“Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”. General Simón Bolívar.
Más de dos siglos atraviesan a la República Bolivariana de Venezuela, que nació de la espada de Bolívar, la que fue sembrando amaneceres de emancipación y libertad.
Por Luis Ernesto Guerra
Colaborador de Prensa Latina
“Creo que el tiempo y la historia nos presentan una oportunidad de torcer rumbos hacia donde Bolívar señalaba en su Carta de Jamaica, en nuestra Carta. Pudiéramos llamarlo el compromiso de Jamaica, y asumirlo como un compromiso supremo”. Hugo Chávez Frías.
A lo largo de Nuestramérica, Venezuela Bolivariana luchó en contra del imperio ibérico erigido en el Renacimiento como el más poderoso de Europa, y lo viene haciendo en contra de la refuncionalizada Doctrina Monroe y todas las armas ideológicas imperialistas de subversión que durante 25 años del siglo XXI, viene defendiendo un proceso revolucionario que ha sido asediado y atacado por la subversión político e ideológica del imperialismo estadounidense, sus aliados de la Unión Europea, Reino Unido, y otros regímenes latinoamericanos convertidos en patios de injerencia, en puntas de lanza, anclados en una estructura de ultraderechas que cumplen a rajatabla la agenda construida por los laboratorios de inteligencia y tanques de pensamiento imperialistas, incluida la (Agencia Central de Inteligencia, CIA) y la de Inteligencia española, en contra de democracias soberanas que no están tuteladas por el establecimiento y modelo de democracia del consenso de Washington como son Cuba, Nicaragua y Venezuela Bolivariana, en las que no cesan las acciones de desestabilización, sabotaje, penetración de mercenarios, a fin de erosionar la voluntad soberana de un pueblo que tiene profunda raigambre revolucionaria de Guaicaipuro, Simón Bolívar, comandante Chávez y que hoy defiende ese proceso netamente bolivariano y venezolano presidente en funciones y electo el 28 de julio, Nicolás Maduro Moros.
“Han transcurrido más de 200 años desde que el Padre de la Patria marcó el rumbo de los pueblos libres de América; nos dejó la Carta de Jamaica y en ella la importancia de la unión para «formar de todo el mundo nuevo una sola nación». Sirva este documento, como un faro para el debate permanente del proyecto Bolivariano, de la libertad y la independencia que hoy estamos reconquistando, para la construcción de la Patria Grande. Hoy seguimos construyendo la Patria Grande”. Presidente Nicolás Maduro Moros
Caminar por las calles de Caracas evidencia los logros y resultados de una Revolución que pese al bloqueo, medidas coercitivas unilaterales (MCU), órdenes ejecutivas y más de 930 sanciones impuestas de manera arbitraria, que han violado el derecho internacional, carta constitutiva y fundacional de las Naciones Unidas, diferentes instrumentos internacionales, no han podido ni podrán detener a un pueblo que ama la vida en abundancia y el derecho de vivir en paz.
Miles de millones de dólares pertenecientes al pueblo venezolano han sido incautados, oro, empresas como Citgo, aviones, gracias al abusivo poder del hegemón estadounidense, que se ha convertido en el gendarme de la humanidad, sin que nadie, absolutamente nadie, lo haya nombrado.
Este fantoche imperialista que desnuda una crisis sistémica y estructural, pero que está en constante transformación y mutación del capitalismo salvaje al capitalismo digital, que tiene como gran telaraña enracimada a las redes sociales, que viene generando mediante la dictadura del algoritmo y bigdata el atrapamiento de las emociones de la gente con una alianza estratégica de la inteligencia artificial, articulada a una gran plataforma de desinformación como son los denominados medios de comunicación, anclados en una narrativa que disemina odio y repudio al soberanismo y profunda adhesión al modelo globalista, el causante de pobreza multidimensional, inequidad e injusticia social, que viene erosionando la libre autodeterminación de los pueblos, así como las formas de integración latinoamericana y del Caribe, que expresan la solidaridad convertida en ternura de los pueblos.
En pandemia y pospandemia pretendieron asfixiar al pueblo venezolano, que tuvo que reinventarse, para hoy convertirse en una de las economías más fuertes y de mayor crecimiento en Nuestramérica.
Los intentos de magnicidio no cesan y por el contrario las sanciones del gobierno federal estadounidense se han incrementado. Mientras tanto las Naciones Unidas tienen la tutela y alteridad de poder de EEUU.
“La oligarquía venezolana que negó a Bolívar hace 200 años, es la misma oligarquía que se empeña en destruir nuestra patria hoy día. Son los mismos nombres, mismos apellidos, mismos vínculos, así lo demuestra ese documento que escribió el Libertador, la Carta de Jamaica, donde además informa sobre lo que estaba sucediendo en América, Bolívar estaba sintiendo los rigores de un genocidio perpetrado por el imperialismo español. ¡Nosotros Venceremos!”.Diosdado Cabello Rondón,primer vicepresidente del PSUV.
Cómo le duele al Estado profundo estadounidense que la República Bolivariana de Venezuela sea el corazón y columna vertebral del soberanismo en la región latinoamericana y un objetivo geopolítico, geoeconómico y geoestratégico por poseer las reservas más grandes del mundo en petróleo, gas natural, oro, coltán, tierras raras, grandes acuíferos de agua dulce y fundamentalmente un pueblo, un sujeto pueblo, que desde la base comunal, la comuna en unidad de la alianza cívico- militar-policial, defienda y le dé continuidad a una Revolución que es venezolana y también Nuestramericana.
Las acciones violentas de calle de una ultraderecha de tinte fascista, neofascista, colonial y pro imperialista quisieron encender un enfrentamiento entre pueblo, con el fatal desenlace de cerca de 30 víctimas mortales, destrucción de infraestructura pública, monumentos. Pretendieron reeditar el nefasto accionar de las guarimbas con sus denominados comanditos, entrenados para delinquir y desatar toda la parafernalia y odio en contra de un pueblo identificado con la Revolución, que ha generado una profunda transformación social, económica, política, cultural, con una identidad enraizada en el legado del Padre Bolívar.
En este contexto, se realizó el Congreso Mundial contra el Fascismo, Neofascismo y otras expresiones similares, en donde concurrieron más de mil 200 personas deunos 95 países, pertenecientes a organizaciones sociales, partidos y organizaciones políticas, activistas de diferentes colectivos sociales, de derechos humanos, intelectuales, analistas políticos/as, académicos, que durante los días 10 y 11 de septiembre realizaron un profundo diagnóstico y análisis que permitió arribar y convertir a Caracas en la sede de Internacional Antifascista, Antimperialista y Anticolonialista con una agenda del qué hacer, a fin de defender los procesos revolucionarios nuestroamericanos soberanos con agendas específicas para cada uno de los pueblos latinoamericanos, del Caribe y de los cinco continentes presentes en el Congreso Mundial Antifascista.
El presidente Nicolás Maduro Moros fue el encargado de exponer la declaratoria final del Congreso y por unanimidad de los/as participantes, se aprobó la constitución de Caracas en la sede y matriz de la Internacional Antifascista.
Alguna vez Ernesto Guevara de la Serna el Che, manifestó:“en el imperialismo no creo un tantito así, osea, nada”.
“Venezuela es el epicentro de la agresión multiforme del imperio norteamericano. Hay zonas de conflicto en el mundo, pero la agresión más preparada hoy por hoy, para intentar cambiar el proceso geopolítico en la región y tratar de influir en el proceso de surgimiento del nuevo mundo. Yo les juro que el fascismo en Venezuela jamás llegará al poder político. No hay forma, no hay manera”. Presidente Nicolás Maduro Moros.
En la tercera década del siglo XXI, la subversión político e ideológica imperialista afila sus puntas de lanza injerencista con regímenes que han borrado los derechos fundamentales y humanos de sus pueblos, como son los casos concretos y específicos de Argentina, Ecuador, Chile y otros por mencionar de conocida y nefasta trayectoria, subordinados y sometidos a la gran agenda del imperialismo yanqui, que no deja de seguir contaminando a la libre determinación de los pueblos, que abraza con dignidad la irreversible marcha de los Brics, un mundo multicéntrico, multipolar.
Por lo tanto, los pueblos que se sostienen en decisiones soberanas, se fusionan en una argamasa de libre autodeterminación.
Mientras tanto, la refuncionalizada Doctrina Monroe, Plan Cóndor 2.0 y Comando Sur, presentes en la región, no terminan de boicotear y frotan sus manos magnicidas en contra del presidente Nicolás Maduro Moros.
“Venezuela es el epicentro de la lucha contra el Fascismo Mundial”.
“Amar la patria no cuesta nada, lo que sí costaría es perderla…Si aceptamos esa verdad, entonces debemos estar dispuestos y preparados a despuntar un proyecto de descolonización”. (Óscar López Rivera, Biblioteca Antiimperialista).
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Luis Ernesto Guerra
Ecuatoriano. Formación académica en antropología, derecho, geopolítica. Analista político. Mediador de conflictos sociales. Secretario Ejecutivo Frente Ecuatoriano de Derechos Humanos(FEDHU). Fundador Coordinadora Ecuatoriana de Organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente (CEDENMA). Quito, Ecuador. Columnista de Correo del ALBA. Colaborador con artículos en: Ruta Crítica, Revista Virtual Partido Comunista de Brasil (PCB) y otros. Jefe Político del Cantón Ibarra y Gobernador de la Provincia de Imbabura, Primer gobierno de la Revolución Ciudadana. Secretario general del Consejo y Gobierno Provincial de Imbabura.