A Jefferson, como ocurre con cientos de jóvenes venezolanos que fueron detenidos tras el 29 de Julio, lo están acusando de terrorismo, incitación al odio, resistencia a la autoridad y obstrucción de la vía pública.
Jefferson es un economista de 33 años de edad, egresado de la UCV. Junto a su familia emprendió un negocio de cremas untables de chocolate, como fuente del sustento familiar.
Jefferson no estaba protestando cuando fue detenido. Él es otra víctima más, de entre los cientos de personas que fueron injustamente detenidos por funcionarios de seguridad tras los acontecimientos del pasado 29 de Julio, para cumplir con cuotas de detenidos ordenadas desde arriba.
Libertad para Jefferson Arévalo
¡Que lo injusto no nos sea indiferente!