Hay un ambiente envenenado,
el aire en nuestro planeta se está tornando turbio,
gris,
sombrío.
Tiempo de asombro
donde el estupor reina
y la decadencia se impone;
está sucediendo y no captamos…
se extiende desde las profundidades,
se expande como un pantano,
denso y viscoso
atrapando a todo y a todos,
paso a paso
va enterrando la memoria de nuestro tiempo,
de otros tiempos…
Se maquilla,
se acicala,
adorna sus colmillos, sus garras;
se presenta decente, atrayente, seductor.
Nos envuelve poco a poco,
en silencio.
Nos chupa,
nos succiona la razón,
nos seca los recuerdos,
luego
labra y siembra con paciencia
la simplificación,
la estupidez,
la frivolidad,
el hedonismo,
los prejuicios,
el egoísmo…
ya la persona, siendo resto,
ciega y frágil,
sin esencia
fallece inconsciente y mutilada
en los escombros ineptos de sus miedos.
Humberto Rojas D.
16-07-2024