Democracia real e integración continental: Conversación con Jorge Arreaza
El actual Secretario del ALBA-TCP habla del proyecto profundamente democrático de Venezuela y del futuro de la integración Sur-Sur.
La integración continental es un proyecto de larga data en América Latina. Su objetivo es superar la balcanización que se produjo tras la independencia, que debilita geopolíticamente a la región. Fue un objetivo perseguido por Simón Bolívar y José Martí en el siglo XIX y, más recientemente, por Fidel Castro y Hugo Chávez. En 2004, estos dos últimos unieron sus fuerzas para fundar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos [ALBA-TCP], que trabaja para establecer conexiones entre los pueblos de América Latina y el Caribe.En esta entrevista, hablamos con Jorge Arreaza, Secretario del ALBA-TCP, sobre el pasado y el presente del proyecto democrático de Venezuela y sobre sus esperanzas para la integración Sur-Sur.
▪︎Comencemos explorando la rica concepción de la democracia que tiene el Proceso Bolivariano. ¿Podría desarrollarla?
J.A:Empezaría por estar de acuerdo con el decreto de Barack Obama de 2015 declarando que Venezuela es una «amenaza inusual y extraordinaria». Por supuesto, Venezuela no es una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, pero desafía al sistema capitalista y a las estructuras políticas que despliega para dominar el mundo.
Nuestra democracia no se limita estrictamente a los procesos electorales que llevan a los ciudadanos a las urnas cada cuatro años para elegir a sus representantes. Por el contrario, se practica a diario en el seno de las comunidades.
A menudo mencionamos que ha habido 31 procesos electorales en Venezuela desde el inicio del Proceso Bolivariano, pero eso se limita a elecciones presidenciales, de la Asamblea Nacional, de gobernadores y de alcaldes. Sin embargo, el número es exponencialmente mayor: No tengo la cifra exacta, pero ha habido alrededor de 170.000 elecciones en comunas y consejos comunales desde 2006 hasta 2023. Estas elecciones permiten a las comunidades elegir a sus gobiernos locales y tomar decisiones importantes. Se trata de autogobierno.
Además, el Consejo Nacional Electoral [CNE] está autorizado para supervisar las elecciones de sindicatos, consejos de trabajadores y representantes universitarios, entre otros. Esto significa que un sindicato puede solicitar apoyo y supervisión del CNE, si está celebrando unas elecciones.
Creo que el mundo aún no ha comprendido la naturaleza profunda de nuestra democracia. Las afirmaciones de que Venezuela es una tiranía o una dictadura están muy lejos de la verdad. El comandante Chávez hizo hincapié en que la revolución no consistía en el liderazgo individual, sino en la toma de decisiones colectiva por parte de millones de personas en sus comunidades. Su visión era una alternativa a la que permite a una élite económica reproducir sus intereses a través del Estado burgués liberal.
Chávez desafió primero a esta élite económica iniciando el proceso de la asamblea constituyente [1999] y luego tomando el control del sector petrolero y poniéndolo al servicio del pueblo. Eso, por supuesto, tuvo consecuencias, como el golpe de 2002 y el sabotaje petrolero de 2002-2003. A partir de ese momento, el poder empezó a transferirse a las comunidades organizadas.
Nuestro modelo amenaza sin duda a las democracias liberales, porque está mucho más cerca de una verdadera democracia, una democracia en la que el pueblo decide libremente su destino. Esto desafía a las democracias liberales corporativistas, bipartidistas y monopolistas del mundo.
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