue condenado a 16 años de prisión al reconocer su culpabilidad en los hechos que se imputaron. Los mayores responsables y autores intelectuales de la Masacre de Yumare fueron: Jaime Lusinchi, entonces Presidente de la República de Venezuela ya fallecido, conjuntamente con Octavio Lepage, Ministro de Relaciones Interiores fallecido; el Vicealmirante de La Armada, Andrés Eduardo Brito Martínez, quién ejercía el cargo de Ministro de la Defensa; Remberto Uzcategui Bruzual, entonces Director de los Servicios de Inteligencia y Prevención Disip; Pedro García, Mayor del Ejército, quién se desempeñaba como Fiscal Militar y avaló el falso expediente elaborado por la Disip; Porfirio Antonio Valera, entonces perteneciente también a la Dirección General de los Servicios de Inteligencia y Prevención Disip; el ex Comisario General de la Disip Henry López Sisco prófugo de la justicia residenciado en San José de Costa Rica; el entonces Teniente Coronel (Ej.) hoy General Pedro Celestino Silvio Pérez, quién era Comandante de BIJAP-71 y Comandante de la Guarnición del Estado Yaracuy; el ex General Alexis Ramón Sánchez Paz, fue condenado a 13 años de prisión por reconocer los cargos que le fueron imputados y su responsabilidad en el crimen colectivo. En 1986 era el comandante de TO5 de Yaracuy y el oficial militar que le entregara en persona a López Sisco los uniformes militares, que luego del crimen le fueron colocados a los asesinados cuando ya se encontraban sin vida y con evidente signos de torturas; El resto del grupo comando formado por 38 miembros de la Disip que actuó bajo las ordenes de sus superiores y ejecutantes materiales del crimen de Lesa Humanidad permanecen en total impunidad. Mauro Yánez Pasarella, Sub. Director de La Policía Técnica Judicial (PTJ) ya desaparecida y consciente de la masacre, contribuyó al encubrimiento de los asesinos miembros de la Disip que cometieron el crimen, ayudando a levantar un falso expediente, con el fin de exonerar de culpabilidad a los homicidas y hacer pasar la masacre como un enfrentamiento entre fuerzas policiales y guerrilleros, práctica común utilizada por los órganos represivos policiales de entonces, como quedó demostrado en los crímenes del llamado caso del Amparo y los Amparitos entre otras masacres cometida durante la Cuarta República de la era puntofijista.
En torno a las torturas y la ejecución extraoficial que padecieron las 9 personas asesinadas en Yumare, el gobierno de turno en 1986 y las instituciones del Estado implicadas en el hecho punible, levantaron todo un falso positivo, un expediente totalmente viciado, mentiras institucionales y comunicacionales contrarias a la realidad y a los hechos acontecidos, que fueron desmentidas desde el mismo momento de los sucesos por los familiares de las víctimas, los sobrevivientes a la masacre, diputados del antiguo Congreso Nacional y compañeros de organización de los asesinados con alevosía y premeditación por la Disip. En la mañana del 8 de mayo de 1986, luego que la comisión dirigida por el Comisario Henry López Sisco, realizara la masacre, en horas de la madrugada realmente, los principales medios televisivos y periódicos del país, como Radio Caracas Televisión; Venevisión; El 2001; El Mundo; El Nacional, El Universal; Últimas Noticias y otros medios regionales, daban cuenta de un enfrentamiento, donde resultaron muertos 15 guerrilleros en la población de Yumare. Esa mañana en el cementerio de la ciudad de San Felipe habían excavado 15 fosas. ¿Porqué el Presidente Lusinchi y su Ministro Octavio Lepage hablaba de 15 guerrilleros dados de baja en la rueda de prensa que realizaron al amanecer del 8 de mayo de 1986? La razón estaba en la información suministrada con antelación por los agentes de la Disip infiltrados en la organización política y bolivariana denominada Corriente Histórica Social, que desde varios meses antes los agentes de la Disip, habían penetrado simulando ser revolucionarios, pero en realidad fueron los autores materiales del crimen de Yumare. Las autoridades hablaban esa mañana de quince bajas porque sumaban a los 9 asesinados previamente, los 6 sobrevivientes que lograrían salvarse de tan macabro asesinato y quiénes de ser capturados entonces, también hubieran sido asesinados porque la Disip ya los había sentenciado a muerte donde quiera que lo detuvieran y contabilizado por la prensa como bajas. Ambos grupos sumaban 15 personas, pero para los medios ya estaban muertos todos como lo reflejaron en sus titulares de ese jueves 8 de mayo de 1986. La realidad fue que 4 oficiales de la Disip infiltrados desde meses atrás en la organización política en ciernes, pasaron parte de la mañana y la noche del 7 de mayo de 1986 con todos los camaradas que estaban reunidos cerca del caserío de la Vaca, discutiendo planteamientos ideológicos y culturales que asumirían al regresar a Caracas. Como lo tenían planeado de antemano los infiltrados, a las 11:00 pm aproximadamente dividen a los reunidos en dos grupos. El primero se queda con Norberto Rabanales y el segundo se retira cerca del lugar con su hermano Alirio Rabanales ambos ex Bandera Rojas, plan que ya habían acordado en complicidad los dos hermanos con López Sisco. Norberto Rabanales argumentando ir a buscar al camarada Ronald Morao que venía de Caracas y uno de los principales líderes de la organización en formación, baja acompañado del grupo seleccionado, por la carretera de tierra cercana a una casa abandonada ubicada al borde de la vía rural.Un cuarto de hora después llegan a la parte pavimentada y se suben todos a la parte trasera de la camioneta pickup blanca que fue usada esos días por Rabanales como transporte desde la ciudad de San Felipe, distante como una hora de recorrido, al sitio de reunión del caserío de la Vaca. Alirio Rabanales por su parte acompaña a los 6 camaradas que a la postre resultarían los sobrevivientes, caminan como una hora en circulo por el lugar y se detienen en un matorral de cierta altura. Alirio Rabanales alias “Enrique” o “Trinity” le dice a los posteriores sobrevivientes que allí pasarán la noche y que lo despierten antes de las 4 de la mañana debido a que carecía de reloj y tenía que hacer un contacto importante antes del amanecer. Alirio Rabanales se mostraba muy nervioso e inquieto esa madrugada, sumido en el miedo y la cobardía del crimen que se avecinaba abandona de forma precipitada el lugar de baja vegetación a las 3:30 de la mañana del día 8 de mayo, antes de huir de hecho, sólo atina a decirle a uno de los sobrevivientes que debían permanecer en el lugar sin moverse de allí. Mientras esto sucedía Norberto Rabanales, con engaño y alevosía utiliza la excusa de comprar comida y recoger al camarada Ronald Morao en la ciudad como se explicó, convida a Guzmán Green, a Caicedo Castillo, a Ramón Quevedo Infante, a Nelson Castellano y a José Rosendo Silva para que lo acompañen. Este grupo sale del sector de la Vaca entre las 11 y las 11:20 de la madrugada del día 7 de mayo montados en la parte de atrás de una camioneta blanca, la cual era conducida por Norberto Rabanales acompañado de Antonio Rojas otro de los infiltrados, alias el “guajiro” quién también era agente de la Disip destacado en San Felipe. La camioneta pickup blanca es detenida en el trayecto hacia San Felipe por una comisión de la Disip, encabezada por Lopéz Sisco, sorprendiendo a los camaradas que no portaban armas alguna ni nada con que defenderse, los detenidos son conducido a un paraje solitario donde son torturados y asesinados como quedó demostrado en las heridas lacerantes infringidas en sus cuerpos y en los tiros a quemarropa que presentaron en sus tórax, abdomen, piernas, y en cada una de sus cráneos palpable cuando entregaron los cadáveres a cada de sus familiares, pruebas y evidencias irrefutables y científicas descritas y ratificadas también, cuando se realizaron las exhumaciones que practicaron los médicos forenses a las osamentas de los asesinados varios años después.Ese mismo día 7 de mayo, pero en horas de la tarde, sin que los demás compañeros se enteraran de lo ocurrido, ya habían detenido cerca del Terminal de Pasajeros de la ciudad de San Felipe, capital del estado Yaracuy, a Pedro Jiménez, a Simón Romero Madriz y más tarde a Ronald Morao, último en llegar a San Felipe. La camarada Dilia Rojas también había sido detenida desde el día 6 de mayo, dos días antes de su asesinato. Los nueves compañeros nombrados anteriormente son torturados y asesinados en una finca conocida por los Rabanales y López Sisco quiénes para simular el crimen matan un toro en el lugar y luego presentaron el hecho antes los medios de comunicación como robo de ganado.Ya sin signos vitales los 9 asesinados son subido en un camión cerrado tipo cava de la Disip sin identificación al caserío de la Vaca, alrededor de las 3 de la madrugada del 8 de mayo.Los autores materiales del atroz crimen además de López Sisco son: Norberto Antonio Rabanales (alias Tony-Almeida – Compadrito) desmovilizado en el año 1979 y quién se incorpora a la Disip, conjuntamente con Alirio Rafael Rabanales (Chema -Trinity- Enrique); Bergenis Beraciarte (el gordo); y Antonio Rojas (el guajiro) y a estos tránsfugas se le unieron otros 38 oficiales y ex Comisarios de la extinta Disip quienes ejecutan la matanza como ellos mismo lo confesaron en el primer expediente del caso Yumare.
Norberto Antonio Rabanales años antes estuvo en el campamento de Cantaura autorizado por Gabriel Puerta Aponte, durante su estadía solapada y distanciada del resto de los combatientes, también asesinados con posterioridad, permanecía taciturno cerca de la rústica cocina del campamento. Días antes de la Masacre de Cantaura le determinó al Comandante Rincón responsable de FAS, que en caso de un ataque del Ejército debían buscar la salida hacía la carretera, retirándose del lugar un día antes de que se cometiera la masacre del mismo nombre. Cuando la aviación efectivamente bombardeo el improvisado campamento, quienes corrieron hacia la carretera fueron asesinados por la Disip quiénes estaban emboscados en la misma y se mantenían informados por Norberto Rabanales quién se encontraba en un carro cerca de la antigua carretera muy próxima al campamento de Cantaura. Extrañamente esa organización nunca denunció a Norberto Rabanales antes los tribunales ni publicamente, siendo el artífice de la sangrienta masacre. Como ha quedado demostrado por los testimonios de los sobrevivientes, familiares de las víctimas de la Masacre de Yumare y las exhumaciones practicadas con todo el rigor científico, los camaradas fueron previamente detenidos, torturados y luego asesinados a sangre fría por los mismos asesinos y métodos que hoy como ayer, siguen utilizando la oposición, basta recordar los sucesos del 11 de abril del 2002 y los posteriores asesinatos cometidos por los terroristas fascistas llamados guarimberos y la burguesía pro yanqui del país.
Así se comportaban entonces, como hoy sigue sucediendo en los países capitalistas y como continúa ocurriendo con los medios de desinformación opositores y apátridas que en Venezuela siguen sirviendo a la CIA y al Imperialismo.
Reiteramos que la camarada Dilia Antonia Rojas, fue detenida el día 6 de mayo en la mañana,en los alrededores del hospital de San Felipe, minutos antes había hablado con un sobrino a quién le alertó que se alejara de ella, porque la estaban siguiendo. Dilia Rojas desconfiaba de los hermanos Rabanales, por eso ellos deciden que tenía que ser la primera en ser detenida para que no alertara al resto del grupo. Simón José Romero Madriz llegó al terminal de San Felipe el día 7 de mayo a las 04:00 pm, desde allí llamó a un familiar en Caracas y le comunicó que había llegado bien a San Felipe estado Yaracuy. Allí fue detenido por Bergenis Beraciarte y Antonio Rojas (traidores ex miembros de Bandera Roja M-L).Nunca llegó con vida al caserío de la Vaca, donde su cuerpo inerte fue llevado al amanecer del día 8 de mayo a la parte baja del llamado monte o loma azul, con evidentes signos de torturas y dejando al lado de los otros 8 asesinados en una explanada de vegetación raza lugar donde nunca hubo un combate como de forma falsa declararon los asesinos. Simón José Romero presentaba varias mutilaciones de los dedos, fue últimado bárbaramente y observándose en el cadáver en posición de cúbito vertical, un orificio de entrada en rama ascendente del maxilar derecho, un orificio de salida cara anterior del cuello, tres orificios de salida, dos en la región inter glútea y una en la región glútea izquierda, y otro conjunto de heridas repartidas en el resto de la osamenta. El cadáver de Dilia Rojas, cuyos senos estaban cercenados por arma cortantes, presentaba un orificio de entrada en la región parieto – occipital del lado derecho, fractura del arco cigomático izquierdo y otros signos de violencia, detalles revelados de los protocolos de autopsia realizadas en la osamenta de estos dos camaradas revolucionarios años después. El resto de los camaradas presentaron heridas muy similares a la descritas anteriormente.
Asimismo los camaradas Pedro Jiménez y Ronald Morao, nunca llegaron con vida al caserío de La Vaca, lugar escogido como falso escenario del crimen por la Disip. En resumen las 9 osamentas que fueron exhumadas y años después, arrojaron pruebas científicas irrebatibles que demuestran fehacientemente que los 9 camaradas fueron detenidos previamente, secuestrados, torturados y finalmente asesinados con tiros de gracias a quemarropa, percutidos a pocos centímetros de sus cabezas. ¿Y qué pasó con los sobrevivientes? Luego que el comando de la Disip hubo realizado el asesinato colectivo y llevado los 9 cadáveres al caserío de Vaca esa madrugada, sin perder tiempo y en silencio se prepararon para asesinar a los sobrevivientes que se encontraban alejados de la carretera de tierra. Este grupo que Alirio Rabanales había dejado ubicado en una loma, analizó la situación y antes la furtiva y nerviosa retirada de Alirio Rabanales, los camaradas les pareció que la de actitud de Alirio era muy sospechosa y era evidente que tramaba una acción en su contra, minutos después deciden retirarse de ese lugar moviéndose unos doscientos metros más o menos de donde lo habían dejado. Cerca de la 5 de la mañana literalmente una lluvia estrepitosa de balas de fusiles Fal en ráfaga pasan sobre las cabezas de los sobrevivientes, ninguno por suerte sale herido, seguidamente escuchan gritos de la Disip que los instan a rendirse y de forma repetitiva los llaman a gritos por sus seudónimos y exigen que salgan del lugar, porque de lo contrario los van a matar. Los sobrevivientes sin pensarlo, se tiran por un barranco, cruzan una quebrada y siguen huyendo, momentos después escuchan nuevamente una balacera y explosiones de granadas. El comando de exterminio de la Disip luego de una pausa, desde 14 posiciones de tiro, reanuda las descargas con fusiles hacia el sector indicado por Alirio Rabanales y luego a darse cuenta que allí no hay nadie, continúan disparando al azar y arrojando granadas a diestra y siniestra sin resultado alguno. El comando de la Disip, viéndose frustrados en su afán de asesinar a los sobrevivientes, se retiran horas después del lugar, dejando los 9 asesinados regados en la explanada de la Vaca, además de 4 cajas vacías de balas calibre 7.62 mm para fusiles Fal, cientos de conchas de balas percutidas y las 14 siluetas en el pasto desde donde habían disparado acostado contra los sobrevivientes, cometiendo un evidente delito de homicidio en grado de frustración. Los sobrevivientes a pesar de los tiros que escuchaban a sus espaldas y de un helicóptero que los buscaba, continuaron subiendo montañas, entre las espesa maleza y matas de espinas con las que chocaba es su angustiosa huída de los desalmados oficiales de la Disip.Esa mañana atravesaron tres montañas y varias quebradas, unas veces orientados y en otra un tanto en circulo, sin probar comida alguna hasta que llega la noche y deciden descansar, aún sin conocer la suerte que corrieron sus otros compañeros. Durante 15 días y noches duró la odisea de los sobrevivientes, hasta que unos campesinos los ayudan y le informan del asesinato de sus compañeros, que habían dejado en el caserío de la Vaca. Uno por uno van saliendo del lugar dirigiéndose a San Felipe, allí son ayudados por otros camaradas de la organización Corriente Histórica Social y con toda la seguridad posible viajan hasta Caracas, Valencia y otras capitales de Venezuela. Las vicisitudes y dificultades que tuvieron que vivir y padecer durante tantos días y noches los seis sobrevivientes, merecen un capítulo aparte que escapan a esta narración. Es obligante señalar, que todas los hogares de los caídos y amistades de ellos fueron allanados sin orden judicial y luego saqueada por la Disip días después de la masacre, sin respetar la presencia de niños, enfermos o persona de la tercera edad que se encontraban en ella, además de ser amedrentados y amenazarlos con llevarlos a la cárcel profiriendo groserías, agrediendo e irrepetando a las madres y hermanas de las víctimas. Los familiares nunca cesaron en su lucha por hacer justicia y aclarar la verdad de lo sucedido.
Diecisiete años después de persecuciones y amenazas, los familiares y un grupo de abogados logran que los responsable de la Masacre de Yumare fueran acusados a través de la Fiscalía Segunda del Ministerio Público del estado Yaracuy, por la comisión del delito de homicidio calificado; alevosía por motivos innobles en grado de complicidad correspectiva en perjuicio de las 9 víctimas; por simulación de hechos punibles; privación ilegítima de libertad; violación de domicilio; abuso de autoridad; falso testimonios; falsedad de actos y documentos; y uso indebido de armas de fuego. 38 Comisarios Generales, Comisarios, sub Comisarios, Inspectores, Detectives y Agentes estatales de la Disip, todos con credenciales de jubilados, siguen sin ser capturados y se mueven por el territorio nacional con total impunidad. De igual manera están acusados 9 altos funcionarios del gobierno de entonces, incluyendo al propio ex presidente Lusinchi pero casi todos ya han fallecidos si haber sido juzgados.
Después de 38 años de ocurrida la Masacre de Yumare, sólo hay dos condenado.El viernes 7 de mayo del 2011 el General Alexis Ramón Sánchez Paz admitió su responsabilidad en la Masacre de Yumare siendo éste quién le suministró a López Sisco los uniforme militares que le pusieron a los 9 asesinados después de ser asesinados por encima de la ropa civil y luego presentarlos como dado de baja en combate por una comisión de la Disip.El General Alexis Ramón Sánchez Paz fue condenado a 13 años de prisión domiciliaria de acuerdo al Código Orgánico Procesar Penal, por un crimen de lesa humanidad que no tiene atenuante.
Hay mas de 30 imputados que se mantienen en total impunidad, entre ellos López Sisco quién entra y sale del país, participó en el golpe de estado contra el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, votaba en las elecciones presidenciales en la isla de Margarita y se pasea por las playas de Miami y Costa Rica, burlándose de la orden de extradición que circula a través de la Interpol en su contra, pero que ningún tribunal hace cumplir. Allí se encuentra con toda su familia excepto de una hija que se arrojó por la ventana de un edificio en San Cristóbal, al conocer que su papá no era un ángel, sino un asesino exterminador de cientos de venezolanos. Los hermanos Rabanales siguen impunes por los estados Apure, Guárico, Táchira y Zulia. Otros ex comisarios y jubilados de la ex Disip, y con páginas web, publican sus andanzas actuales, continúan cobrando sus pensiones y deambulando por Venezuela sin que nadie lo detenga, hasta lo insolitamente increíbles que varios de ellos trabajaban en Alcaldías Bolivarianas en el oriente del país y otro era jefe de Ispostel de Caracas. El ex presidente Jaime Lusinchi vivía como príncipe desde hace más de una década en San José de Costa Rica hasta que muere. A López Sisco se le dictó prohibición de salida del país,después que éste había tomado un avión comercial desde el Aeropuerto de Maracaibo hacia Colombia y de allí a Costa Rica. La justicia no sólo debe capturar, juzgar y condenar a los culpables, sino reivindicar plena e íntegramente a las víctimas, a sus familiares y compañeros de lucha. La justicia tardía no es justicia y sin justicia no hay Paz. ¡ Vivan por siempre !
Dilia Antonia Rojas Vásquez (42); Luis Rafael Guzmán Green(40) ; Rafael Ramón Quevedo Infante(31); Simón José Romero Madriz(28);Ronald José Morao Salgado(31); Nelson Martín Castellano Díaz(31); Alfredo Caicedo Castillo(31);José Rosendo Silva Medina(33); Pedro Pablo Jiménez García (40 años de edad).
REFERENCIAS: Testimonios inéditos de los familiares de los mártires, sobrevivientes, compañeros de lucha y lugareños de Yaracuy; testimonios inéditos de Jerónimo Carrera ex secretario general de PCV y del ex diputado Raúl Esté; testimonio y documentos de Iván Aparicio y Andrés Sáenz cofundadores de la Corriente Histórica Social desde el año 1982; Sentencia número 537 de Tribunal Supremo de Justicia-Sala de Casación Penal de 27 de Octubre de 2009 ( Sentencia sobre la extradición de Henry López Sisco domiciliado en San José de Costa Rica);Los crímenes del puntofijismo en Venezuela- teleSUR http://www.telesurtv.net>multimedia;Masacre de Yumare https://www.facebook.com/barricadatv; Carta Abierta:XV Aniversario de los Mártires de Yumare(2001).Vice presidencia de la República. Documento inédito recibido por la Vicepresidencia de la República Bolivariana de Venezuela; http://www.ine.gov.ve.; conmemoración 38 años de la Masacre de Yumare – INE; Héroes de Yumare, In Memoriam. http//héroesdeyumare.blogspot.com; CDI y SRI “Simón José Romero Madriz” – Lapsus.net Las Adjuntas Parroquia Macarao Caracas Venezuela; http://www.tsj.gob.ve William Mauricio Prado Sifontes-Tribunal Supremo de Justicia.