Jorge Rachid
Estamos frente a un cambio epocal, que se corresponde con un nuevo mapa geopolítico internacional, que ha cambiado el eje del mundo. Una situación que se corresponde con los cambios que generaciones han vivido bajo el influjo hegemónico cultural neoliberal, desde hace décadas.
Dicha colonización ha penetrado, naturalizando situaciones, que en otros tiempos no hubiesen sido posibles, ante la resistencia de una conciencia compartida del pueblo, tendiente desde siempre, a la solidaridad social, que ha sido derrumbada por un individualismo que lleva a la comunidad a la diáspora social.
De ésta descripción se desprende que hemos perdido la batalla cultural y abandonada la siembra, en el espacio simbólico de la conciencia colectiva de los argentinos, que ha sido ocupado por el enemigo, que avanzó sin tropas ni necesidad de exponerse, con la colaboración activa de una dirigencia que desde el inicio de la democracia, nunca identificó claramente al enemigo y por esa razón no plantó batalla, con las excepciones necesarias de los años felices de Néstor y Cristina, que permitieron ampliar derechos, pero no llegaron a perforar el techo de la dependencia.
Esa dependencia es desde el inicio mismo de la apertura democrática, otorgada por el enemigo a través del Consenso de Washington, colocando al Mercado como ordenador social excluyente de cualquier otro modelo con un marco que se afianzó en la Constitución de 1994 con la fragmentación del país en políticas sociales, sanitarias, educativas, de seguridad social y previsionales, además de la política de Recursos Naturales a discreción de los Gobiernos Provinciales, para su comercialización. Ese instrumento no sólo fragmentó la Patria sino que comenzó a diluir el espíritu patriótico en las nuevas generaciones.
La pregunta es si alcanza el discurso que confronta con el régimen, abordando la agenda y las provocaciones del enemigo y si nuestra mirada construye un pensamiento superador, de la frivolidad superficial a la que ha sido sometida la política en tiempos neoliberales.
Es ahí donde surge con fuerza lo que llamamos el Perón Filosófico, una construcción del pensamiento desde una perspectiva diferente a la del enemigo, que impone dogmáticamente modelos de construcción social, basados en esquemas macro económicos, antiguos, perimidos, pétreos, arrasados en un mundo que al cambiar su orientación geopolítica al Multipolarismo, desnudó al imperialismo Unipolar hegemónico, surgido de la posguerra mundial, que fue creando instrumentos de dominación colonial, vigentes hasta hoy. Ese mundo cambió desde hace 25 años su orientación geopolítica.
Esa construcción del pensamiento filosófico americano, moreno, criollo, mestizo, inmigrante que deviene de la profundidad de la historia de luchas de emancipación, es la que nos da identidad y preserva la memoria de los pueblos latinoamericanos, de una Patria Matria Grande que nunca debió dejar de ser. Esa concepción “humanista y cristiana” como denomina el Perón filosófico, es un conjunto de ideas que sigue dando vigencia desde el pensamiento respuestas a las demandas actuales.
Las nuevas generaciones no encontraron en las ideas y acciones políticas que se desarrollaron en sus vivencias personales, respuestas a sus expectativas de proyectos de vida. Sus respuestas actuales, como nuevas generaciones, son acordes a las frustraciones personales y comunitarias que han provocado un enojo generalizado, estimulado por un enemigo que pretende siempre enterrar la política. Lo ha logrado por ahora.
Es que la acción político ideológica y doctrinaria, funge como instrumento de construcción del modelo social y productivo, biocéntrico, basado prioritariamente en los seres humanos y el cuidado de la naturaleza, como lo define el Papa Francisco
Es necesario conocer el cómo miran la realidad las nuevas generaciones, cómo elaboran sus ideas, que instrumentos tecnológicos utilizan para informarse, que pretenden como proyectos de vida, sus sueños y esperanzas, para poder penetrar un diálogo con idioma común intergeneracional.
Es la manera de poder volver a recuperar valores tanto patrióticos, como virtudes y valores con códigos de vida comunitaria, que privilegien la vida y la solidaridad social compartida, frente al odio constante destilado por el enemigo en su afán de provocar el caos permanente, funcional a sus intereses de dominación.
Las categorías que manejamos quienes atravesamos otras experiencias, no pueden ser volcadas en forma dogmática, ni pétrea, menos aun sin escuchar los planteos que devienen de un sistema que los asfixia y del cual los jóvenes quieren salir, aun sin destino, porque las categorías que les ofrecemos no llenan sus expectativas actuales.
Las doctrinas e ideologías son dinámicas, actualizadas a los nuevos escenarios, debiendo dar respuesta a las realidades emergentes, desde una mirada que siempre debe fortalecer las convicciones estratégicas, desde las cuales se intenta cambiar el modelo actual, opresor y dominante, por una sociedad más justa y un país más soberano.
El Modelo Social y Productivo Biocéntrico es una demanda pendiente de construcción de Comunidad Organizada como instrumento de poder real, instituyente basado en la Constitución Nacional que transforma al pueblo en protagonista activo de la democracia, si funciona como tal y no una actualidad del sistema, que sólo convoca a ser al pueblo testigo pasivo de la historia, en general traficada por los enemigos de la Patria, con poder real, que condicionan y conducen los procesos independientemente de la voluntad política expresada en las urnas.
La mentira, manipulación, tergiversación y ocultamiento de la realidad informativa por parte de redes organizadas y medios hegemónicos, es una barrera en la democracia a vencer, democratizando la palabra y reconstruyendo con agenda propia las utopías y esperanzas de un destino común, como Pueblo y como Patria, ambas categorías anteriores a las instituciones, previas a la independencia nacional y más lejos en el tiempo de la instalación de la democracia.
Una democracia limitada como la actual, supuesta herramienta de la voluntad popular, pero que hoy ha sido puesta en discusión en el mundo, al ser arrasada por la lógica de la financiarización de las economías mundiales, por parte de los Fondos Buitres, que han arrasado soberanías nacionales y provocado el resurgir del racismo fascista en el mundo.
Ese Perón filosófico es el único vigente, que siempre es evocado, pero poco leído o escuchado en sus pláticas sobre actualización política y doctrinaria, siendo una herramienta actual, porque organiza el pensamiento desde una mirada común, de un destino que necesita respuestas actuales, para recuperar el sentimiento patriótico, que ha sido borrado por la cultura neoliberal, que como todo proceso colonizador, necesita crear una nueva identidad al dominado y construir un relato propio del colonizador, ajeno a las propias vivencias e intereses de los pueblos.
Es un desafío pendiente, gestar un modelo solidario al calor de la lucha con movilización y organización, por la descolonización y liberación nacional. Es proceso largo resignificar la historia de luchas de nuestros Padres Fundadores y los pueblos latinoamericanos, ya que la apropiación del relato construye poder desde siempre, desde que alguien dijo: Tierra y otro dijo: Barco, que sabemos cómo se desarrolló, pero nunca terminó.
Jorge Rachid
CABA, 28 de noviembre de 2024
BIBLIOTECA
Carlos Astrada: El Juego existencial Ed. Babel
Mark Fisher: Las Leyes Espirituales de la Riqueza Ed, URANO
Juan D. Perón: Modelo Argentino para un Proyecto Nacional-Comunidad Organizada-Conducción Política. Todos Ed. Instituto J.D.Perón