Por: Roland Denis |
Se ha producido una curiosa sincronía entre el gobernante de lo EEUU Donald Trump y el conjuro de personajes que hoy gobiernan Venezuela. Trump ha decretado con el mandato del envío de 30 mil migrantes a las cárceles de Guatánamo, una verdadera locura haciendo de los migrantes indocumentados un grupo de delincuentes por decreto presidencial, al mismo tiempo que elimina toda la educación de genero y los avances en materia de salud volviendo a la privatización absoluta de la salud. Las amenazas contra Petro y todo lo que representa una izquierda digna en el continente. Se atreve incluso a amenazar a europa si ella no responde a lo intereses comerciales y guerreristas de los EEUU. Esto es una autentica locura propio de un mandatario enloquecido multimillonario queriendo llevar a los EEUU a su situación de poder único sobre la tierra.
La misma locura viene pasando entre los que usurpado el. El fraude cometido es una autentica locura no solo por el quiebre del estado sino por optar a una solución de poder que no tiene ningún ni para ellos ni para la nación en su conjunto. La misma locura del superpoderoso se repite aquí pero a nivel local. Ahora preguntémonos porque el poder crea esta situación de locura?. La ambición y el afán de poder constituyen un circulo único que suponen un énfasis hacia la locura entendida como la acción irracional que desde el poder constituido es capaz de destruir pueblos y naciones enteras. Vivimos una situación en donde la usurpación del poder no solo se convierte en dictadura sino de hecho una motivación de locura donde nada importa sino el poder mismo. Se destruyen o simplemente abandonan infraestructuras indispensables para conservar la posibilidad de la conservación de la nación y del desarrollo de la misma, todo bajo los efectos de un poder que ha perdido todo tipo de razón en función de mantener enormes fortunas producto de la corrupción. La locura es entonces un efecto inmediato del ejercicio del poder en condiciones totalmente fraudulentas y dictatoriales. El giro del chavismo útil y hasta revolucionario a esta situación de robo continuo y venta del país principalmente a los EEUU es sencillamente una locura.
Podemos concluir entonces que todo poder de estado tiende a la locura, a la maldad de la represión lo cual es una locura misma porque se trata de una maldad irracional. Bajo la acción racional, es decir construida de ideas que suponen el rescate del estado y de la nación misma abra que combatir la locura que monopoliza el poder. Evidentemente que esta no es una acción fácil, es extremadamente difícil dada la existencia de una polarización de extremos políticos ambiciosos de poder aunque sepamos que uno de ellos aquellos ligados a mcm gano por amplio margen las elecciones presidenciales. La locura como lo dirán los psicoanalistas es una huida de la razón y mas allá de las ambiciones de poder y dinero que son las causantes de la locura misma, esta huida crea situaciones destructivas en los individuos y cuando se extiende hacia los grupos de poder esa destrucción cubre la totalidad de los estados. Por ello repetimos locura y poder ejercido de manera totalmente irracional y bárbara a a travez de el asesinato y la represión misma. Por tanto decimos nuevamente el poder y la locura terminan en el mundo actual siendo sinónimos de un mismo fenómeno intrínsicamente destructivos, el problema es como derrotamos esta irracionalidad convertida en política de estado, vencer va a ser muy difícil pero estoy seguro que lo lograremos.