ALFREDO MANEIRO, PARTIDO MOVIMIENTO Y DEMOCRACIA PARTICIPATIVA…

El próximo 30 de enero de 2025, se cumplirán 88 años del nacimiento en Caracas de Alfredo Maneiro, el Comandante Tomas del Frente Guerrillero Manuel Ponte Rodríguez de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, brazo armado del Partido Comunista de Venezuela (PCV). Pero no es su condición de comandante guerrillero lo que lo define, eso es apenas un capítulo en su intensa y apasionada vida política de 30 años de militancia revolucionaria; muere a los 45 años de edad, enfrascado en el desarrollo del proyecto que emprende al separarse del PCV en el 1971, la creación de un partido revolucionario, La Causa R,  el cual fuese instrumento para el parto de una sociedad de nuevas relaciones humanas, de amplia democracia, participativa y protagónica, en palabras de Clemente Scotto, en la cual vivir y morir con dignidad.

Maneiro, desde muy joven, se incorpora a la juventud comunista y  participa de las luchas contra la dictadura de Pérez Jiménez, llega a ser miembro de Comité Central del PCV,  estuvo preso y sale de la cárcel en el gobierno de Caldera por amnistía, como miembro del Comité Central  participó de la aprobación del cambio de política del partido comunista, la paz democrática, repliegue y abandono de la lucha armada, igualmente se destacó en los debates que culminaron con la división de dicho partido, convencido de que ese instrumento había entrado en decadencia, que ya no cumpliría el objetivo de hacer una revolución socialista es decir, activar en la sociedad, las energías capaces de transformar las relaciones humanas y romper con la dependencia del imperio norteamericano. Se graduó de filósofo y se hizo docente universitario, dice Vladimir Ruiz Tirado[1] que para Maneiro la utilidad de la filosofía, “es la de producir criterios políticos refinados, esto es, asumir la filosofía de la praxis”

 Luego de la división del PCV, él junto a otros compañeros prefirieron quedar fuera de militancia, tenía seria crítica hacia el naciente MAS, lo veía más orientado a engordar que a organizar una fuerza para la transformación de la sociedad; la dinámica del movimiento popular, y las reflexiones de su grupo, a quienes él llamaba “el residuo de la división del PCV”, los llevaron un año después, a fundar la Causa R.

Se plantearon, un partido revolucionario de nuevo tipo, que no naciera por una acción administrativa, es decir, de la reunión de un grupo que se reparten cargos y se presentan como tal para comenzar a operar, sino, un partido que se construyera en el proceso de las luchas populares, organizando a sus lideres naturales, los que van surgiendo del movimiento popular en lucha, un partido que practicara una democracia amplia, sin miedo a los debates, educando y educándose en una relación dialéctica de los lideres y la base, una relación horizontal,  construyendo una democracia de nuevo tipo, democracia directa, para romper con la burocratización de los partidos tradicionales.

Criticaba al PCV por burocrático, de estructura vertical, rígida, inamovibles, donde se sustituía la diciplina por la obediencia y no se permitía la crítica, un partido que devino en un fin en sí mismo, en su opinión fue ineficaz para manejar la lucha armada, sus reflexiones al respecto,  se recogen en las “Notas Políticas”[2], en una  crítica que se esfuerza por desentrañar las lecciones y abarcar las  complejidades de un proceso tan relevante en nuestra historia, como fue la revolución del 23 de enero del 58, su carácter insurreccional y la deriva en guerrillas; a su entender en nuestro país las guerrillas trabajaron con categorías de lucha urbana, muy poco que ver con la realidad campesina  su gran perspicacia e ingenio, nos introduce en la turbulencia de esos tiempos.  Resumió su insatisfacción con el PCV señalando su falta de eficacia política y de calidad revolucionaria.

Concibió la eficacia política como “la capacidad de convertirse en alternativa de gobierno … y por calidad revolucionaria: “la capacidad probable de sus miembros- refiriéndose a una organización revolucionaria-de participar en un esfuerzo dirigido a las transformaciones de la sociedad, a la creación de un nuevo sistema de relaciones humanas”[3]  En síntesis, un partido que cumpliera el propósito de ser una organización de cuadros,  fuertemente vinculado a los movimientos sociales, el partido movimiento; así Alfredo fue propiciando, activando y organizando movimientos sociales de diferentes sectores, estudiantil, obrero, comunitarios, culturales.

La construcción de una vanguardia.

En el diagnostico de Alfredo sobre el proceso revolucionario que nació el 23 de enero, concluía que durante el tiempo de la lucha guerrillera los movimientos sociales en la ciudad y el campo, se quedaron solos, sin partido que orientara y articulara las luchas populares, por lo que, bajo la presión de la represión, el movimiento popular se replegó, y al volver la izquierda a la legalidad, se hacía necesaria la reconstrucción de la vanguardia, que ese repliegue hizo acumular tensiones que estaban estallando y generando, a pesar de la dispersión, condiciones propicias para la reorganización, ya que en la espontaneidad con la cual  se expresaba el movimiento popular se estaban generando nuevos lideres naturales, construir con ellos era la tarea, en eso andaba él.

Maneiro y sus compañeros fueron al encuentro con esos lideres y los movimientos sociales de donde surgieron, acercándose con un periódico para el debate de las ideas, y a partir de allí nacieron núcleos de la Causa R vinculados a los movimientos sociales, tales fueron: Prag en el movimiento estudiantil de la UCV particularmente en Ingeniería y Arquitectura, Pro Catia en el movimiento comunitario de la parroquia Sucre de Caracas y Matancero con los obreros de Sidor, Ciudad Guayana, posteriormente nació Bafle en la ULA y la revista La Ruta R, en Caracas en el ámbito cultural La Casa del Agua Mansa. 

Matancero.

Matancero, fue el gran movimiento obrero de Guayana, sembrado inicialmente en Sidor, se transformó en una corriente sindical llamada el “Nuevo Sindicalismo”, que llegó a liderizar casi todos los sindicatos del estado Bolívar y más allá. Alfredo escogió a Sidor, por su tradición de lucha obrera y por sus condiciones de trabajo, para finales de 1970 habían protagonizado una huelga que significó el despido de 514 trabajadores, lo que hizo fijar la atención de Maneiro en ese movimiento. Para acercarse al mismo e ir al encuentro de sus lideres naturales, hicieron ingresar a Sidor, un cuadro político de su grupo inicial, quien contactó e hizo equipo con Andrés Velásquez y Tello Benítez, innovaron con las informaciones en los portones y el periódico Matancero, progresivamente se avanzó, no sin dificultades y amenazas, por un tiempo no era posible que los propios sidoristas repartieran el Matancero en los portones, se movilizaba militancia de la Causa R de otras partes, incluso de Caracas.

De los diferentes movimientos sectoriales fundados por Maneiro, Matancero fue el que alcanzó el grado de desarrollo ideal,  el que adquirió la fuerza para conquistar extraordinarios logros reivindicativos tales como lograr que se definiera en la Corte Suprema de Justicia, en Caracas, el concepto de salario, hacer que la empresa Sidor tomara tan en serio la higiene y la seguridad industrial que llegaron a plantearse metas de cero accidente, como parte del trabajo de una comisión paritaria: empresa -sindicato que se convirtió en un instrumento muy eficaz en ese objetivo, se generaron programas de formación en higienes y seguridad,  se hizo la propuesta base de la ley de prevención de riesgos laborales, LOPCYMAT; como parte de los delegados departamentales se crearon los delegados de prevención.

Ya avanzada la acción dentro de la empresa, se elaboraba y distribuía en las plantas periódicos por departamento además del Matancero, fueron 60 periódicos, armas fundamentales en la politización del movimiento. En el proyecto de contrato colectivo que se discutía en 1981, es de resaltar la lucha por las 40 horas de trabajo semanal, lo que provocó en el 1981, la intervención del sindicato (Sutiss) presidido por Andrés Velázquez y su posterior despido, por parte de Fetrametal (CTV); es de resaltar que en la junta interventora participó el MAS, partido combatido por Maneiro y que se convirtió en icono de la izquierda progresivamente derechizada.

 La liberación del sindicato significó siete años de lucha, el triunfo de su rescate convirtió en 1990 a Andrés Velázquez en gobernador del Estado Bolívar, quien, en 1993 estuvo a punto de ser Presidente de la Republica sino hubiese sido por sus inconsecuencias.

Con la rebelión de Hugo Chávez, en el 1992, se inicia el proceso de división de la Causa R. La corriente que creo Andrés a lo interno de la Causa R, impidió el ascenso de Clemente Scotto a la gobernación, el apoyo de Matancero a Chávez y se negó a enfrentar la privatización de Sidor.

En la era de la revolución bolivariana, el movimiento de los Matanceros, a pesar de haberse debilitado por la división de la Causa R y las maniobras del Estado en las décadas anteriores para facilitar la privatización de la empresa[4], todavía en el 2008 tuvo la fuerza para lograr la renacionalización de Sidor, con José (Acarigua) Rodríguez al frente, momento en el cual el Presidente Chávez, como reconocimiento y homenaje a Alfredo, renombró la empresa como Siderúrgica Alfredo Maneiro.   

Pro Catia

Catia es un sector de Caracas, que comprende comunidades de la parroquia Sucre, mayoritariamente populares con algunos sectores clase media; a diferencia de otras zonas populares caraqueñas, es una parroquia que se constituye desde sus comienzos como núcleo urbano de obreros y gente trabajadora, comunidades muy combativas, en la década de los sesenta eran la Caracas Roja, que padeció fuertemente la represión del puntofijismo, tal como comenta Alfredo en una entrevista, ella tiene gentilicio propio, sus habitantes se sienten orgullosos de pertenecer a ella, culturalmente es muy animada. Es en ella donde Alfredo funda Pro Catia, que activaba en Los Frailes, Ruperto Lugo, Cutirá, el Caribe, Propatria, el Cuartel, los Magallanes, entre otros. 

ProCatia, fue un grupo que interpretó los objetivos organizativos y de concientización popular que buscaba Alfredo Maneiro, activar el movimiento popular y organizarlo para generar la fuerza social que en articulación con otros sectores produjeran los cambios sociales, una revolución popular. El testimonios de uno de sus pioneros, José Mora ( Pecho é Tabla) ilustra entre los logros: la formación de un militantes con criterio, dice en una entrevista[5], que con Alfredo aprendieron a pensar y a desarrollar organización y políticas propias, adecuadas a la cultura y las necesidades de esas comunidades, que les enseñó, “a recibir el mensaje de la gente y devolvérselo en política”, entendieron el mensaje de cómo era la democracia que se podía considerar como tal: la participativa, y lo describe así:

“los partidos tradicionales servían era de freno a la lucha democrática (…)Había que enarbolar las banderas democráticas que es el secreto, el secreto porque era la aspiración real de la gente(…) este pueblo… se merecía una profundización de la democracia(…) Lo que intentaba la Causa R era, precisamente, arrebatarle las banderas democráticas de los que ya cumplieron su papel, que ya no son capaces para seguir adelantando las luchas democráticas y, en ese sentido, todas las políticas de la Causa R eran dirigidas a eso

La Causa R …No era una organización que creara privilegios, sino que el liderazgo se conquistaba como siempre, durante toda la vida: con el trabajo…una dirección natural probada día a día…nunca estuvo garantizado el derecho de antigüedad

entre sus luchas y logros vale citar, las bodegas populares, las luchas por la eliminación del retén de Catia y la construcción del Parque del Oeste, ahora llamado Ali Primera. Alfredo sostenía que Catia era una ciudad dentro de Caracas y apenas tenía árboles en la plaza de Catia, y sin espacios deportivos significativos a pesar de haber sido cantera de atletas y de comunidades amantes del deporte.  En fin, se trataba de enseñar a luchar a la gente por las mejoras de su calidad de vida y lo que eso significa en el desarrollo de su conciencia política. Después de la muerte de Alfredo Maneiro y la intención que hubo de respaldar a Jorge Olavarría como candidato a la presidencia dividió la Causa R, en particular a Procatia

Prag Causa R: el encuentro con la vanguardia estudiantil de la UCV

A finales de los sesenta y principio de los setenta gobernaba Rafael Caldera, en la UCV y otras universidades, se desarrolló un gran movimiento estudiantil, caracterizado por la espontaneidad, el detonante fueron los allanamientos a la UCV,  en octubre 1969 y octubre de 1970, fue una guerra de los gobiernos de AD y Copey contra la autonomía universitaria en la búsqueda de derrotar a la izquierda en el último espacio donde dominaban después de la derrota política militar de la lucha armada. Junto con los allanamientos, AD y Copey reformaron en el Congreso la Ley de Universidades para restringir la autonomía universitaria. La Ley modificada apenas databa de 1958 hecha con el espíritu democrático del 23 de enero del 1958.

Para el 1969, se desarrollaba la renovación académica, un movimiento liderado por la izquierda, con ideas que cuestionaban la educación al servicio del capitalismo dependiente, después del allanamiento hubo un corto regreso a clases, pero en octubre de 1970 de nuevo allanan la UCV y destituyen las autoridades en las universidades públicas. En 1971 se inician clases en la UCV con la presencia de la policía dentro de ella, como parte de las previsiones de la reforma de la ley de universidades,  las reacciones estudiantiles no se hicieron esperar, se generó un movimiento de tomas de las facultades y asambleas permanentes, ocurrieron grandes movilizaciones con apoyo de sectores populares que se incorporaban a las marchas las cuales fueron reprimidas brutalmente, significando muchos estudiantes muertos, toda una situación de protesta que duró un poco más de un año, para completar 2 años de la UCV casi paralizada.  

Para esos días los partidos de izquierda no controlaban el movimiento estudiantil, pero la izquierda estaba presente, incluso la izquierda cristiana, estaba naciendo el MAS, pero había rechazo a los partidos, el movimiento estaba constituido por múltiples grupos, que, en conjunto, en la UCV habían tomado el nombre de la “Liga de Estudiantes”, dicho nombre un tiempo después comenzaba a ser asumido en otras universidades, sin embargo, finalmente se impuso la nueva Ley Universitaria

Para 1971 en la UCV, la vanguardia del movimiento estudiantil estaba en Ingeniería, las decisiones se tomaban en asambleas en el aula 118 de la Escuela Básica de Ingeniería, allí asistía toda la universidad, era un movimiento impregnado del espíritu y acción del mayo francés y los movimientos juveniles de EEUU contra la guerra de Vietnam, se debatía la crisis internacional de los partidos comunista, las críticas al estalinismo, al capitalismo, a la ideología burguesa y sus valores, las experiencias socialistas,  y los métodos de lucha para alcanzar el socialismo.

Maneiro inicia su acercamiento al movimiento estudiantil en las facultades de Ingeniería y Arquitectura, José Rosales y José Lira fueron los encargados de producir un periódico para ir al encuentro del movimiento estudiantil de la UCV. Así se inició una relación que se concretó en el 1972, luego de la división de “la Liga de Estudiantes”, con la incorporación del grupo de Ingeniería y de Arquitectura dando nacimiento a Prag Causa R, los de estas facultades no fueron los únicos, pero eran los más numerosos y con los lideres más reconocidos, especialmente Ingeniería, entre ellos, Edgar Yajure. 

La lucha más significativa de “La Liga de Estudiantes” fue la resistencia a las elecciones de nuevas autoridades para el claustro universitario, porque significaba la aceptación de la reforma a la Ley de Universidades, la negación a la restitución de las autoridades ilegalmente destituidas por el gobierno de Caldera en violación de la autonomía universitaria; la mayoría estudiantil, en asamblea acuerda la abstención, pero el MAS decidió participar, lo que constituyó una traición al movimiento, con ello, contribuyo a su derrota. Sin embargo, vale señalar, que la elección para el decanato de Ingeniería, del profesor González Molina fue favorable para la mediación y pacificación de la facultad e indirectamente la UCV.

Con la decisión del MAS, comprendimos una lección de Alfredo Maneiro, quien nos decía: que cuando entraban en contradicción los intereses del partido con los movimientos sociales, lo correcto era apoyar al movimiento, el MAS había escogido por el interés del partido, el cual era aparecer en el escenario nacional como triunfantes entre los estudiantes, cuando en realidad era un triunfo que constituía una derrota para el movimiento estudiantil que resistía el ataque del gobierno. Desde entonces las derechas se sembraron en “la casa que vence las sombras” y en las demás universidades nacionales, por eso se han convertido en bastión de la oposición a la revolución bolivariana.

En Prag Causa R, la política desarrollada fue entre otras, poner en el debate académico la formación de los ingenieros para romper con la dependencia tecnológica, promover la política de la reducción drástica de la producción petrolera, para prevenir al país de las distorsiones de la bonanza petrolera, acompañar las luchas de los trabajadores de Sidor, de hecho ocurrió una tragedia en Guayana cuando mueren ahogados en el río Caroní, José Rosales fundador de Prag y Lucas (El Científico) del 23 de Enero y Pro Catia.

En 1976 hubo una división de la Causa R, que significó la salida del grupo de ingeniería, liderizado por Edgar Yajure.  Alfredo prefirió la separación del grupo antes que ceder a las solicitudes de definiciones teóricas que principalmente hacia Yajure, para Alfredo el momento era de activación en la base para generar participación y acumulación de fuerza a partir de luchas populares. El trabajo en la UCV se debilitó grandemente por esa división que desmoralizó a parte de su militancia. Prag Causa R fue el núcleo inicial de la Causa R de más corta vida, por supuesto que los militantes de las otras facultades siguieron activando, pero no tenían la misma fuerza.

Entre 1977 y 1978,  varios compañeros del Prag de ingeniería, ya graduados, nos fuimos a Guayana  y nos incorporamos a Sidor  donde coincidimos con un importante número de colegas militantes del MAS, que ejercían en la academia y en  la industria,  nos sumamos al naciente Movimiento Profesional Antonio José de Sucre (MPS), liderizado a nivel nacional por Jorge Giordani, se desarrolló un trabajo gremial con  la consigna: “Ciencia y Tecnología para una nueva sociedad”, que hizo historia en la región, se dirigió exitosamente el Colegio de Ingenieros de Venezuela, seccional Ciudad Guayana y el Ciudad Bolívar, por 4 años, trabajo que politizó ampliamente el gremio de ingenieros e integró a otros gremios.

Mientras el MPS triunfaba en el Colegio de Ingenieros (CIV), en Sidor avanzaba Matancero y ambos movimientos comenzaban a articular, de hecho, en ocasión de la intervención de Suttis, una conferencia de Jorge Olavarría, director de la revista Resumen y aliado de la Causa R, se realizó en el CIV de Puerto Ordaz, y la misma fue atacada por bandas de choque de AD.  Igualmente, en el 1990, con el triunfo de Andrés Velázquez a la gobernación y Clemente Scotto a la Alcaldía de Caroní, el Movimiento Profesional A. J. Sucre, se incorporó a la gestión del gobierno en ambas instituciones y fue absorbido por esa dinámica.

La Causa R y la Calidad Revolucionaria  

El triunfo electoral de la Causa R en la gobernación del Estado Bolívar y la Alcaldía de Caroní (Ciudad Guayana), fue la oportunidad de poner a prueba a la Causa R sobre su calidad revolucionaria de acuerdo al concepto expuesto por Maneiro: “la capacidad de participar en esfuerzos dirigidos a las transformaciones de la sociedad hacia la creación de un nuevo sistema de relaciones humanas”. Desde la perspectiva de la gestión pública regional y local, se cumplió un papel importante en transformar las relaciones entre el gobierno y la población, se innovó en diversos mecanismos de participación popular en el gobierno, consultas permanentes en asambleas y ejecución de obras en cogestión, comunidad- alcaldía.

Para la Causa R, la ampliación de la democracia y la lucha contra la corrupción, eran principios éticos fundamentales, hacer un gobierno del pueblo pasaba por consultarlo y cuidar sus recursos,   la honestidad en el manejo de fondos públicos fue muy notable, sobre todo en los gobiernos municipales de Clemente Scotto y Pastora Medina en los cuales se practicó el presupuesto participativo mediante talleres comunidad- Alcaldía, la rendición de cuentas públicas en asambleas por parroquia, el aumento de tarifas de transporte se decidía en asambleas comunitarias, en todas las áreas de gestión se innovó en la relación con las comunidades.

La Causa R, no escapó a las ambiciones y desviaciones que la llevaron a la división, lo que significo un golpe al movimiento popular de la región y más allá porque la Causa R ya era referencia nacional, de esa división nació por una parte el PPT y por la otra, una Causa R aliada a la oligarquía, es  así que Guayana perdió el camino adelantado en la década de los noventa, en una experiencia que fue modelo de gestión pública de excelencia, con reconocimiento de instituciones nacionales e internacionales[6] y de intelectuales de izquierda que estuvieron en Guayana estudiando esas experiencias, entre ellos Marta Harnecker[7].

Lo que no se llegó a ver claramente en la Causa R cual era su proyecto nacional, su práctica era democratizadora, todo estaba en construcción, pero la muerte sorprendió temprano al ideólogo.

El triunfo del Comandante Chávez.

La relación de Alfredo Maneiro y La Causa R con el comandante eterno, Hugo Chávez Frías, es conocida, contada por el propio Chávez y por Federico Ruiz Tirado. Chávez contó que lo conoció en 1978 y que se reunieron en su apartamento en Maracay, que en ese entonces él cavilaba la idea de dejar la carrera militar, Maneiro le recomendó dominar sus ímpetus, el potro que llevaba por dentro. Federico Ruiz Tirado, testigo de ese encuentro, también lo ha contado en especial en un articulo que fue publicado el 9 de noviembre del 2018 en el semanario 4F titulado: “Alfredo Maneiro, Hugo Chávez y las tajadas frías” donde cuenta Federico la anécdota de lo que comieron ese día, que después de horas de reunión Chávez se excusó por no tener comida que ofrecer, sin embargo ya Federico con base a la familiaridad con Chávez y su esposa, había inspeccionado la cocina e informo que al menos tenían, 2 kilos de pastas larga y un racimo de plátanos maduros, y que Alfredo con su natural entusiasmo pidió se hiciese tajadas fritas y con su tradicional buen apetito, comió pasta hasta raspar la olla, lo que permitió alargar la reunión, sin embargo cuando Chávez cuenta el episodio de la comida bromeaba diciendo que Federico en la carretera se hartó de comer huevos sancochados.   

La gran preocupación de Maneiro era romper con lo que él llamaba el condominio de AD y Copey sobre el país, lamentablemente no vivió para ver caer ese condominio, en la revolución Bolivariana con Chávez comandando, no tengo la menor duda que su valoración de la revolución sería positiva en tanto que la misma si en algo ha innovado ha sido en la democratización de la sociedad venezolana, la ha transformado al traer a Bolívar de nuevo al combate, promoviendo su estudio otorgando al pueblo venezolano un proyecto nacional enraizado en nuestra historia patria, dignificando al pueblo y dándole poder con la creación del poder popular aún en desarrollo, con la unidad cívico militar, con el Aló Presidente y su capacidad de comunicador,  abriendo oportunidades de educación para todos, impulsando cambios orientados al rescate de nuestra identidad cultural, nuestra historia, nuestra música y tradiciones, defendiendo el petróleo y nuestra soberanía nacional. 

Maneiro vería con muy buenos augurios la ruptura con los Yanki, así consta en su artículo “Para esta Situación”, incluido en las “Notas Políticas”, donde Maneiro afirma categóricamente que:  “Cualquier idea de una Venezuela posible de un cambio social nacional que no calcule y suponga la ruptura de las relaciones con los Estado Unidos, o es una ilusión o es mala intención”. Esto lo dijo polemizando con las corrientes nacional reformistas de la izquierda o el progresismo.

Donde sí hay una deuda con Maneiro, es en la mediatización y burocratización del movimiento obrero y en la lucha contra la corrupción porque a pesar de los esfuerzos más recientes por adecentar la gestión pública, todavía hay mucho por hacer, una tarea para la Contraloría Social y el Poder Ciudadano, que se active  el Consejo Moral Republicano, que se activen todos sus componentes, desplegando una función educativa preventiva que fue propuesta por el Comandante Chávez en el 2007  “El Motor Moral y Luces”, y que hasta el presente no se ha activado.

María Magdalena Zambrano

Ingeniera Metalúrgica, otrora, militante de Prag Causa R, Sidorista, activista del extinto Movimiento Profesional Sucre y miembro del gabinete de Clemente Scotto y Pastora Medina entre 1990 y 1999. Actualmente con el Movimiento Cultural Bolívar Insurgente y la Red de Historia, Memoria y Patrimonio del estado Bolívar.


[1]  Maneiro, A. (2007). Notas Políticas, Biblioteca Popular para los Consejos Comunales. Fundación el perro y la rana, Caracas

[2]  Maneiro, A.  ibidem, p.33

[3] Maneiro, A., Matheus, L., Arellano, H. (1971).Notas Negativas, sobre organización y política. Ediciones Venezuela 83. Caracas.

[4] Consuelo Iranzo Jacquelin Ritchter, Subcontratación y conflicto. El caso de la Siderurgia del Orinoco, Serbiluz, Gaceta Laboral, https://produccioncientificaluz.org/index.php/gaceta/article/view/3622

[5] José Servando Montilla, Gladys E. Villarroel, (1986) Una historia de vida, http://saber.ucv.ve/bitstream/10872/14012/1/Una%20Historia%20de%20Vida%20.pdf, AVEPSO Psicoprisma/2, Caracas

Nota: Según la investigadora el personaje entrevistado es José Servando Montilla, (Pecho é Pare) pero de acuerdo a quienes le conocimos su nombre es José Mora (Pecho é Tabla) 

[6] Gómez Sánchez, H., Vethencourt, F., Armas Acosta, V., (1999) Gobernabilidad y democraciaparticipación comunitaria y cambio social. Tomo III y Tomo IV. Ministerio de la Familia, Banco Mundial, PNUD, IESA  

[7] Harnecker, M. (1994). Alcaldía de Caroní Gobernar: tarea de todos. Mepla, La Habana Cuba. Fundarte Alcaldía de Caracas. Dirección de Cultura, Gobernación del estado Bolívar.