Hace 30 años falleció Jesús Faría, organizador del proletariado venezolano

Por: Ángel Ostos* 

Este 24 de enero de 2025 se cumplen 30 años del fallecimiento del dirigente del Partido Comunista de Venezuela (PCV) Jesús Faría. Su nombre está unido a los más importantes combates de clase del proletariado petrolero venezolano del siglo XX.

Jesús Faría nació el 27 de junio de 1910 en Borojó, Falcón, en condiciones de extrema pobreza. En su autobiografía Mi línea no cambia, es hasta la muerte, recuerda su infancia asediada por culebras y sabandijas. Desde niño trabajó en distintas actividades informales para contribuir al sustento de su hogar: fue vendedor de frutas y de leña, recolector de botellas, caletero…

Con 15 años ingresó a trabajar en una fonda en el campo petrolero Mene de Mauroa. Su jornada era de 16 horas de trabajo, 30 días al mes, por apenas 28 bolívares y las sobras de los empleados como alimento.

Esta era la realidad de la naciente clase obrera venezolana: sobreexplotación, enfermedades y sin derechos de ningún tipo. En esa época, un puñado de compañías extranjeras eran las dueñas de los hidrocarburos de nuestro país y es en una de ellas, Lago Petroleum Corporation ─perteneciente a Rockefeller─ que Faría comienza a ser testigo de las primeras luchas aisladas de los trabajadores petroleros.

En su autobiografía, relata que cada campo petrolero tenía prisiones para encerrar y torturar a los obreros que osaran «faltar el respeto» a sus jefes. Los trabajadores eran multados por cualquier motivo y sometidos a vejaciones: recibían planazos; eran obligados a barrer las calles y las plazas públicas, portando carteles en los que se leía «maleante», «peligroso», «enemigo del gobierno».

También se promovían las peleas entre los trabajadores a través de esquiroles y delatores al servicio de los patronos que «estaban profundamente interesados en evitar el desarrollo de una verdadera solidaridad proletaria».

«Sólo hay un lugar para los comunistas»

El 24 de diciembre de 1935, Jesús Faría ingresa a las filas del PCV gracias a la labor del militante Antonio Granados. En esa época estaban proscritas las ideas comunistas. Se trataba de un delito penado con 20 años de cárcel; de tal modo que la militancia era completamente clandestina. Casi un siglo después, el la militancia del PCV ha sido nuevamente proscrita bajo una nueva estrategia. Ante esto, solo podemos recordar unas palabras de Faría: «No es posible ser comunista fuera del Partido Comunista; los comunistas fuera del Partido Comunista fallecen como los peces fuera del agua. Sólo hay un lugar para los comunistas: El Partido Comunista. No hay dos partidos comunistas ni puede haberlos».

En sus primeros años militantes, Jesús Faría fue formado por camaradas como Manuel Taborda, Max García, Rodolfo Quintero, Domingo Mariani y Rafael Contreras, quienes le brindaron herramientas para comprender el mundo de manera científica y revolucionaria.

En 1936, junto a otros camaradas, constituyó el Sindicato de Obreros y Empleados Petroleros (SOEP) en Cabimas. Ese mismo año ocurrirían importantes hitos para la clase trabajadora venezolana: se legalizan los sindicatos; se celebró por primera vez en Venezuela el Primero de Mayo; se fundó la Unión de Trabajadores del Zulia (primera central sindical regional); y se crea la Unión Sindical Petrolera de Venezuela (USP). Jesús Faría, por abrumadora mayoría, fue electo su presidente.

Pero indiscutiblemente el hecho más relevante de 1936 es la Primera Gran Huelga Petrolera, que se desarrolló entre diciembre y enero del año siguiente. Jesús Faría catalogó este combativo evento como «el acontecimiento más importante de la lucha antiimperialista que registra la historia hasta el momento» y lo describió como una «poderosa actividad unitaria de la clase obrera con todos los otros sectores democráticos y patrióticos de la Venezuela antigomecista».

El primer comunista en el Senado

En 1937, Jesús Faría fue elegido como concejal por Cabimas. Sin embargo, el Gobierno Nacional, al verse derrotado por la izquierda encabezada por los comunistas, decidió anular todos los mandatos del estado Zulia. También en 1937, Faría sería uno de los delegados a la Primera Conferencia Nacional del PCV, celebrada en Maracay el 8 de agosto.

En los años cuarenta iniciaría una amplia labor por la organización y dirección de los triunfantes sindicatos rojos; así como la lucha por la organización del movimiento obrero-sindical a través de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) y en la Federación Sindical Mundial (FSM). Mientras que en el seno del PCV asumiría diversas responsabilidades hasta pasar a formar parte del Comité Central y del Buró Político.

En 1946 fue electo constituyente suplente por el estado Zulia y al año siguiente, se convierte en el primer senador comunista. Además, en 1947 fue nombrado miembro del secretariado del PCV, junto a Juan Bautista Fuenmayor y Gustavo Machado.

Secretario General en prisión

En mayo de 1950, sería el responsable de organizar y dirigir la Gran Huelga Petrolera; un nuevo combate contra las transnacionales, ante la constante negativa de discutir reivindicaciones solicitadas por los trabajadores. Esta huelga fue una acción de masas que hizo temblar a la dictadura, sin embargo, no logró su cometido y los principales dirigentes fueron perseguidos y encarcelados; y los sindicatos y los partidos políticos ilegalizados. Se ofreció una recompensa por el principal líder de la huelga, es decir, Jesús Faría, quien sería finalmente encarcelado.

En 1951, el PCV lo designó Secretario General para resguardar su vida. Jesús Faría se convertiría en el preso político de la dictadura que pasó más tiempo tras las rejas. Durante casi ocho años, fue sometido a crueles torturas hasta que, un día después de la huida del tirano, el 24 de enero de 1958, fue liberado. Ese mismo año fue electo una vez más como senador por el estado Zulia.

Posteriormente, en 1963, durante la lucha armada, fue nuevamente encarcelado y torturado; violando su inmunidad parlamentaria junto a otros parlamentarios del PCV (Gustavo y Eduardo Machado, Pompeyo Márquez, Guillermo García Ponce) y a los parlamentarios del MIR (Domingo Alberto Rangel, Simón Sáez Mérida, Jesús Villavicencio y Jesús María Casal).

El 18 de marzo de 1966, debido a su mal estado de salud, producto de las crueles condiciones de prisión, salió exiliado hacia Moscú. Su salida fue resultado de una campaña internacional que durante dos años se había mantenido por la libertad de los presos políticos de Venezuela. En la Unión Soviética, Faría fue recibido como un héroe. Retornó en 1968 y obtuvo una diputación.

En 1985, durante la celebración del VII Congreso del PCV, por decisión voluntaria, Jesús Faría se retiró de la Secretaría General. Sus camaradas lo eligieron entonces Presidente del partido; cargo que estaba vacante desde 1983 cuando falleció el camarada Gustavo Machado. En 1990, renunció a la presidencia del PCV.

Su vida y su legado militantes estuvieron siempre al servicio de la clase obrera y de su vanguardia; el Partido Comunista de Venezuela: «El PCV contribuye a la gran unión progresista de nuestro pueblo con una elevada cuota de trabajo y sacrificios personales, incluida la libertad y la vida de nuestros camaradas. El PCV seguirá buscando la unidad obrera y popular, en todos los terrenos, como garantía de progreso, de paz y de victoria democrática».

*Miembro del Comité Central del PCV