Por Misión Verdad / Resumen Latinoamericano, 22 de septiembre de 2024.
Tras haber denunciado que firmó presionado, bajo coacción y amenazado un documento en el que reconoció la sentencia del TSJ (convalidando la victoria de su contrincante, el presidente reelecto Nicolás Maduro), el relato de control de daños en torno a esa acción de Edmundo González presenta serias inconsistencias y contradicciones.
Algo que no hace sino elevar el impacto de los golpes a la credibilidad del propio excandidato y del sector opositor que lo acompaña.
EL ARGUMENTO DE LA COACCIÓN: TAN DÉBIL COMO UN CASTILLO DE NAIPES
El argumento de la coacción sufrida se desmorona no solo por los documentos mostrados (audios y fotografás) por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez, en donde se evidencia que las conversaciones se realizaron en un ambiente respetuoso y distendido.
Dicho de otra manera, el documento no fue producto de la imposición sino del consenso. González lo expresó explícitamente durante su entrevista a la agencia Reuters: “el texto iba y venía, nosotros hacíamos algunas observaciones, ellos devolvían con otras”.
Su participación en la marcha convocada por la oposición el martes 30 de julio, dos días después de las elecciones, así como el cambio de embajada (de la de Países Bajos a la de España) demuestran, también, que no había ningún tipo de obstáculo a sus movimientos: tenía libre tránsito y lo usó.
Con la oportunidad de denunciar el acoso o amenaza que sufría, y teniendo en cuenta que estaba bajo el resguardo de las misiones diplomáticas, en los más de 70 post de sus redes sociales, desde finales de julio hasta mediados de septiembre, no efectuó ningún tipo de declaración que evidenciara tal situación.
Nunca habló de presiones o intimidaciones. Por el contrario, se observa un uso proselitista de sus cuentas, contraviniendo las demandas que las convenciones sobre asilo exigen.
ESPAÑA: EL DESTINO PRIVILEGIADO DESDE EL PRINCIPIO
El comunicado de Caspar Veldkamp, Canciller neerlandés, reveló que la intención de González de salir del país era irreductible: “indicó que, no obstante, quería irse y continuar su lucha desde España”, expresó el comunicado del responsable de política exterior del Reino. En tal sentido, su movimiento de una sede diplomática a la otra ocurrió si que nadie lo impidiera. Sin presiones de las legaciones ni del Gobierno venezolano.
El excandidato afirma en su entrevista a Reuters que salió de Venezuela porque “iban por él”, pero tal versión, si fuera cierta, ¿por qué, aunque se le recomendó que no abandonara la legación neerlandesa, terminó mudandose a la embajada del Reino de España?
“Hablé con él sobre la situación en Venezuela, la importancia del trabajo de la oposición y la transición a la democracia, y enfaticé nuestra continua hospitalidad”, indicó Veldkamp, aunque finalmente González insistió en irse.
Asimismo, el excandidato defiende su decisión como el único camino para continuar su lucha “en libertad” y lograr el reconocimiento de su triunfo no demostrado a nivel internacional. Aun así, firmó sin presión, como se ha venido demostrando, un documento en donde expresa de forma explícita:
“Siempre he estado y seguiré dispuesto a reconocer y acatar las decisiones adoptadas por los órganos de justicia en el marco de la constitución, incluyendo la precitada sentencia de la Sala Electoral que, aunque no comparto, la acato por tratarse de una resolución del máximo tribunal de la república”.
Agregando más adelante:
“Dejo constancia de mi compromiso de que mi actividad pública fuera de Venezuela será limitada. No pretendo en ningún caso ejercer representación formal o informal alguna de poderes públicos del estado venezolano. Seré absolutamente respetuoso de las instituciones e intereses de Venezuela, y siempre apelaré a la paz, el diálogo y la unidad nacional”.
ACTUACIÓN A ESPALDAS DE MARÍA CORINA MACHADO
Edmundo González asegura que María Corina Machado no sabía de los planes que tenía y que se enteró horas antes de su partida: “ella no lo sabía, yo se lo comuniqué prácticamente el día de mi decisión de irme a la embajada de España”.
La revelación no es menor, ya que durante la campaña la imagen que se trató de transmitir fue la de una dupla consolidada y cohesionada de cara a las elecciones y la supuesta transición a la que apostaron desde el principio.
Este es un dato importante. María Corina Machado representa un sector que niega toda posibilidad de diálogo y negociación con con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Las conversaciones, negociaciones y acuerdos alcanzados de forma particular con la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el presidente de la AN, Jorge Rodríguez, constituyen una traición abierta a Machado, y una capitulación frente a los planes que ella mantenía con González de cara a su estrategia de cambio régimen, aunque ella trate de matizarlo hoy día.
El cambio repentino al discurso conciliador de González al llegar a España, en esa primera comunicación hecha pública y el video publicado nueve días después, también revelan que hubo una modificación repentino con la postura manifestada inicialmente en la carta que firmó.
Ahora no reconoce a los poderes constituidos del Estado venezolano, y usurpa el cargo de presidente electo que no le fue otorgado por el CNE.
¿Será que sectores opositores, que se lucran con la inestabilidad política en Venezuela y que promovieron, avalaron y se lucraron del gobierno fake de Juan Guiadó, están interesados en reeditar ese proyecto fallido, ahora actualizado con González y por eso lo presionan para que modifique su postura?
UN RELATO QUE AÚN NO ACABA
La historia detrás de la capitulación de González está lejos de concluir, toda vez que el presidente del Parlamento venezolano, Jorge rodríguez, aseguró que había un segundo documento y muchos más detalles en las grabaciones, que pudieran comprometer aún más la ya golpeada credibilidad de la oposición en general, pero del exembajador en particular.
El paso en falso que representa su relato sobre la supuesta coacción y amenaza a la que fue sometido también impacta negativamente al gobierno de Pedro Sánchez, quien ahora debe lidiar con el hecho de que el asilo otorgado se convirtió en tema de política interna y que pudiera permear, como efectivamente ya ocurrió, a nivel de la Unión Europea.
En la votación que se realizó en el Parlamento europeo se evidenció el efecto polarizador que genera la estrategia de reconocimiento, o no, de Edmundo González como supuesto presidente electo de Venezuela, no porque alguno reconozca la institucionalidad democrática del Estado venezolano, sino por la posibilidad de reeditar el error que representó el reconocimiento al falso interinato de Guaidó.
La presencia de Edmundo González en Madrid servirá a los intereses de esos sectores representados por Leopoldo López, Julio Borges y Antonio Ledezma, que siguen apostando al cambio de régimen, mientras se lucran en el proceso.
Al final, estas contradicciones e inconsistencias develan un dispositivo de control de daños diseñado para evadir el hecho de que reconoció la victoria de Nicolás Maduro, negoció y llegó a un acuerdo con el Gobierno venezolano, legitimando sus instituciones e ignorando a María Corina Machado, al actuar a sus espaldas.
Un dispositivo que, también, tiene entre sus cálculos esperar la definición electoral en noviembre en EE.UU., donde depediendo del resultado final la ecuación en torno a Edmundo podría cambiar.