Cuando el alemán Gustavo Zingg Miersen, llegó a Venezuela finalizando el siglo XIX, venía como representante de una de las casas de comercio de Hamburgo localizadas en Maracaibo, pero se anotó en otra historia cuando en los años 40 el Nazismo alzó banderas en una Alemania Hitleriana y junto a otros germanos residenciados en Venezuela colaboraron en la Operación Invierno con logística y dinero para que 60 agentes de la Gestapo establecieran las coordenadas para cumplir con el propósito de destruir barcos petroleros venezolanos o norteamericanos que surtían de energía a la armada norteamericana. Fue la siembra del fascismo en Venezuela que luego se ha reproducido hasta nuestros días por una genética de la arrogancia y la violencia política.
La hija del alemán nazista Gustavo Zingg, Carmen Zingg Aranguren, no se iba a casar con un don nadie y buscaron el pedigrí de los amos del Valle de Caracas o los Apellidos, se casó con Alfredo Antonio Machado Gómez de quienes nacieron los Machado Zingg, y de una de sus hijas, Mercedes, que se casó con Carlos Zuloaga Rodríguez, hijo de Ricardo Zuloaga Pérez Mato, el heredero de la Electricidad de Caracas, su padre fue Ricardo Machado Tovar y su abuelo materno Manuel Matos, muy reconocido por vender a los Estados Unidos el asfalto venezolano con que pavimentaron las calles de Nueva York y Washington a principios del siglo XX a través de negocios turbios con la New York & Bermúdez Company y enemigo acérrimo del nacionalismo de Cipriano Castro, pero además financista y colaborador de Juan Vicente Gómez como prestamista y usurero, fue el fundador del Banco Caracas y del Banco de Venezuela.
Se ha divulgado la idea de que estas familias, fueron emprendedoras y promotoras del desarrollo nacional, cuando realmente fueron instrumentos avaladores de la dependencia económica estructural que neutralizó la industria nacional y facilitaron que las transnacionales norteamericanas bien del petróleo, del hierro, del aluminio o de la industria eléctrica impusieran sus intereses en detrimento de los intereses nacionales.
Pero además una vez perdidos los privilegios que le facilitaron los partidos políticos del Puntofijismo eso es Acción Democrática y COPEI, en comisiones, “pagos opacos”, corruptelas, y la posterior asunción de un gobierno de corte popular como el de Hugo Chávez en 1998, sacudieron las cortinas en las cuales siempre se ocultaron los Apellidos para luego disparar la carga genética fascista y nacista de abuelos como Gustav Zingg o Enrique Rommer.
Durante el gobierno de Medina Angarita fueron develados los planes del nacismo en Venezuela y hombres como Gustav Zingg, Enrique Rommer (abuelo materno de Enrique Sala Rommer) Ernesto Blohm (Casa Blohm) entre otros, colaboraron con logística y dinero para llevar a cabo la Operación Fondo Invierno. En las pesquisas que hizo el Departamento de Estado norteamericano a principios de 1942 a través de sus espías, determinaron que muchos de los empleados venezolanos de Zingg, Rommer y Blohm eran usados para realizar incursiones en sitios estratégicos de la industria petrolera para obtener información sin ser advertidas las autoridades de Venezuela, así ocurrió en Maracaibo, Puerto Cabello, Caracas-La Guaira, Puerto, La Cruz El Tigre y en Ciudad Bolívar.
Estos hombres cuyas familias siguieron manteniendo privilegios políticos y económicos durante el gobierno de Pérez Jiménez y todo el trayecto Puntofijista, legaron una semilla ideológica fascista en algunos de sus familiares, hijos y nietos que han estado tras bastidores financiando o sirviendo de enlaces para operaciones de sabotaje y violencia financiadas por agencias como la USAID, que ha aportado millones de dólares para acabar con la Revolución Bolivariana.
En la década de los 80 un brote de “inquisidores” con visos nazifascistas se empolló en lo que fue una secta conocida como “Familia, tradición y propiedad” de la cual eran miembros Henrique Capriles Radonsky y Leopoldo López, que fue acusada de planificar supuestas acciones diabólicas y terroristas y donde estarían vinculadas familias pudientes de Caracas como los Machado y Mendoza. Hoy estos grupos que son derivados del falangismo de Copei terminaron en Primero Justicia y la sub derivación Voluntad Popular, miembros de la Mesa de Unidad Democrática, hoy Plataforma Unitaria Democrática.
El pedigrí familiar nazi de algunos dirigentes de la derecha venezolana como los Rommer, Zuloaga y Zingg entre otros, tuvo su cenit con las grabaciones hechas públicas en Venezuela en 2004, cuando un descendiente de Gustavo Zingg, con el mismo nombre pero con un segundo apellido de la alcurnia caraqueña Gustavo Zingg Machado, financió y participó en la Operación Daktary que intentó actos terroristas y magnicidio contra el Presidente Chávez, pero además el financiamiento a la campaña del líder oposicionista de derecha de Henrique Capriles Radonsky siendo, entonces flamante candidato presidencial en 2012.
Para conseguir los antecedentes históricos de la actual derecha venezolana basta revisar los archivos desclasificados del Departamento de Estado durante la II Guerra Mundial y explicarse de dónde vienen sus comportamientos fascistas que como escuela del mal se han cultivado por generaciones en Venezuela y hoy intentan recuperar el poder para entregarle al norte las riquezas de la patria a cambio de privilegios familiares, todo ello terminó con Hugo Chávez Frías desde 1998 y el presidente Maduro ha continuado esa saga aunque la violencia fascista en cualquier momento vuelve a brotar por su naturaleza genética.
Aldemaro Barrios Romero
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Historia Viva/Violencia y fascismo oligarca
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