Fabricando un pretexto: ¿12 bases chinas en Cuba?

por Henrik Hernandezpublicado en diciembre 11, 2024

Toma de pantalla del autor, de https://dialogo-americas.com. Imagen original de Julieta Pelcastre

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Introducción

En los últimos meses, han circulado informes que afirman la existencia de 12 bases de espionaje chinas en Cuba, dirigidas contra Estados Unidos. Estas acusaciones han sido replicadas por todos los medios sociales anticubanos, medios internacionales y utilizadas como arma propagandística en un contexto geopolítico marcado por la rivalidad entre China y Estados Unidos.

La acusación de que existen 12 bases de espionaje chinas en Cuba, promovida por el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), debe ser analizada en el contexto de la rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China. Este «think tank», conocido por su estrecha alineación con los intereses estratégicos de Washington, parece utilizar estas acusaciones como una herramienta para reforzar la narrativa de que China representa una amenaza global. Además, vincular a Cuba con estas supuestas operaciones no solo busca desacreditar su soberanía, sino también justificar la continuidad del bloqueo económico y las políticas hostiles hacia la isla.

Es importante destacar que el CSIS no ha presentado pruebas concretas que respalden sus afirmaciones, más allá de interpretaciones de imágenes satelitales y referencias ambiguas a infraestructuras «sospechosas». Este tipo de narrativa se inscribe en una larga tradición de desinformación contra Cuba, utilizada históricamente para justificar intervenciones, sanciones y presiones internacionales. En este caso, parece ser una maniobra destinada a minar la percepción positiva de la cooperación entre Cuba y China, y a reforzar la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental. La falta de evidencia verificable y el sesgo político evidente hacen que estas acusaciones deban ser recibidas con escepticismo, para aquellos con un grado de comprensión mínimo sobre relaciones internacionales. 

Sin embargo, un análisis riguroso revela que estas afirmaciones carecen de fundamentos sólidos y forman parte de una estrategia de desinformación contra Cuba.

1. La escala logística: ¿Es realmente posible?

Establecer 12 bases de espionaje operativas en un territorio como Cuba sería una tarea titánica que no podría pasar desapercibida. Cada base requeriría:

Personal especializado: Entre 300 y 600 efectivos por base, lo que supone entre 3,600 y 7,200 personas en total.

Infraestructura avanzada: Sistemas de radar, antenas de intercepción, defensa antiaérea y equipos de ciberinteligencia.

Suministros constantes: Transporte de combustible, alimentos, tecnología y mantenimiento.

La cantidad de recursos humanos y logísticos necesarios haría imposible ocultar estas operaciones, especialmente en un país bajo constante vigilancia internacional, como lo es Cuba.

2. La vigilancia satelital: evidencia inexistente

En la era de los satélites de alta resolución, cualquier instalación de este tipo sería visible. Sin embargo, las imágenes que se han presentado como evidencia muestran instalaciones que no son más que estaciones de telecomunicaciones o infraestructuras civiles.

Por ejemplo:

Antenas en Bejucal y otras zonas han sido interpretadas como instalaciones de espionaje, cuando su uso real está vinculado a la comunicación y la investigación científica.

Ninguna imagen, ni información desde el terreno,  muestra actividad militar que respalde la narrativa de bases de espionaje.

3. ¿Por qué esta narrativa?

Las acusaciones parecen obedecer a intereses geopolíticos específicos:

Presión sobre China: Vincular a China con operaciones de espionaje en Cuba sirve para desacreditar su influencia en América Latina y reforzar la percepción de una amenaza global.

Ataque a Cuba: Presentar a Cuba como un peón de potencias extranjeras alimenta la narrativa de que el país no es soberano, justificando políticas agresivas como el bloqueo económico.

Justificación para la Doctrina Monroe: Estas acusaciones refuerzan la lógica intervencionista de Estados Unidos en el hemisferio occidental.

4. La realidad de la relación Cuba-China

La colaboración entre Cuba y China es de carácter económico, cultural y científico.

Ejemplos concretos incluyen:

Proyectos de infraestructura: Desarrollo de energías renovables, tecnologías de comunicación y transporte.

Cooperación médica: Intercambio de tecnologías y conocimiento en biotecnología.

Relación pacífica: No existe evidencia de que estas relaciones incluyan operaciones militares o de espionaje.

5. Respuestas oficiales

Tanto el gobierno cubano como el chino han negado rotundamente estas acusaciones. China calificó las afirmaciones como «fantasías» sin fundamento, mientras que Cuba ha destacado que estas narrativas forman parte de una campaña de desinformación liderada por Estados Unidos.

6. ¿Cómo identificar la desinformación?

Para desmontar estas acusaciones, es esencial entender cómo operan las campañas de desinformación:

Exageración y manipulación: Tomar infraestructuras comunes y reinterpretarlas como amenazas.

Falta de evidencia verificable: Ninguna fuente ha presentado pruebas concretas.

Amplificación mediática: Repetición constante en medios alineados con una agenda política específica.

7. La responsabilidad de los medios y los ciudadanos

Es crucial que medios verdaderamente independientes y ciudadanos críticos cuestionen estas narrativas. La guerra mediática contra Cuba busca socavar su soberanía y justificar políticas hostiles.

Frente a ello, se debe responder con:

Transparencia: Difundir información verificada sobre las verdaderas relaciones Cuba-China.

Educación mediática: Enseñar a identificar y desarmar campañas de desinformación.

Resistencia informativa: Movilizar a la opinión pública en defensa de la verdad.

Conclusión

Las acusaciones sobre 12 bases de espionaje chinas en Cuba carecen de fundamento y forman parte de una estrategia geopolítica para desacreditar a Cuba y China. En un mundo donde la desinformación se utiliza como arma, es deber de todos promover la verdad y desmontar estas mentiras con argumentos sólidos y verificados.

Tocororo Cubano reafirma su compromiso con la defensa de la soberanía cubana y la verdad. ¡No dejemos que la desinformación eclipse la realidad!

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Este artículo fue actualizado en diciembre 11, 2024