Hace 56 años
Operación “Van Troi”: un contundente golpe
a la Misión Militar yanqui
Por Ángel Miguel Bastidas
En la década de los 60 del siglo pasado, la guerrilla urbana de Caracas asestó tres
contundentes golpes a la presencia yanqui en Venezuela: el asalto y quema de la Misión
Militar de Estados Unidos el 6 de junio de 1963; la captura del coronel yanqui y primer
comandante de la Misión de EEUU, James Chenault, el 23 de noviembre de 1963 y el
arresto del teniente coronel (Av.) Michael Smolen, el 9 de octubre de 1964.
El libro “Escritos de una combatiente de la guerrilla urbana en Caracas”, editado por la
Imprenta Municipal de Publicaciones de Caracas, 2015, autoría de Nancy Zambrano
(“Chelina”) nos lleva a esos años convulsos de la historia reciente venezolana, de lucha y
entrega de cientos de jóvenes soñadores: “Es quizás el testimonio más lacerante sobre la
etapa que vivió una generación. De sacrificio. De los ideales que la inspiraron y la
condujeron a la comisión de acciones atrevidas y audaces. Que la elevaron a niveles
heroicos y la enfrentaron al fracaso”, señala el prologuista de la obra, José Vicente Rangel.
Según “Chelina”, las operaciones citadas al comienzo de esta nota, fueron ejecutadas por el
Destacamento “Livia Gouverneur”, uno de los grupos más activos de la Brigada Uno de la
Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) que operó en el Distrito Militar
“Wilfrido Omaña” de Caracas,
A 56 años de la intrépida acción militar de la calle Suapure de Bello Monte, donde la
Unidad Táctica de Combate (UTC) “Iván Barreto” de las FALN apresó a Michael Smolen,
dos de los protagonistas, “Tomás” y “Servando”, consideran que, a la luz de la realidad,
tiene vigencia aquel propósito de apoyar la lucha de los pueblos que siguen combatiendo
por la libertad y la independencia nacional.
“Desde que planificamos la operación y habíamos seleccionado nuestro objetivo estábamos
claros que lo estábamos haciendo por una causa justa, por la liberación de los pueblos que
en ese momento luchaban por su liberación, y uno de esos pueblos era el vietnamita”,
asentó Carlos Rey (Servando), quien participó directamente en la captura del aviador
gringo.
En el año 2013 “Servando” fue invitado de honor del Gobierno de la República Socialista
de Vietnam a los actos en Hanoi, con motivo de los 40 años de la firma de los Acuerdos de
Paz. En esa oportunidad fue recibido por el presidente Truong Tan Sang, a quien obsequió
un retrato del teniente Nicolás Hurtado Barrios (1932-1967), uno de los primeros militares
que se unieron a la lucha guerrillera de los años 60.
Por su parte, Raúl Rodríguez (“Tomás”), a quien en varias oportunidades le tocó operar al
lado de sus hermanos Oscar y Eloy, formó parte de la UTC 2 del pelotón “Daniel Mellado”
que estuvo a su cargo la custodia de Smolen en el apartamento del pintor Ángel Luque,
ubicado en la calle Negrín de Sabana Grande. Con 19 años de edad, era el más joven de la
unidad: “Me siento orgulloso de haber participado en la acción del 9 de octubre de 1964. En
los años siguientes la historia nos fue dando la razón y al final pudimos ir a Vietnam y ver
los avances de ese pueblo que tuvo que perder millones de personas para poder vencer al
invasor yanqui”.
“Tomás” asistió en el año 2015 a los actos conmemorativos de los 40 años del triunfo de la
revolución o “Victoria de la Primavera” efectuados en Ciudad Ho Chi Minh, y como
representante venezolano en un encuentro de internacionalistas que apoyaron la causa
vietnamita hace más de medio siglo.
La comandante “Chelina” explica en su libro que la acción de la calle Suapure está
relacionada con el asalto y quema de la Misión Militar de Estados Unidos (1963) que
estuvo ubicada en la avenida El Parque del Country Club de Caracas, donde participaron 15
combatientes. La operación recordaba El Porteñazo (1962), un alzamiento de militares
revolucionarios que comandó el Capitán de Navío Manuel Ponte Rodríguez. La toma de la
Misión Militar yanqui tenía como objetivo la captura de armamento, de documentos y la
quema de la sede que por supuesto tendría repercusión internacional, como efectivamente
sucedió. Los papeles conseguidos arrojaron datos importantes para la posterior acción
contra Chenault y Smolen, ambos capturados en la calle Suapure en diferentes fechas.
Los que no están
De los combatientes que actuaron en la operación “Van Troi” ya no están: David Salazar
(Euclides) quien condujo el Chevrolet sedan 1958 en el cual fue trasladado Smolen;
Argenis Martínez Villalta (Ruiz); Gonzalo Sepúlveda (Lorenzo) y Nelly Pérez (Valentina).
Recientemente, el Movimiento Popular Revolucionario de La Vega dio a conocer que
después de la cuarentena será activada en el Teatro “Alí Gómez García” la sala de cine
“Argenis Martínez Villalta” como homenaje al combatiente “Ruiz” a quien le correspondió
la tarea de tomar por un brazo a Smolen y conducirlo hasta el interior del vehículo en la
“Operación Van Troi”.
El deslave
En su relato, Nancy Zambrano, quien integró la comandancia del Destacamento “Livia
Gouverneur” sostiene que esa unidad era la más activa de la Brigada Uno del Distrito
Militar “Wilfrido Omaña” que operó en Caracas.
Después de relatar detalles sobre la operación “Van Troi” subraya lo que llama el “deslave”
del destacamento luego de la liberación de Smolen: “Esta operación se convirtió en lo que
nadie imaginaba: el principio del fin del destacamento. En ello jugó papel importante la
inteligencia y la contrainteligencia del enemigo, las debilidades de los que no aguantaron
las torturas, las delaciones de los traidores.”
En un video de Telesur (2006), al cual agregamos subtítulos en idioma vietnamita durante
nuestra estadía en Hanoi, el comandante de la Brigada Uno, Luis Correa (Gregorio) relata
entre lágrimas el desastre final del “Livia Gouverneur”, cuyos detalles se pueden leer en su
libro “FALN Brigada Uno” (Editorial Fuentes, Caracas 1973). En el video, Correa reconoce
que cayeron en manos de la Digepol unos 73 combatientes, producto de traidores como
Fradique Deblois y el comandante del destacamento, el dominicano Melinto Hernández
(Carmelo).
La “noche negra” fue el 22 de octubre, a los pocos días del fusilamiento en Saigón de Van
Troi. Relata Zambrano que, con la caída, entre otros del “Francesito” la cadena presos se
fue extendiendo hasta llegar al centenar de capturados: “El hecho de ser Smolen un jefe
prominente de la Misión Militar Norteamericana, ya nos colocaba ante un poderosísimo
enemigo, pues además nos entrometíamos en su política imperial de la época, la guerra de
Vietnam. Eso era para ellos un atrevimiento colosal. Un desafío imperdonable. Un reto
inaceptable”.
Honor al comandante “Ramiro”
Rafael Vargas Medina, “Ramiro”, quien falleció recientemente en el estado Miranda fue
personaje clave en la planificación de la operación del 9 de octubre de 1964: “Él venía del
exterior para incorporarse a la comandancia del Frente Guerrillero ‘José Leonardo Chirinos’
que operaba en las montañas falconianas y en el tiempo que estuvo en la capital se
concentró en la planificación técnica de la operación y el acondicionamiento del personal
operativo de la unidad”, recuerda “Servando”.
Rafael Vargas Medina creció en una familia revolucionaria que se levantó en el Prado de
María, siempre comprometida con la lucha de los años 60. Dirigió la Secretaría de la
Presidencia a principios de la gestión del presidente Hugo Chávez.