Se acaba el juego

Por: Miguel Jaimes Niño 

Los giros llegan de nuevo a Venezuela. Se repiten una y otra vez. Todo pasa porque especialmente la propician quienes se creen caballeros en política. Mientras, todo esto pasa las relaciones internacionales están al peor nivel cuando existió la guerra fría.

No es falsa la destrucción del Estado. A lo largo y ancho de América Latina y el Caribe los han embarcado a una época donde únicamente pueden vivir en ella exclusivamente la figura de los gobiernos. El Estado Nación se desintegra ante los ojos de desesperados espectadores los cuales sufren la inmadurez y presencian el retroceso de las relaciones internacionales.

Riesgos. Latinoamérica y el Caribe están sobre el camino hacia la destrucción de la integración. Sus organismos han sido demolidos. Esta forma de destruir las relaciones internacionales ha apartado en lo institucional a los Estados. Ahora la forma de comunicar los enfrentamientos entre mandatarios ha llegado a lo personal.

Tras esto, comisiones de alto nivel paralizan resoluciones de conflictos limítrofes, también pasan por lo mismo los grupos al margen de la ley. Organizaciones rebeldes, pandillas, comités ambientales, migrantes, narcotráfico, y las mesas de negociaciones y acuerdos, total e integralmente desorientadas por no decir al borde de su destrucción.

Problemas que hubiesen tenido tratamientos prudentes y cautos ahora han llegado a las mesas de desconciertos y desacuerdos. Desde ya, todo va dejando profundas huellas y lo que ayer se intentaba en integración con cada nueva acción se destruye aún más.

Nadie con criterio hubiera podido llegar a imaginarse las preocupaciones desatinadas en el gobierno de Brasil. La imagen de Lula contra Venezuela es la de un mandatario que bien podría ser peor que el bolsonarismo. Ni Bolsonaro llegó a ser tan certero como lo que tiene proyectado el actual ocupante del Palacio de Planalto.

Pero nada debe de sorprendernos, todo se conforma en los resultados de las teorías posteriores a los «Padres Fundadores». En una primera parte se reflejaron en Halford J. Mackinder, Alfred Teller Mahan y Nicholas Spykman. Todos expertos en geopolítica, el arte de magia del gobierno en EE. UU.

Posteriormente la segunda parte de este «arte» estuvo sobre los estudios dejados por Nicholas Spykman. De este bebieron George F. Kennan, Henry S. Kissinger, Jhon Foster Dulles y Sbigniew Brzezinski.

Que planteaban. En ellos estuvieron los planes hegemónicos de Estados Unidos los cuales arrancaron controlando el Golfo de México. Lo invadieron y se robaron esa extensa área marítima y territorial donde hay una cantidad enorme de petróleo.

Luego al Océano Atlántico lo llevaron a ser Mar Caribe no sin antes dejar las órdenes hacia todos los países que lo conforman. Estas órdenes es dejar muy claro el proyecto a sus países ideales; Cuba, Barbados y Venezuela.

Esos proyectos ideales se dan sobre muy pocos sitios en la Tierra. Son zonas privilegiadas, donde existe un corazón. El Heartland. Un punto, una referencia, un área estratégica. Rodeada por un anillo de Tierras de borde, el Rimland. Esto obliga a unos pocos a dominar su perímetro.

De allí sale el concepto del Pivote. El pivote de los recursos naturales y estratégicos acompañando un papel importante mucho más importante; lo geopolítico. Por tanto, específico en petróleo, gas, tierras raras, oro y otros recursos ampliamente comerciados sobre el mundo.

Esto no es más que la forma de un anillo con un diamante. El diamante arriba es la pieza central. La que bordeando todo su arco crea el círculo de los escogidos para ser potencias menores. Las ABC: Argentina, Brasil y Chile. Nadie más, solo ellos.

Para ellos, Venezuela es un peligro, una amenaza. Saben y conocen muy bien la huella venezolana; liderazgo, integración, coordinación, gerencia, más su poder: petróleo, gas y otras energías. Por eso se han direccionado a destruirla. En casi toda la región no existe ni la naturaleza ni la madurez para entender.

Antes de finalizar el año 2024, Lula entregará la presidencia de UNASUR a Petro. Nada bueno saldrá de esto para Venezuela. Sin temor preguntémonos qué se hizo desde el Palacio de Planalto para resolver todos los conflictos que hay sobre América Latina y el Caribe, nada. Ahora, y que se va hacer desde el Palacio de Nariño por la integración, no nos esforcemos más; de nuevo nada.

Seguiremos en la persecución de inmigrantes lo cual como orden de EE. UU. ha traspasado al resto de los gobiernos de su entorno, endurecimiento de políticas migratorias. El paso del Darién entre Colombia y Panamá no es obra de venezolanos, por allí han transitado todas las nacionalidades de casi todos los continentes.

Pero como el modelo político se resuelve desde Estados Unidos, entonces tenemos que si Kamala Harris llegara a ganar las elecciones el cinco de noviembre del 2024 igual tendrían todas las dificultades abiertas contra de América Latina y el Caribe. Impondrán límites contundentes, pero con normas suaves.

Kamala Harris es de una actitud un poco más abierta y continuará el tímido nivel que ha acompañado a Joe Biden en cuanto a la flexibilización de sanciones contra Venezuela las cuales han avanzado, pero también ha habido muchas decisiones indeseables. Muchos se han alineado, están unidos en contra del presidente Nicolas Maduro y una forma de bajar esta presión es que Kamala Harris llegue a la Casa Blanca para que logre administrar a los que amenazan radicalmente.

Pero si la presidencia la gana Donald Trump, todo sería un perfecto desastre, ya ha demostrado quien ha sido y en su discurso a la Casa Blanca va sin límites. Sus compromisos van con la guerra y aun cuando pondrá fin al conflicto de Ucrania contra Rusia, activará con más fuerza una gran conflagración con Israel a la cabeza. Complacerá al Estado Hebreo.

Pero como uno de los dos llegará a la Casa Blanca y si el triunfador es Trump se endurecerán las medidas de bloqueo contra Venezuela, pero el efecto dominó será otro respecto a la migración. La misma aumentará hacia Estados Unidos. Pero esto no solo arrastraría a Venezuela. Esto involucraría a muchos países.

Pero las sanciones contra Venezuela van de la mano y va llevando a que muchos países sientan este caso como un efecto continental. Estados Unidos en los años que lleva peleando contra Cuba no le ha infringido más allá de un veinte por ciento de las sanciones que ha implementado contra Venezuela.

Pero en cualquier parte del mundo cuando se recrudecen las sanciones, entonces las migraciones aumentan y asfixian. Biden que es un presidente demócrata pero conservador al momento de tomar decisiones no se ha atrevido a interrumpir el desastre dejado por Donald Trump. Pero con Kamala Harris las cosas irían un poco más allá de lo hasta ahora acostumbrado en las últimas décadas.

Ya comienzan a verse los cambios. A pesar del enfrentamiento de Lula en contra de Nicolas Maduro. Este último acabó con X en el país imponiendo una decisión en la cual Elon Musk no siguiera haciendo daño a Venezuela. Bien, Lula hizo lo mismo y Kamala Harris ha advertido el domingo primero de septiembre del 2024 tras unas polémicas declaraciones; que deben regularse el libre discurso refiriéndose al mundo virtual.

Esto no fue más que una clara arremetida, no una advertencia, una embestida contra Elon Musk. Pero todo no ha quedado allí y Kamala claramente expresó que X ha perdido sus privilegios y que esta red debería suspenderse.

CNN lo transmitió en una entrevista que le hiciera a la candidata quien sentenció que para este empresario deben existir responsabilidades que le corresponde asumir con su red social, refiriéndose claramente al poder que llevan las mismas.

En medio de lo que ya es una batalla entre Venezuela, EE. UU y Brasil, Elon Musk comunicó en su cuenta oficial el cierre de sus oficinas en Brasil, textualmente dijo; Debido a las exigencias de la «justicia» y la censura discreta de Alexandre de Moraes, juez de la Corte Suprema, que los obligarían a violar las leyes brasileñas, argentinas, estadounidenses e internacionales, X no tiene más opción que cerrar sus operaciones oficiales en Brasil.

Esto, antes que una disculpa va como una clara advertencia hacia Lula. Próximamente podríamos presenciar un nuevo juicio que podría incluso llegar a interrumpir el mandato del inquilino del Palacio de Planalto.

Pero, para ejercer el liderazgo de los ABC se necesitan gobiernos sin escrúpulos, y aun cuando Lula los ha desarrollado en contra de Venezuela la vara es muy alta para complacer al Estado Profundo centrado en Norteamérica. Para Lula lo peor puede estar por venir.

Aun cuando este camino anuncia graves consecuencias para Venezuela y Colombia, sacrificar a Caracas en los BRICS es comenzar a derrotar a Petro si logrará incorporarse a estas economías emergentes, cosa que la oligarquía colombiana repudia, y por eso se montaran en el «sueño» de derrocar a su mandatario.

Lo de un país donde no se explote y se reduzca el consumo de petróleo ya es mucho, ahora, eso de romper relaciones con Israel ya es bastante, pero ingresar a los BRICS será intolerable. Pudiéramos estar en las puertas de una imposible sucesión de Petro Urrego. En un primer escenario su mandato llegará hasta el siete de agosto del 2026. Otras cosas pudieran pasar.

El origen de las desavenencias de Petro Urrego contra Venezuela se da por la negociación de salvar a su hijo y yerna metidos hasta el fondo de gravísimos hechos de corrupción. El nepotismo se paga, Petro no tenía ninguna necesidad de dejar que su hijo llegara a ocupar un curul dentro de la administración pública. Al menos en Colombia eso no queda bien para la foto final.

Ahora, volviendo a la campaña electoral en EE. UU. la representante demócrata quien de verdad está en una carrera presidencial ha dicho en contra de X: le están hablando directamente a millones y millones de personas, sin ningún nivel de supervisión o regulación y esto tiene que parar.

Luego remató: la conclusión de todo esto es que uno no puede tener una regla para Facebook y una regla diferente para Twitter, para todos debe aplicarse la misma norma. Todo va quedando muy claro.

Si esto lo acepta el Estado Profundo entonces el sudafricano Elon Musk podría quedar muy pronto fuera de su gigantesco juego económico. Aunque la realidad es que los mismos intereses norteamericanos podrían llegar a salvarlo.

Pero para Lula las advertencias del director ejecutivo de Tesla y SpaceX, Elon Musk, quien ha perdido nada más y nada menos que a Brasil, su advertencia ha quedado muy clara. Ha amenazado con confiscar los activos del gobierno brasileño a menos que se devuelvan los bienes pertenecientes a las empresas X.

La venganza contra Lula será recíproca. Los activos del gobierno de Brasil serán confiscados a menos que regresen a Musk lo que él considera una propiedad ilegalmente confiscada.

Musk, cuya característica es la inicial de un fascista, advertía a Lula su castigo mientras iba compartiendo la noticia de la incautación del avión presidencial de Venezuela. Queda claro que todo tiene la forma de una venganza más.

Perder la relación financiera por parte de Elon Musk por intermedio de sus empresas con el gobierno brasilero es algo muy grave. Por eso la declaración de guerra contra Lula ha llegado escribiéndole: Espero que a Lula le gusten los vuelos comerciales.

Tras esta declaración va quedando claro como Elon Musk forma parte de ese Estado Profundo norteamericano. Me atrevería a asegurar que el mismo Joe Biden se sorprendería cuando le anunciaron que el avión presidencial de Venezuela acababa de aterrizar confiscado en Estados Unidos.

Pero aun cuando la advertencia de Lula es demoledora al afirmar que «El mundo no está obligado a tolerar la ideología de extrema derecha de Musk sólo porque sea rico». La guerra ha sido declarada, veremos si Lula gana.

Otra grave advertencia que tendrá que soportar Lula es que Musk abiertamente desafiando le ha dicho que continuará brindando sus servicios por el internet satelital Starlink, nada más y nada menos que al propio ejército brasileño.

Hasta más pronto…