¡Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres,
juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la Patria,
que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma,
hasta que no haya roto las cadenas que nos oprimen
por voluntad del poder español!
Simón Bolívar
(Juramento en el Monte Sacro, 1805)
29/11/2024.- La derecha venezolana, cobijada hasta los momentos por el decadente gobierno demócrata, con bombos y platillos ha anunciado la fulana Ley Bolívar, que después de tres años fue desempolvada por el decadente presidente estadounidense Joe Biden, seguramente en su afán de ponerle las primeras piedras en el camino al republicano Donald Trump, quien tiene todo listo para convertirse nuevamente en inquilino de la Casa Blanca, el venidero 20 de enero 2025.
Pero como el gobierno venezolano está curado contra las mañas norteñas, como bien lo sabe el displicente millonario neoyorquino, ya los herederos del pensamiento chavista, con el respaldo de la oposición democrática que hace vida en la Asamblea Nacional, replicó, como debe ser, con la Ley Libertador Simón Bolívar que puso a correr a las cuadrillas de los apellidos que le sostienen el bastón al títere de turno, que vive a sus anchas al calor de la realeza española, amenazando con hacer temblar a Venezuela con una supuesta masa humana nunca vista, que partiría desde el selecto este de Caracas para tomar el poder en su afán de desbancar al presidente obrero Nicolás Maduro Moros.
Gobierno y oposición, uniendo voluntades en la Asamblea Nacional, rápidamente le salió al paso a la conspiración montada por el decadente Biden desde la Casa Blanca, que aún lo cobija, pero en Caracas, la máxima autoridad del capitolio venezolano, Jorge Rodríguez ripostó con el anunció de una Comisión Especial para la redacción de la Ley Especial Libertador Simón Bolívar, presidida por el diputado Carlos Mogollón, e integrada, además, por José Gregorio Correa, Yourder Silva, Pedro Carreño, Jesús Faria, Iris Valera, Rodexa Poleo, Francisco Torrealba, Carolina García, Juan Carlos Alvarado, Jesús Brito, María Vega, Carolina García y Yanis Agüero.
Fueron anunciado, como parte del papel de trabajo, los juicios en ausencia para aquellos que viven en Estados Unidos y España, desde donde dirigen las bandas políticas-delictivas que intentan crear el caos en Venezuela. También fue adelantada la fórmula de la pena máxima, 30 años tras las rejas, como parte de las ofertas que le espera a los terroristas de la derecha que pretenden mantener en ascuas al pueblo venezolano.
Mejor fecha no podía ser el inició de esta nueva cita con la historia, porque este 27 de noviembre se cumplieron 32 años del segundo alzamiento militar chavista, que ratificó el cuatro de febrero de 1992, cual clarinada de la revolución que se avecinaba, con el comandante Hugo Rafael Chávez Frías al frente, en un momento de incertidumbre para el socialismo, tras la caída de la Unión Soviética y el anunció de Francis Fukuyama, de que la historia había llegado a su fin.
Mientras el chavismo y sus aliados sacan el pecho para afrontar una vez más al supuesto dueño del mundo, en un riconcito suramericano, en Uruguay, una izquierda al estilo chileno, que obtuvo la presidencia con apenas 95 votos de ventaja frente a su rival, dispara contra nuestro gobierno bolivariano, acusándolo de dictadura, mientras nuestro presidente enviaba un mensaje fraterno y de felicitación al nuevo mandatario, Yamandú Orsi, quien ripostó contra nuestro presidente, acusándolo de dictador. El pupilo de “Pepe” Mujica, miembro destacado de la izquierdista blandita del sur de la región, no perdió tiempo en correrse la máscara. Pareciera que no oyó el reciente mea culpa de su vecino brasileño.
Entre tanto, en la Patria de Bolívar y Chávez, sin necesidad de perder la alegría y el canto, propias de los días navideños, las autoridades policiales se han puesto ojo avizor para córtale el paso a la derecha de los comanditos, con el ministro del Poder Popular de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello al frente, que ya ha desmantelado varias bandas delictivas, provenientes de Colombia, Ecuador y Miami, cargados de armas de última generación con la pretensión de abrirle el paso a la señora María y a su monigote de turno, actualmente residenciado en España, bajo cobijo del Rey Felipe VI y del presidente Pedro Sánchez.
Pataleo de ahogado
Como de costumbre, en el norte, después de cada proceso electoral, se espera la reunión del Colegio Electoral, para oficializar los resultados del pasado martes cinco de este mes de noviembre. De tal manera el miércoles 17 de diciembre no habrá sorpresas porque todo estará dicho. Poco después, cuando en Venezuela se afinan los preparativos de la juramentación del presidente Nicolás Maduro Moros, en Washington, el Congreso certificará al presidente electo, sin mucho alboroto porque será la vicepresidenta y candidata presidencial derrotada a la que le corresponderá presidir su propio entierro político, frente al oponente millonario. Dos semanas más tarde, el 20 de enero, será la gran pachanga de la segunda victoria presidencial de Trump, que además recordará su primer triunfo frente a una dama, la controversial Hillary Clinton.
El excéntrico neoyorquino había dicho en el año 2026, que acabaría con lo que describió como “carnicería estadounidense en el medio oriente” y de “una nación en bancarrota”. Pocos creyeron en esas palabras, que al final se las llevó el viento, y pasó lo que pasó. Y aunque volvió con el discurso contra los inmigrantes, se nota más comedido, a pesar de dejar en el aire un mensaje a Venezuela, tras designar al inmigrante cubano Marcos Rubio como secretario de defensa, para tal vez para alegrar a las bandas de Guardó y María, que rondan la Casa Blanca en procura de nuevas chequeras.
El maltratado Biden, pareciera no desperdiciar los días que le quedan en la Casa Blanca, por eso se muestra dispuesto a trastornarle un tanto el camino a su heredero, con la fulana Ley Bolívar, que tiene todas las características de ser un nuevo ataque de tipo militar, entre otras medidas.
Es evidente, que el angustiado presidente saliente le está echando mano a cualquier leño que encuentre en la vía para avivarle el fuego a su enterrador, tras los comicios electorales del pasado martes 5. De allí, la orden de autorizar a Ucrania los bombardeos contra Rusia con cohetes Atachs, de largo alcance, mientras que el presidente electo ordenaba la visita del teniente general Keith Kellogg a la zona euroasiática, con el plan de ponerle punto final al conflicto bélico.
Ángel Bastidas González
Fuente de consulta:
– Simón Bolívar, Ideario Político (2001), Ediciones de la República.
– https://venezuela-news.com/