Washington, 28 ago (Prensa Latina) Para no pocos en Estados Unidos el sueño al que se refirió en su histórico discurso hace hoy 61 años el desaparecido líder afroamericano Martin Luther King sigue sin cumplirse.
El 28 de agosto de 1963, ante más de 250 mil personas reunidas en el Lincoln Memorial, en esta capital, el líder afroamericano nacido el 15 de enero de 1929 en Atlanta, pronunció una conmovedora pieza de la oratoria que es legado para el presente y futuro del movimiento estadounidense de derechos civiles.
«Tengo un sueño» pasó a ser el llamado permanente a la igualdad, sin exclusiones en una sociedad donde “las personas negras todavía no son libres” y sigue “tristemente atenazada por los grilletes de la segregación y por las cadenas de la discriminación”, como afirmó entonces.
Por ejemplo, al hablar aquel día a la multitud, el pastor bautista pidió abrazar el amor y no el odio y advirtió igualmente que no podían estar satisfechos mientras las “personas negras sean víctimas de los indecibles horrores de la brutalidad de la policía”.
Lamentablemente Estados Unidos vive aún los excesos policiales. El mes pasado las perturbadoras imágenes que circularon sobre los últimos minutos de vida de la afroamericana Sonia Massey son una triste evidencia.
Massey llamó a emergencia (911) en la ciudad de Chicago, Illinois, por un presunto intruso en su casa y terminó muerta a manos de un policía blanco.
El video de la cámara corporal del exagente Sean Grayson corroboró el relato de los fiscales sobre el tenso momento en que le gritó a Massey que soltara una olla de agua caliente y amenazó con dispararle a la mujer desarmada.
Ella se agachó y volvió a levantarse. Fue en ese momento que Grayson disparó y la impactó tres veces, uno de los proyectiles la alcanzó en el rostro y resultó mortal.
La reforma policial en el país es un tema que preocupa a los votantes camino a las elecciones del 5 de noviembre.
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